Ernest Maragall, jefe de filas de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, ganó las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019. Los republicanos fueron la fuerza más votada, con unas miles de papeletas más que Ada Colau, aunque con el mismo número de concejales. Maragall no logró ser alcalde. Manuel Valls votó a favor de la investidura de Colau, el 15 de junio de 2019, y malogró el sueño del hermano de Pasqual Maragall.
Desde entonces ha pasado un año y medio y la oposición de Maragall es "casi nula", opinan Ciutadans, Barcelona pel Canvi y PP, tres de los cuatro partidos de fuera del gobierno junto con los republicanos. JuntsxCat ha declinado dar su opinión, al igual que el ejecutivo de la ciudad para la elaboración de este reportaje. El líder de ERC participa en reuniones, plenos…, pero su presencia pública en temas municipales es casi inexistente. Basta poner en el buscador de Twitter los conceptos “Maragall” y “oposició” para ver el gran número de ciudadanos que están descontentos con el discreto papel que ejerce. La regidora Eva Parera va más allá y lo ve "desaparecido".
SIN APARECER EN LA FOTO DEL TRANVÍA
El pasado 11 de diciembre, ERC firmó con el gobierno de Colau y Jaume Collboni el que será uno de los acuerdos más importantes del mandato: la prolongación del tranvía por la Diagonal. En la foto del acto figuran, como miembros del gobierno, Colau, Collboni y Janet Sanz. El único representante de ERC fue el regidor y portavoz Jordi Coronas.
Maragall no fue al acto porque tenía Consell Nacional y la presentación de las listas de ERC en el Parlament, donde el líder republicano irá de número siete, apuntan fuentes del partido. "Coronas, además, es quien más lo ha trabajado en primera línea y quien más podía explicar la evolución de las negociaciones", añaden. Algunas fuentes municipales achacan su ausencia a motivos electorales: no querer aparecer con comunes y socialistas a dos meses de las elecciones autonómicas.
MANIOBRA ANTINATURA
Desde ERC defienden el papel jugado en la oposición durante este año y medio de mandato, tanto desde el partido como "muy especialmente de Maragall", dice Coronas. "Después de haber ganado las elecciones y que una maniobra antinatura, con el señor Manuel Valls como cómplice necesario, le impidiera ser alcalde de Barcelona, Maragall ha demostrado que pone el interés de la ciudad por encima de los intereses personales y de partido".
Según el edil, hay muchos ejemplos: "Negociaciones de presupuestos, el acuerdo del tranvía, la reconversión del 22@, los pactos en fiscalidad. Ha quedado demostrado que se impidió que Barcelona tuviera el mejor alcalde que podía tener", subraya Coronas, para quien el actual mandato nace de un pecado original: "No es el gobierno que los ciudadanos querían. Esquerra ganó las elecciones, y eso es algo que no se puede olvidar".
El resto de partidos de la oposición tienen una visión muy distinta. El concejal del PP Óscar Ramírez sostiene que la estrategia de ERC en las pasadas elecciones fue utilizar el apellido Maragall para atraer más votos. “Un año y medio después, su papel en el Ayuntamiento es irrelevante. Y sigue como diputado en el Parlament, lo que demuestra que su compromiso con Barcelona es limitado, por no decir casi nulo”.
SÍMBOLO DEL INDEPENDENTISMO
Para Ramírez, Coronas es el líder de los republicanos. “Así se puede comprobar tanto en las intervenciones de los plenos como en las diferentes comparecencias, ruedas de prensa y actos institucionales. “Es el portavoz del partido quien actúa como referente. Maragall juega un papel más como símbolo del independentismo, su actividad esta más centrada en temas de Cataluña que de Barcelona. Si revisamos sus redes sociales, las declaraciones siempre se basan más en temas catalanes y nacionales que en asuntos municipales”.
Parera es la número dos del partido de Valls, Barcelona pel Canvi. Ella, junto al propio político francés y Celestino Corbacho impidieron que Maragall fuera alcalde. "No encajó bien el golpe. En ERC quedaron descolocados y fuera de juego. Y él no supo entender su nuevo papel de jefe de la oposición. Es un rol importante si considera que tiene algo que aportar a los ciudadanos de Barcelona, especialmente si se considera calificado para ocupar el cargo de alcalde. Pero ha optado por un papel discreto, por no decir desaparecido prácticamente del mapa municipal. No muestra liderazgo. Parece que no acaba de encontrar el encaje de su partido en el consistorio".
ALCALDE PARA LA CAUSA INDEPENDENTISTA
Según la regidora y presidenta del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, Maragall solo aparece en temas más ideológicos vinculados al procés, mostrando poco interés por cuestiones propias de la política municipal. Lejos de intentar ser útil a los ciudadanos, evidencia cada vez más que su voluntad de ser alcalde era para poner a Barcelona al servicio de la causa independentista. Con esta posición, da la razón a los pocos que sacrificamos nuestro voto pero no nuestras convicciones".
Parera echa la vista atrás, a los meses anteriores a las elecciones. "Los sondeos daban la victoria ERC. Pensaron que todo estaba hecho. Maragall se paseaba como el futuro alcalde de la ciudad. Su equipo ya tenía las sillas repartidas. El día de las elecciones abrieron botellas de cava. La alcaldía parecía suya, pero no contaron con que el voto de tres personas comprometidas contra el independentismo serían su peor pesadilla".
Desde Ciutadans, Luz Guilarte considera que el gobierno municipal y ERC "funcionan como un tripartito de facto". "Esquerra lleva la voz cantante y el PSC es un invitado de piedra. ERC y JuntsxCat están más interesados e inmersos en sus luchas internas por liderar la radicalidad separatista en Cataluña. Y quieren que Barcelona y los intereses de los barceloneses sean rehenes y moneda de cambio en sus pactos en la Generalitat con comunes y PSC y con el gobierno de España", sostiene la líder del partido naranja en el Ayuntamiento.
MARAGALL, SIN INTERÉS POR LA GESTIÓN DE BARCELONA
"A Maragall jamás le ha interesado la gestión de la ciudad. Su figura únicamente ha ejercido de reclamo ideológico". Para Ciutadans, el liderazgo de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona lo ejercen ellos. "Y así lo hemos demostrado. Es una oposición crítica pero responsable, que no ha dejado de aportar y proponer soluciones moderadas y de consenso ante la situación de degradación y crisis que padece la ciudad".
Para Guilarte, las políticas sectarias y radicales que Colau impone en Barcelona "se ven apoyadas por el tripartito de facto que han conformado comunes, PSC y ERC. Son los jinetes de la Apocalipsis para Barcelona, en el Ayuntamiento, la Diputación y la Área Metropolitana de Barcelona, "una alianza del mal que quieren extender también a la Generalitat si tienen la más mínima oportunidad".
INCOMPETENCIA DEL GOBIERNO DE COLAU
A nivel general, ERC opina que el mandato hasta ahora está claramente marcado por la "excepcionalidad" de la pandemia. "Se trata de un hecho desconocido que ha impactado de lleno en todas las instituciones, pero creemos que el gobierno municipal ha seguido un patrón: dar la culpa a la Generalitat en cuestiones que no ha sabido resolver por su incompetencia", critica Coronas. Por contra, el concejal republicano opina que el ejecutivo local está sumiso al gobierno del Estado. El ejemplo más claro fue la subasta del frente marítimo, concreta.
Para Coronas, en el gobierno municipal hay una falta de liderazgo. "Se van tapando agujeros. Se improvisa, pero no se tiene una visión transformadora de Barcelona. Hoy en día, la ciudad es menos capital que antes de que empezara el mandato", apunta el edil, que define el objetivo de ERC es ser una alternativa de gobierno sin rehuir el conflicto político entre Cataluña y España "y el importante papel que Barcelona tiene en la ecuación".
MARAGALL, CONCEJAL Y DIPUTADO
¿Acabará Maragall el mandato en el Ayuntamiento? Las distintas fuentes consultadas por este medio ofrecen versiones contrapuestas. Las hay que opinan que si ERC gobierna en la Generalitat y Maragall pueder ser conseller, dejará el consistorio. Otras, en cambio, creen que el actual jefe de la oposición tiene entre ceja y ceja ser alcalde y que su intención pasaría por ser de nuevo cabeza de lista en 2023. "No sería extraño que él quisiera repetir a pesar de la edad. Puede ver al presidente electo de Estados Unidos como un referente", apuntan fuentes municipales. Joe Biden es de 1942. Maragall, de 1943. Desde ERC dicen que tras las elecciones autonómicas, "en principio, seguirá como concejal y diputado".