El Ayuntamiento de Barcelona se acaba de gastar la friolera de 394.113 euros en un radar para el control de velocidad en el túnel de Badal, una infraestructura de 2.375 metros de longitud. El contrato, con la compañía Alumbrados Viarios, fue adjudicado el pasado 16 de noviembre. Se trata de una decisión más política que técnica, tal y como se desprende de los documentos que integran el expediente de licitación. Su instalación se hace para burlar a los conductores, que actualmente conocen la ubicación de las cámaras fijas y eluden las multas.

“La ciudad de Barcelona dispone de unas vías rápidas inauguradas en 1991 que disponen para su infraestructura de diferentes elementos que forman parte de la regulación del tráfico, como pueden ser un centro de control propio, la red troncal de comunicaciones, control de accesos, etcétera, que se han de mejorar para adaptarse a la movilidad actual. El sistema de velocidad mediante el uso de nuevas tecnologías de radar por tramo en el túnel de Badal, en ambos sentidos de circulación, permitirá controlar la velocidad media permitida”, explica el Informe de necesidad e idoneidad que acompaña al contrato.

LOS CONDUCTORES EVITAN LAS MULTAS

Este túnel forma parte de la Ronda del Mig, según recoge el pliego de prescripciones técnicas, que recorre la ciudad por el interior, en el tramo comprendido entre la plaza Ildefons Cerdà y la Avenida Diagonal. “El volumen de vehículos que circulan diariamente es muy elevado. Es una vía de alta densidad, de la red básica de la ciudad de Barcelona”, añade el documento. La velocidad máxima permitida en ese tramo es de 60 kilómetros hora.

“Actualmente, en este túnel ya hay instalados cinemómetros fijos en varios puntos. Los conductores habituales de esta vía, sin embargo, al conocer su ubicación, frenan al paso de los radares, provocando a veces situaciones de riesgo y alteraciones en la velocidad del resto de conductores”, explica también el informe. Y, evidentemente, con esa sencilla triquiñuela, también evitan que se les impongan sanciones.

Interior del túnel de Badal / AJ BCN



CONTROL EN ACCESOS

Por ello, los técnicos municipales determinan que “se considera necesario dotar al sistema actual de gestión del tráfico de la ciudad de nuevas herramientas que permitan reducir los efectos perturbadores de los incidentes y poder tener un tráfico más seguro y mejor controlado y gestionado”.

El sistema controlará la hora de entrada y la hora de salida en cada una de las bocas del túnel y en cualquier sentido. Además, controlará también la circulación en seis accesos de entrada y salida (tres en cada sentido) que tiene el tramo vigilado. El sistema se basa en la lectura de matrículas mediante cámaras de vídeo de alta resolución, que identifican matrícula, marca y modelo del vehículo. “En base a las cámaras de visión artificial para reconocimiento de matrículas, el sistema ha de ser capaz de calcular la velocidad media de un vehículo en un tramo y sancionarlo si ha superado la velocidad máxima que podrá ser en función del sistema de velocidad variable”, dice el pliego técnico.

RADAR EN RONDA DE DALT

Además, señala que “el equipo a instalar ha de ser un instrumento eficaz y fiable para el control por parte del organismo competente para determinar la velocidad media a la que ha circulado un vehículo dentro de un tramo, obligando al cumplimiento forzoso de las normas durante todo un tramo. El equipo ha de ser válido para su aplicación en cualquier tramo de la vía donde la limitación de velocidad esté entre 1 y 300 kilómetros por hora”.

El radar tiene capacidad para almacenar los datos de cada infracción: velocidad, matricula, fotografía datada del vehículo en el inicio del tramo, fotografía en el final del mismo, número de serie de los equipos implicados lugares donde se realizó la medida y límite de velocidad vigente durante la medida.

Actualmente, ya hay instalado un radar de tramo en la Ronda de Dalt, entre la plaza Karl Marx y la avenida Meridiana en sentido Besòs. “Esta instalación se gestiona desde una plataforma de sistemas de visión artificial en la Unidad de Denuncias por Imágenes Grabadas (UDIG) de la Guardia Urbana de Barcelona”, explican los documentos oficiales. La nueva instalación se integrará en esa misma unidad.

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