El crematorio de Collserola seguirá cerrado y sin reparar. "No hay novedad", afirman fuentes municipales. La instalación, con tres hornos, fue precintada hace algo más de un año por contaminante. Los filtros, con más de 30 años, no cumplían con los actuales requisitos medioambientales y la Generalitat ordenó su clausura.
La respuesta de Cementiris de Barcelona, una empresa municipal que preside el concejal Eloi Badia, da a entender que el cerrojazo del crematorio de Collserola es definitivo, como ya avanzó Crónica Global en febrero, a pesar del colapso que se ha vivido con las incineraciones en la ciudad por el incremento de muertos durante la pandemia.
ALQUILER DE 200.000 EUROS
Actualmente, Barcelona cuenta con cuatro hornos crematorios en el camposanto de Montjuïc que, durante la crisis sanitaria, no dieron abasto. El exceso de fallecimientos por coronavirus obligó a alquilar (renting) un horno móvil que ha costado a las arcas municipales casi 200.000 euros.
El contrato se adjudicó el 11 de marzo, antes de la declaración del estado de alarma, aunque el horno no llegó hasta mediados de abril. En estos dos meses, solo esta construcción ha hecho 207 incineraciones. La intención de Cementiris es quedarse el horno hasta finales de octubre por si se produce un rebrote de fallecimientos por el coronavirus.
MÁS BARATO REPARAR
Fuentes del sector funerario consultadas por este medio consideran que la reparación del crematorio de Collserola hubiera salido más barata que el alquiler del horno móvil, que fue traído desde Gran Bretaña. Entre marzo, cuando se adjudicó el contrato, y octubre el Ayuntamiento habrá pagado más de 24.000 euros al mes por la instalación.
Desde Cementiris de Barcelona se asegura, en cambio, que la reapertura del crematorio de Collserola "requiere una renovación integral de sus instalaciones, así como una adaptación y mejora de los equipamientos existentes de recepción de las familias y de acompañamiento y despido, actualmente insuficientes", declararon en febrero.