La Guardia Urbana comparte el casco en pleno Covid

Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se ven obligados a compartir el casco de la moto en plena pandemia. La orden la ha dictado la dirección de la policía local y afecta a los agentes de una promoción que hacen el servicio con un scooter, ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). La promoción 93B es de unos 180 policías.

El sindicato ha hecho llegar una carta de queja a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y otra al responsable de relaciones laborales y presidente del Comité de Seguridad y Salud Laboral (CSSL). Metrópoli Abierta ha tenido acceso a ambas misivas.

Agentes de la Guàrdia Urbana en sus motos eléctricas / @barcelona_GUB

TEMERIDAD E IRRESPONSABILIDAD

CSIF recuerda a los responsables municipales que el casco es una dotación individual y no colectiva y que compartir este elemento de protección durante una pandemia es una "temeridad" y una "irresponsabilidad" por el riesgo de contagio y algo "totalmente contrario a las indicaciones de las autoridades sanitarias".

Para CSIF, estas práctica es una "dejadez" más del gobierno municipal hacia los empleados públicos y una muestra más de los recortes económicos del Ayuntamiento en seguridad pública. "No dotarnos de los elementos básicos pone en riesgo a los agentes. Es una falta de previsión y planificación", apunta el delegado de Prevención de CSIF, Alejandro Gutiérrez del Campo. 

CORREGIR LA SITUACIÓN

El sindicato insta a la Administración a que corrija esta situación y que dé las órdenes oportunas para que los policías que no disponen de casco no hagan este servicio hasta que se les asigne un elemento de protección individual.

Dos urbanos en motocicleta patrullan por la montaña / GUARDIA URBANA