Sonia Sierra: “Con un gobierno feminista, Barcelona es más insegura para las mujeres”
La política de Ciudadanos recalca que Barcelona está mucho peor que en 2015 por el populismo de Colau
6 febrero, 2021 00:00Noticias relacionadas
Ciudadanos ganó las elecciones autonómicas de 2017. Inés Arrimadas acaparó el voto útil constitucionalista, pero tres años y dos meses después los sondeos no son muy favorables para la formación naranja. Sonia Sierra, número 8 de la lista de Cs, recuerda que su partido siempre ha logrado mejores resultados en las urnas que en las encuestas. Sierra, número dos de Ciudadanos en las municipales de 2015, remarca que Barcelona necesita un gobierno constitucionalista en la Generalitat para paliar el populismo de Ada Colau.
- Pregunta: Incertidumbre es, posiblemente, la palabra que mejor retrata las elecciones autonómicas del 14F. Por su resultado y, sobre todo, por el impacto del coronavirus.
- Respuesta: Estamos en una situación distinta, con una pandemia mundial que no se había vivido en los últimos 100 años, y en un mundo globalizado. La clave será la movilización. Justo antes de empezar la entrevista, ha llegado mi voto por correo. A las personas que nos gusta la democracia nos hace mucha ilusión votar presencialmente, pero el voto por correo es una opción muy buena por una cuestión de seguridad. En estas elecciones se tienen que garantizar dos derechos fundamentales: el derecho a voto y el derecho a la salud. Las personas que estén en una mesa deben tener toda la protección posible.
- Las encuestas dan al PSC como ganador y auguran una importante caída de Ciudadanos respecto a las autonómicas de 2017
- Nosotros siempre sacamos mejor resultados en las urnas que en las encuestas. En 2017 nadie nos daba por ganadores, y menos con 36 escaños, y ganamos con bastante diferencia en votos y escaños. Los sondeos nos daban 20 diputados, los mismos que el PSC, y aseguraban que ganaría ERC, que acabó tercera. En Ciudadanos salimos a ganar, a sacar el mejor resultado posible, y esperamos que la mayoría de los catalanes renueven su confianza en nosotros.
- ¿Por qué el factor Arrimadas se diluyó tan rápido?
- Porque Cataluña ha vivido tiempos muy convulsos por el procés, agravados desde 2020 con una pandemia mundial que lo ha trastocado todo. La realidad actual no se puede medir con los mismos parámetros que hace tres años.
- ¿Qué se juega Cs en estas elecciones?
- En estas elecciones no es importante lo que se juega Ciudadanos, sino los ciudadanos. En este caso, los ciudadanos catalanes. Nos jugamos más de lo mismo o un cambio. Y más de lo mismo puede ser un tripartito, después de tener dos y acabar un poco escarmentados, o reeditar un gobierno separatista que ha sido nefasto para los constitucionalistas e incluso para los separatistas. Me gustaría preguntarles qué les han dado a sus votantes. Yo diría que nada. No han sabido gestionar bien ni les han dado nada de lo que les prometieron.
- Y Barcelona, ¿qué se juega?
- Barcelona tiene el agravante de que está gobernada desde hace seis años por un partido populista. Por una parte tenemos un gobierno populista-separatista en Cataluña y, por otro, un gobierno populista en Barcelona. Es una opinión generalizada que Barcelona ha empeorado en muchos aspectos: urbanísticamente es una ciudad más fea, cuando siempre habíamos estado orgullosos de nuestro diseño. También es una ciudad más insegura. La inseguridad es la principal preocupación de los barceloneses, sensación que se mantuvo durante la pandemia, cuando históricamente era una población relativamente segura. Nunca había tenido miedo de salir por la noche hasta los últimos años. Por otra parte han creado problemas de movilidad donde no los había. Con un gobierno sensato en la Generalitat, Barcelona podrá mejorar mucho. Lo mejor para Cataluña y Barcelona serían gobiernos centrados, sensatos, moderados y constitucionalistas. Y la mejor opción es que Ciudadanos logre un buen resultado el 14 de febrero.
- ¿Por qué Ciudadanos nunca ha sido una opción real para liderar Barcelona?
- Ciudadanos tuvo una debacle en las últimas elecciones generales. Es curioso porque teníamos el mismo programa y el mismo candidato en las dos elecciones que se celebraron. Tendríamos que analizar sociológicamente qué paso. Los efectos, posiblemente, empezaron a visualizarse poco después, en las elecciones municipales.
- ¿Se equivocó Ciudadanos al apostar por Manuel Valls como candidato de las elecciones municipales de 2015?
- Si tenemos en cuenta que nada más constituirse el gobierno municipal ya hubo una separación, parece que no fue la mejor opción. Muchos barceloneses hubiesen preferido votar la marca claramente reconocible de Ciudadanos.
- ¿Le hubiera gustado reintegrar en Cs a personas de Barcelona pel Canvi como Eva Parera, ahora en el PP?
- Hace dos o tres días, Parera reivindicaba los indultos. No me parece bien conceder privilegios a los políticos, sean o no separatistas. Estamos en contra de los indultos a políticos, ya sea por casos de corrupción o por intentar dar un golpe a la democracia. Nuestra apuesta por la igualdad de oportunidades es muy nítida. Queremos que todos los barceloneses y todos los catalanes sean iguales ante la ley, y los políticos no pueden tener más privilegios que los ciudadanos.
- ¿Barcelona está mejor o peor que en 2015?
- Barcelona, sin lugar a dudas, está peor. Es una percepción subjetiva que tenemos la mayoría de los barceloneses, pero hay muchos indicadores externos que lo reflejan. Barcelona siempre había sido un polo de atracción, tanto de talento como de emprendedores, y se han cargado ese liderazgo. Collboni dijo que iba a ser la voz de los autónomos y las pymes, y les ha metido un impuestazo. Y luego están los temas de seguridad.
- ¿Qué ha fallado para que Barcelona sea ahora una ciudad más insegura, con más de 500 delitos al día antes de la pandemia?
- Colau, cuando llegó a la alcaldía, hizo bandera de las ocupaciones y del top manta, creando un efecto llamada. Era imposible, por ejemplo, circular en bicicleta por el paseo Juan de Borbón. Eso no pasaba en otra ciudad ni en Barcelona antes de Colau. El fenómeno del top manta es anterior a Colau, pero no tenía las dimensiones que alcanzó hace unos años. Ella comenzó su mandato diciendo que no se debían respetar las leyes que no eran justas, una incitación a saltárselas. Y el tema de los narcopisos. Yo nunca me había sentido insegura en el Raval y, de repente, da miedo andar por el barrio. No se trata de una percepción subjetiva porque había atracos, peleas con machetes, con navajazos, con muertes. Son datos reales. Hubo un incremento de los robos, de las agresiones sexuales y las violaciones. Con un gobierno feminista, Barcelona es una ciudad más insegura para todos y, especialmente, para las mujeres. No se me ocurre nada menos feminista que tener una ciudad insegura para sus mujeres.
- Colau comenzó como alcaldesa activista, ¿cree que ya ha asumido su papel de alcaldesa o la falta de gestión sigue siendo su eterna asignatura pendiente?
- Es una asignatura pendiente. Colau no gestiona nada. La veo con una falsa moral increíble. Dice a los ciudadanos que hagan una cosa y ella hace la contraria. Ha convertido la movilidad en uno de los problemas de la ciudad. Lucha contra el transporte privado, pero ella no se baja del coche oficial. Ni ella ni su tenienta de alcaldesa. Quiere quitar el coche de la ciudad pero no da alternativas. No ha mejorado el transporte público ni es más barato. Y ahora hace pagar por recargar los coches eléctricos. Tiene una doble moral y no está preparada para gestionar.
- Su urbanismo táctico veo que no lo entiende.
- No. Los problemas de movilidad, según los estudios, pueden repercutir en la calidad del aire si hay más atascos y perjudican a los comerciantes, que no reciben ayudas a cambio. La ciudad, además, está más fea. Hay calles que parecen un parchís, con colorines de mal gusto que no entiende nadie.
- ¿Qué efectos puede tener esa política tan marcada contra los vehículos a medio o largo plazo, cuando los coches y las motos serán cada vez más eléctricos y menos contaminantes?
- Una de sus tenientas de alcalde se manifestó directamente en contra de la automoción, un sector que ha generado muchos puestos de trabajo en Barcelona. ¿Cómo es posible que un representante del Ayuntamiento pueda ir en contra de una industria? Está claro que siguen con su activismo, con sus ideas. Ellos gobiernan para los suyos. Piensan que son los buenos, aunque la mayoría de los catalanes consideramos que no. Todos nos podemos equivocar, pero deben gestionar para todos, sin perjudicar la movilidad ni los puestos de trabajo.
- ¿Barcelona y su área metropolitana han sido las grandes víctimas de la inestabilidad política que ha vivido Cataluña en los últimos años?
- Todos hemos sido víctimas del proceso separatista. El nacionalismo siempre ha tenido una especie de inquina a Barcelona y el área metropolitana. Supongo que su mentalidad abierta no les gusta, porque va en contra del procés, sinónimo de levantar muros y dividir a la sociedad. El nacionalismo nunca ha simpatizado con Barcelona y su área metropolitana, a diferencia del resto del mundo.
- ¿Por dónde pasará la recuperación de sectores que sufren mucho con la pandemia como la restauración y el comercio?
- España es uno de los países que menos ayuda a los autónomos. Lo primero que necesitamos son ayudas para los sectores afectados. Proponemos que se bonifique hasta el 75% de las pérdidas como en Alemania, donde dan ayudas de hasta 4.000 euros para pagar alquileres. Si no facturas no deben pagar cuotas. Los hoteleros, restauradores y comerciantes quieren las mismas ayudas que, por ejemplo, reciben en Madrid, donde están funcionando mejor. No hay grandes diferencias en las cifras de incidencia del coronavirus, pero sí hay una gran diferencia en cómo lo viven los sectores económicos.