La oposición carga contra el Bienal del Pensamiento que prepara Colau
El Ayuntamiento ha previsto unas jornadas con invitados escogidos en función de su ideología
9 agosto, 2020 00:00Noticias relacionadas
Barcelona prepara la Biennal del Pensament entre el 13 y el 18 de octubre próximos. Se trata de un encuentro que se realiza bajo el lema Ciutat Oberta. “¿Abierta? No se trata de otra cosa que de aleccionamiento ideológico. Se trata de juntar a cincuenta personas que más parecen los miembros de una secta”, critica un concejal de la oposición. Desde el Ayuntamiento, se vendió este ciclo de conferencias como una serie de “reflexiones sobre la democracia, la tecnología y la ciudad”, organizado a través del Instituto de Cultura (Icub). Las actividades de la Biennal son gratuitas, pero se requiere inscripción previa.
“Es innegable que vivimos un momento de cambio: en los últimos años, se ha producido una revolución digital imparable, la economía se ha globalizado y la ciencia no ha dejado de progresar. En paralelo, nos enfrentamos a un cambio climático de consecuencias desastrosas, no sabemos todavía cuál es el futuro del trabajo y el mundo es cada vez más desigual, con la desestabilización potencial de la cohesión social que eso implica”, dice la presentación municipal del evento.
ELENCO DE INVITADOS
Ante ello, los responsables municipales aducen que “hacen falta proyectos de futuro realistas y sostenibles como los que se plantearán esos días. Los expertos y expertas en ámbitos diversos que participan en la Biennal se preguntarán cómo hacer frente de manera colectiva a estos retos desde puntos de vista, disciplinas y campos del conocimiento especialmente diversos”.
Entre los invitados de este año, se encuentran el norteamericano Neil Gershenfeld, el epidemiólogo Manuel Franco, la filósofa Helen Hester, la escritora Margaret Atwood, la intérprete musical Maria Arnal, el poeta Enric Casasses, la coreógrafa Nuria Guiu, la escritora Cristina Morales, la artista Alicia Kopf, la poetisa Koleka Putuma, el artista Jesús González Fernández, la filósofa Maria Garcés, la antropóloga Yayo Herrero, el escritor Santiago Alba Rico, las arquitectas Elena Albareda, Izaskun Chinchilla y Coque Claret, el filósofo Daniel Innerarity, los urbanistas Jaime Palomera y Tomás Díez, la geógrafa Mara Ferrari, el geógrafo Oriol Nel·lo, la periodista y antropóloga Nuria Alabao, el antropólogo Emilio Santiago o activistas como Sasha Constanza-Chock, Anne Cath, Peter Frase o Adrià Garcia Mateu.
CONFLUENCIA IDEOLÓGICA
La oposición rechaza que las jornadas cuenten sólo con invitados de una determinada acepción ideológica, lo que “no facilita un debate serio ni enriquecedor ni mucho menos una reflexión serena sobre lo que es la sociedad actual y hacia dónde nos dirigimos. Lo normal hubiese sido que se pudiesen plantear en esa Bienal del Pensamiento distintas opciones, aunque no parece que sea así y lo que prima es la confluencia ideológica de los artistas invitados”, afirma un representante de Junts per Catalunya (JxCat).
Constanza-Chock, por ejemplo, es una de las estudiosas de los movimientos de protesta similares al 15-O y varios de sus trabajos versan especialmente, sobre el movimiento Ocupa Wall Street. Este movimiento, iniciado en 2011 en Estados Unidos, fue promocionado por los hermanos Paul y Mark Engler, que ahora se han convertido en los nuevos gurús del independentismo catalán y cuyo libro Manual de desobediencia civil fue presentado en otoño pasado en Cataluña (traducido al catalán por la activista Liz Castro), con entrevistas en TV3 y Catalunya Ràdio. El movimiento Ocupa Wall Street, por otra parte, acabó siendo un rotundo fracaso y el puñado de activistas que aún resiste sigue a la espera de ocupar el emblemático distrito neoyorquino. Adrià Garcia Mateu, por su parte, es uno de los activistas de referencia de los comunes. Y Marina Garcés, otra de las invitadas, fue fichada por Colau para ser pregonera de la Mercè en 2017.
IMPARTIR DOCTRINA IDEOLÓGICA
Ello da pie a la oposición a criticar con dureza la organización. “No se trata de estudiar y debatir a fondo sobre un tema concreto, sino de impartir doctrina ideológica sobre los mismos, exponiendo un solo punto de vista, el de los comunes. Es la imposición del pensamiento único a través de actos pagados con dinero público. En parte, se podría decir que son los comunistas de nuevo cuño”, subraya la citada fuente de JxCat.
Luz Guilarte, líder municipal de Ciudadanos explica también a Metrópoli Abierta que “Colau gobierna solo para sus votantes y por eso procura darles una dosis equilibrada de propaganda, autobombo y sesgo político. Aprovecha cualquier evento para sacar esos ingredientes”. Acusa la representante del partido naranja que los comunes “son incapaces de plantear un debate abierto. De hecho, Colau no dialoga con nadie. Y en estos momentos en que Barcelona pasa la peor crisis que recordamos y los problemas se amontonan, tampoco. Vive de la propaganda y del eslogan”.
Recuerda Guilarte que la misma propaganda se reproduce en los casales municipales previstos para este verano, en los que se han programado para los niños “talleres de okupación y ecofeminismo. La alcaldesa utiliza la propaganda para imbuir a la ciudadanía de sus ideas. Necesita ese sesgo. Es la única manera que tienen los incompetentes de sobrevivir en una administración”.
UNA FIESTA PARA LOS AMIGOS DE COLAU
Añade la líder de Ciudadanos que “en el planteamiento que se hace de la Bienal del Pensamiento no hay un verdadero debate. Todos los participantes viven de esto. Porque cuando entran en un debate en el que hay ideas contrapuestas se les desmoronan los mantras. Lo suyo es todo muy pseudocientífico y sin rigor. El elenco que trae este otoño es una evidencia de ello. Le dan un barniz populista. Lo que hacen es contextualizar la cultura, por ejemplo, y ponerla en duda. Visten la realidad a su conveniencia con una pátina ideológica. Lo que hacen con eso es subvertir a la sociedad administrando antivalores: todo lo que ha sido aceptado hasta ahora y que ha contribuido al progreso es puesto en duda y aportan determinados mantras para crear doctrina. En definitiva, ofrecen una visión ideológica prejuiciosa”.
También Óscar Ramírez, concejal del PP, critica el planteamiento de las jornadas municipales. “La Bienal es una fiesta para los amigos de la alcaldesa”, critica el representante popular. Para empezar, Ramírez alude a la situación de pandemia. “Es un atrevimiento planificar unas jornadas de estas características. No sé cómo lo harán, pero en el año 2018 el acto final contó con 2.000 personas y eso, hoy por hoy, es imposible porque está prohibido. Por otro lado, en la última edición se gastaron unos 700.000 euros y me imagino que en esta ocasión habrá un desembolso similar”.
TRES EJES DE DEBATE
Ramírez critica también que “este acto es de todo menos plural. Los ponentes son todos activistas suyos. En vez de abrir un debate, haciendo honor a su lema de ciutat oberta, y de plantear la situación post-Covid, por ejemplo, atrae a unos ponentes que son todos del mismo signo político. Así, lo venden como acto institucional pero bien podría ser una asamblea de los comunes debatiendo su programa ideológico mientras nosotros hacemos de pagafantas y abonamos los gastos con fondos públicos”.
Este año, las jornadas tienen tres ejes fundamentales: versarán sobre tecnología, urbanismo y democracia. Si los dos primeros ejes ya pueden levantar polémica de por sí, el último entra dentro del terreno de la contienda política pura y dura. “El sentido y el futuro de la democracia en los tiempos que vivimos será el tercer eje de los encuentros. ¿Está este sistema político tan relacionado como se nos ha hecho creer con la economía de mercado? ¿Refuerza o debilita a la ciudadanía la lógica extractiva del capitalismo? El populismo, un término aún por definir más allá de las luchas partidistas, y la expansión que ha experimentado en los últimos tiempos, será otro de los temas a debatir, del mismo modo que la necesaria transformación de las conciencias de la ciudadanía que requerirá la integración de una transición ecológica y medioambiental en las ciudades del futuro inmediato”, explica el Ayuntamiento.
En definitiva, el marcado sesgo ideológico y el enfoque que el propio Icub da a las jornadas en este último apartado dan pie también a la oposición a rechazar su planteamiento. Y todos los grupos coinciden en una apreciación cargada de simbolismo y de acidez política: “Más que Bienal del Pensamiento parece una Bienal del Pensamiento Único”.