El Ayuntamiento de Barcelona realizará un ciclo de cine a los niños de Barcelona a través de todos los centros sufragados con dinero público. Ese ciclo, que abarcará los cursos 2020-2021 y 2021-2022, se celebrarán entre los alumnos de educación infantil, primaria y secundaria obligatoria, así como en la educación espacial. También podrán acceder a este ciclo los centros socioeducativos y casales o esplais de niños y jóvenes de la ciudad.
Los objetivos del Cicle de Cinema dels Drets dels Infants (CCDI) son cuatro: en primer lugar, “difundir, sensibilizar y promover los derechos humanos en general y los derechos de los niños y la Carta de Ciudadanía, así como la Carta de derechos y deberes de Barcelona en particular, vinculándolo con el currículum escolar y las capacidades cognitivas en función de la edad de los niños”. En segundo lugar, pretende “prevenir actitudes y comportamientos de vulneración de derechos, discriminatorios y no integradores”.
En tercer lugar, “dar a conocer y profundizar los diferentes documentos legales donde se recogen aquellos derechos (Declaración Universal de Derechos humanos, Convención de los Derechos de los Niños, Carta de Ciudadanía ya la ley 14/2010 de los derechos y las oportunidades en la infancia y la adolescencia) al alumnado de educación infantil, educación obligatoria, educación especial, centros socioeducativos y entidades de educación en el ocio”. Y, en cuarto lugar, “promover el diálogo y la reflexión en materia de derechos dentro del entorno familiar y escolar”.
UNA APUESTA IDEOLÓGICA
Se trata, como reconoce el propio consistorio en los documentos del expediente, de una apuesta ideológica. “El fuerte compromiso de la difusión de la Convención de los Derechos de los Niños impulsa al Departamento de Promoción de la Infancia a continuar su oferta de estos programas educativos. Sólo desde el conocimiento de los derechos que nos amparan y las normas donde se recogen se puede luchar por su reconocimiento y defensa, aspirando a hacer cada vez más real y efectiva la dignidad y la calidad de vida de la ciudadanía y el compromiso y participación de los niños en la lucha en contra de cualquier tipo de discriminación y vulneración de los mismos”, explica el consistorio.
Este ciclo formativo ha sido encargado a la empresa Teleduca Educació i Comunicació Sociedad Civil Privada y costará a las arcas municipales 111.320 euros. La adjudicación se llevó a cabo el pasado 24 de noviembre, pero en el pliego de cláusulas administrativas particulares se prevé una prórroga del encargo por dos años más, por lo que se doblaría el desembolso.
CERCANÍA A LA FUNDACIÓ BOFILL
Teleduca es un colectivo independiente y multidisciplinar de profesionales de diferentes especialidades con una experiencia de 24 años que tiene entre sus objetivos el fomento de una conciencia social crítica ante la realidad que nos envuelve. Pero el consistorio no deja nada al azar: el equipo de la empresa, formado casi exclusivamente por mujeres, cuenta con licenciadas en Ciencias de la Información, Pedagogía, Filología Catalana o Bellas Artes vinculadas a valores cercanos a los comunes.
Muchos de los trabajos del equipo directivo de Teleduca fueron encargados y publicados tradicionalmente a través de la Fundació Bofill, vinculada a ICV, uno de los partidos integrados en Barcelona en Comú (BeC) y que componen, por tanto, la candidatura de los comunes. Sus cuatro principales directivas (Carme Mayugo, Montserrat Moix, Sara Reñé y Marta Ricart) ya hicieron en 2004 un extenso estudio para la Bofill sobre La producción audiovisual como herramienta de educación social dirigida a adolescentes y jóvenes en situación de riesgo de marginación social. A partir de ahí, realizaron numerosos trabajos difundidos por dicha Fundación. Con ese bagaje, se garantiza la afinidad de los mensajes que se canalizan a través del ciclo formativo.
SE AMPLIARON LOS OBJETIVOS
Según recogen los documentos municipales, “la ciudad de Barcelona cuenta con una dilatada tradición en el liderazgo de acciones por el fomento de la promoción de los derechos de la infancia”. El programa CCDI nació en el año 2001. “Inicialmente, constaba sólo de sesiones cinematográficas dirigidas a los centros educativos, pero el compromiso para trabajar desde la mirada de la educación en valores para conseguir una ciudad más amable y solidaria con todas las personas que la habitan, especialmente sus niños, y la buena aceptación de los equipos docentes que participaban, nos empujaron a hacer crecer esta propuesta educativa y complementarla con propuestas didácticas que orientasen al profesorado en la profundización y la reflexión en el aula sobre los derechos planteados en los films”.
En el año 2010, las sesiones escolares se complementaron con sesiones dirigidas a las familias, con el objetivo de estimular el debate familiar. Y en el 2016, el consistorio de Ada Colau amplió los receptores a todos los centros socioeducativos y no sólo a los educativos que reciben fondos públicos. Con ello, se ampliaba el número de menores a los que esta formación puede llegar.