El Ayuntamiento de Barcelona adjudicó en pleno mes de agosto, en medio de las vacaciones de verano, un macrocontrato informático que, de momento, tendrá una duración de tres años prorrogables por otros dos años. En el primer tramo, el contrato se eleva a casi 2,5 millones de euros, que podrían llegar a 4.703.444,90 euros al final del periodo previsto. La adjudicación se realizó a través del Institut Municipal d’Informàtica (IMI) y el gato al agua se lo llevó la compañía DXC Technology Spain, una filial de una multinacional estadounidense dirigida por Charlie Diao.

Esta compañía se impuso con claridad a las ofertas de Deloitte Consulting y de Everis Spain, que también optaban a hacerse con el contrato. La adjudicación está datada el día 14 de agosto, una fecha poco habitual de cierre y firma de un contrato al coincidir con el mes de vacaciones por excelencia, cuando la maquinaria administrativa del consistorio está, prácticamente, paralizada.

Un informe justificativo del contrato realizado por los técnicos municipales detalla que el objeto del contrato son los “servicios de mantenimiento y evolución de una parte de las aplicaciones informáticas de la Gerencia de Personas y Desarrollo Organizativo (DGPO)” del consistorio. En concreto, la empresa deberá realizar el mantenimiento correctivo y recurrente, así como gestionar la oficina técnica. Ello significa que deberá realizar el desarrollo de los equipos teniendo en cuenta las actualizaciones tecnológicas y realizar una evaluación de nuevas necesidades. A través de estos programas, por ejemplo, también se gestionan las nóminas del personal del Ayuntamiento.

GARANTIZAR LAS ACTUALIZACIONES DEL SISTEMA

Según el pliego de prescripciones técnicas, una de las tareas más importantes son “las modificaciones motivadas por actualizaciones en el entorno en que el sistema opera y que se realizan para evitar la obsolescencia tecnológica y el mantenimiento actualizado del programario”. También deberá realizar el acompañamiento, seguimiento y recepción de los nuevos proyectos de desarrollo de aplicaciones y gestionar las incidencias que se produzcan.

Uno de los puntos hace referencia al servicio de transición de datos, con los que el Ayuntamiento ha tenido problemas los últimos años (era imposible volcar los datos existentes en la red a la hora de cambiar el adjudicatario de un concurso, por ejemplo, lo que dificultaba sobremanera el trabajo y el control interno del Ayuntamiento). En este sentido, DXC deberá asegurar que el traspaso de información entre adjudicatarios se realiza correctamente “bajo los estándares de calidad exigibles y asegurando el traspaso de información y de conocimiento”.

Trabajadores del Institut Municipal d'Informàtica / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA 



FACILITAR EL USO AL CIUDADANO

La adjudicataria será responsable, asimismo, de diseñar “sondas de monitorización” en el sistema. Ello supondrá la creación de un “test de navegación” para validar las principales funcionalidades de las aplicaciones. “La navegación ha de simular el uso de las aplicaciones por parte del usuario del Ayuntamiento de Barcelona y del ciudadano. Y ha de validar el máximo de módulos de las aplicaciones y de integraciones con otros sistemas, priorizando las funcionalidades que impacten directamente al ciudadano”, explica el pliego de prescripciones técnicas.

¿Beneficiará de alguna manera más al ciudadano un servicio como éste? Según el consistorio, sí: “El servicio Help Desk [otro de los puntos del contrato] consiste en ofrecer al usuario un método de comunicación único y eficaz para comunicar incidencias, problemas y dudas”, señala el pliego de prescripciones. La oficina técnica será responsable de la gestión del servicio Help Desk.

GESTIÓN DE LAS LICENCIAS Y PROGRAMAS

El documento aludido explica también que “este servicio incluye las actividades de: Recepción y categorización de incidencias a través de un único punto de entrada, tanto para incidencias o contactos de usuarios como para incidencias derivadas del Servicio de Atención al Usuario (SAU) del IMI; apoyo de primer nivel de usuario para resolver dudas globales; escalado o asignación de las incidencias que no pueda resolver a los responsables designados para realizar el apoyo técnico o funcional; y documentación de las incidencias en los sistemas y herramientas proporcionadas por el IMI”. En otras palabras: la compañía resolverá no sólo los problemas que pueda tener un ciudadano que utilice los servicios municipales, sino también los de los usuarios que necesiten esos servicios para realizar los trámites oportunos.

El último punto del contrato hace referencia a que la oficina técnica que dirija la compañía adjudicataria deberá encargarse de la gestión de las licencias y productos a nombre del Ayuntamiento, por lo que deberá recepcionar peticiones de altas y bajas de esas productos, realizar las peticiones de licencias con las áreas o proveedores correspondientes y realizar la gestión del inventario de licencias y productos.

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