El gobierno de Ada Colau ha decidido subir otro impuesto. Y lo activa en plena crisis del coronavirus. Ahora, el ejecutivo local de Barcelona en Comú y PSC quiere incrementar la tasa turística que los establecimientos hoteleros cobran a su clientes. La medida ya fue aprobada en el pleno de septiembre de 2019, mediante una declaración institucional, y estaba pendiente de que el Govern autonómico le diera el aval.
Tras recibir el visto bueno de la Generalitat, ahora la comisión de gobierno municipal ha decidido seguir adelante con la tramitación a pesar del mal momento económico y social y la importante caída de visitantes durante este 2020, que ha dejado a numerosos hoteles y al sector de la restauración en la ruina.
INCREMENTO PROGRESIVO
La intención de comunes y socialistas es empezar a cobrar el incremento de la tasa de forma progresiva a partir del 1 de enero de 2021 si el contexto es favorable. Fuentes del PSC aseguran que si el próximo enero la situación económica está como ahora, el aumento no se aplicará. "No tendría sentido ponerlo en marcha si no hay turistas".
El concejal de Turismo, Xavier Marcè, dice que la evolución de la pandemia marcará que se ponga en marcha o no, "siempre de común acuerdo con los agentes implicados". Si la crisis persiste se hará una "moratoria", subraya Marcè.
AL PLENO DE SEPTIEMBRE
Tras el aval de la comisión de gobierno, los grupos municipales deben aprobar la ordenanza fiscal que regulará el incremento. Este martes, el tema pasará por la comisión de Economía y está previsto que se aborde también en el pleno de septiembre. La intención municipal es tener la ordenanza a punto para iniciar el cobro en enero si se da el caso.
La subida prevista es de 0,75 euros para el próximo año, otro euro más en 2022, otro euro más en 2023 y 1,25 euros en 2024. Es decir que dentro de cuatro años, el importe de la tasa turística se habrá incrementado en cuatro euros.
RECARGO TOTALMENTE PARA LAS ARCAS MUNICIPALES
Actualmente, el gobierno catalán cobra la totalidad del impuesto de la tasa turística y cede el 50% al Ayuntamiento de Barcelona para que lo gestione. El gobierno municipal asegura que el recargo progresivo irá totalmente a parar a las arcas municipales. La tasa turística oscila ahora entre los 0,65 y los 2,25 euros por persona y día, según el establecimiento hotelero.
El consistorio vende que la recaudación del impuesto va destinada a la recuperación de la economía afectada por la crisis del Covid-19 y a mejoras en los barrios con mayor presión turística. Este año, el Ayuntamiento asegura haber invertido ya 9,3 millones proveniente del citado impuesto. De éstos 2,3 millones se los han llevado los agentes cívicos.