Tras el incremento de muertes por coronavirus en Barcelona, el Ayuntamiento de la ciudad optó por alquilar un crematorio e instalarlo en el Cementerio de Montjuïc. El incinerador auxiliar ha llegado a la capital catalana después de más de tres semanas y tiene problemas para conectarse a la infraestructura.
Fuentes del sector aseguran a Crónica Global que el horno-contenedor marítimo ha llegado esta semana de Reino Unido. Lo han montado, pero es tan moderno que no sabían cómo funcionaba. No estará disponible hasta la próxima semana", han indicado. En el Cementerio de Montjuïc “tienen problemas con el tamaño de los ataúdes y con el acoplamiento de las máquinas al nuevo horno”, han afirmado.
LA VERSIÓN DEL AYUNTAMIENTO
Desde el Ayuntamiento han negado que Cementiris de Barcelona, empresa municipal y capitaneada por Eloi Badia “tenga agotada su capacidad para inhumar o incinerar” y argumentan que “estamos realizando en tiempo y forma todas las incineraciones e inhumaciones que nos reservan las funerarias que operan en la ciudad de Barcelona”.
“Probablemente el retraso está en localizar, desde los tanatorios, a las familias para hacer los trámites de entierros y cremaciones, habida cuenta de que esta gestión se debe hacer de forma no presencial, por teléfono o telemáticamente”, han recordado.
HAY RETRASO Y LISTA DE ESPERA
Por contra, el mismo medio afirma que más de 350 cajas esperaban este jueves en el depósito subterráneo de Collserola para ser incineradas. Hay retraso y lista de espera en el cementerio barcelonés. Al parking habilitado para colocar las cajas de fallecidos con Covid-19 se le suma otro depósito en el nuevo tanatorio de Sancho de Ávila, en el que esperan los restos mortales de 150 personas más.
De hecho, antes de la pandemia del coronaviurs, el Crematorio de Montjuïc, totalmente municipal y el único operativo tras el cierre en 2019 del de Collserola, ya se vio obligado a regular la entrada por un incremento de muertes provocado por la gripe estacional.