Ada Colau asumió que Barcelona en Comú había perdido las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019 tras el recuento definitivo de los votos. Ernest Maragall celebraba la victoria de ERC y, lejos de seducir a su rival (4.833 votos menos) para formar un gobierno de coalición, anunció que Barcelona sería “la punta de lanza del derecho de autodeterminación de Cataluña”. Su error, de bulto, activó un pacto entre comunes y PSC que fue respaldado por Manuel Valls. Un año y 10 meses después, Maragall ejerce una oposición muy tibia y se ha convertido en el mejor aliado de Colau con la aprobación de los presupuestos, su apoyo al urbanismo táctico, a la unión del tranvía y otras políticas clave para los comunes.

¿Qué ha pasado para que ERC haya perdonado la “traición” y se haya convertido en el mejor aliado de Colau? Las claves del cambio de Maragall para la gobernanza de Barcelona pasan por Madrid y el Parlament, según los politólogos y líderes de otras formaciones políticas consultados por Metrópoli Abierta. Su edad (78 años) también explica el perfil bajo del líder republicano, que hace dos años quería culminar su longeva trayectoria política como alcalde.

NEXOS CON LOS COMUNES

El desengaño, tras el veto a ERC en 2019, fue mayúsculo, pero Maragall ha optado por influir en las políticas sociales y económicas de Colau desde la colaboración en lugar del enfrentamiento. El líder de ERC, en cambio, no ha perdonado que Valls facilitara la investidura de la actual alcaldesa y le acusa de “haber desaparecido” de Barcelona.

Ernest Maragall celebra la victoria de ERC en las elecciones municipales / EFE



“ERC no hace una oposición dura en el Ayuntamiento de Barcelona por su voluntad, durante los últimos meses, de incorporar a los comunes en el Parlament. Maragall ha aprobado los presupuestos de Barcelona y Catalunya en Comú, los de Cataluña”, explica el politólogo y profesor asociado de la UAB Oriol Bartomeus. “Los comunes, además, juegan a ser el enlace de ERC ante el Gobierno central. Hay nexos entre las dos formaciones y es difícil que se produzca un desencuentro traumático, aunque en Catalunya en Comú no deben estar muy contentos con la Mesa del Parlament”, añade.

ÚLTIMA AVENTURA POLÍTICA

Bartomeus recalca que “Maragall fue proyectado para ganar las elecciones municipales y ser el alcalde de Barcelona”. “Ahora no tiene necesidad de posicionarse mediáticamente como líder de la oposición en el Ayuntamiento porque la actual, probablemente, sea su última aventura política”, remarca el politólogo.

Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona, coincide en gran parte con el diagnóstico de Bartomeus. Recuerda, no obstante, que Maragall anunció que haría “una oposición dura” tras la investidura de Colau. Pero, inmediatamente, apunta: “En 2019 pasaron muchas cosas. Entre ellas, un cambio de rumbo de ERC, que permitió la investidura de Pedro Sánchez en Madrid y votó a favor de los presupuestos generales”.

BILDU Y ERC

El experto también argumenta que, en Madrid, Podemos abandera “la coalición no escrita” con Bildu y ERC en el Gobierno central. “La última campaña de Pablo Iglesias en Cataluña estuvo llena de guiños al soberanismo, hablando de Puigdemont como un exiliado y enviando mensajes de acercamiento a ERC”, agrega.

Jaume Collboni, Ada Colau y Ernest Maragall, en el Ayuntamiento de Barcelona / EFE



Colomé asegura que Maragall “tiene línea directa con Colau sin la intermediación de los socialistas”. “ERC no quiere saber nada del PSC, pero tiene una buena sintonía con los comunes. Las estrategias y los pactos en Madrid también influyen en el espacio municipal. Por eso, Maragall bajó el tono y su discurso es más antisocialista que anticomún”, añade.

EL DISCURSO DE MARAGALL

En su análisis de la amarga victoria de ERC en las municipales de 2019, Colomé enfatiza que “el discurso de Maragall fue inapropiado”. “En lugar de tender manos y buscar complicidades, puso condiciones cuando Colau ya había reconocido que Barcelona en Comú había perdido las elecciones”, sentencia el politólogo.

En ERC, mientras, destacan la “oposición inteligente” de Maragall al Gobierno municipal que lideran Colau y Collboni. El concejal Jordi Coronas asegura que el veterano político “antepone los intereses de Barcelona por encima de las personas y del partido” y destaca su apoyo a los presupuestos de la ciudad, a la unión del tranvía por la Diagonal, a la reconversión del 22@ y los pactos de fiscalidad.

DEFIENDE LOS BLOQUES DE HORMIGÓN

ERC también se ha posicionado a favor de Colau en sus políticas urbanísticas y, sobre todo, ha validado la instalación de bloques de hormigón en las calles de Barcelona, muy cuestionados por la oposición y también desde las filas del PSC. Las quejas de muchos ciudadanos y, sobre todo, de los motoristas no parece preocupar demasiado a los republicanos. Su buena sintonía con los comunes, según fuentes del consistorio, contrastan con una relación mucho más tensa con los socialistas.

Una moto circula al lado de un bloque de hormigón, en Barcelona / ELISABET GONZÁLEZ



“Los bloques de hormigón no son un elemento peligroso para los motoristas porque la velocidad máxima permitida en estas calles es de 30 kilómetros por hora”, sostiene Max Zañartu, concejal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. Zañartu también aduce que “ERC apuesta por un peaje de toxicidad y una mayor apuesta por el transporte público metropolitano”.

COMPARECENCIAS ESCASAS

Maragall, mientras, reduce al mínimo sus comparecencias públicas y sus quejas a la gestión de Colau. En una entrevista concedida a este medio, esquivó la pregunta de si Barcelona estaba ahora peor que en 2015: “Barcelona está peor que hace 15 años porque hay más desigualdades”, dijo el líder de ERC. Maragall atribuyó el aumento de los delitos en la capital catalana a la “crisis” y la llegada de “nuevos ciudadanos”. No quiso valorar las políticas de seguridad de los comunes ni sus tensiones con la Guardia Urbana. Recientemente, el líder republicano dijo en TV3 que Colau es víctima de una "persecución" con finalidades políticas por la decisión de Fiscalía de investigar algunas subvenciones que se conceden desde el Ayuntamiento de Barcelona a entidades amigas.

El papel de Maragall es criticado por los otros partidos de la oposición. Le acusan de estar más pendiente de la Generalitat que del Ayuntamiento y de ser la tercera pata de un tripartito con Barcelona en Comú y el PSC. Eva Parera, concejala de Barcelona pel Canvi, asegura que el político republicano “está casi desaparecido” y Óscar Ramírez, concejal del PP, remarca que su papel en el Ayuntamiento “es irrelevante”.

EL COLABORACIONISMO DE ERC

Ramírez añade: “El compromiso de Maragall con Barcelona es nulo. Está más centrado en Cataluña”. La sentencia del concejal del PP es compartida por Luz Guilarte, líder de Ciutadans en el Ayuntamiento, quien añade: “Comunes, PSC y ERC funcionan como un tripartito de facto”.

Ernest Maragall, en rueda de prensa / EFE



El colaboracionismo de ERC con Colau contrasta, por ejemplo, con la "oposición plena y frontal" de Junts per Catalunya respecto al Gobierno municipal. En los últimos meses, el portavoz de Junts per Catalunya, Jordi Martí, había cuestionado el papel de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona, destacando que "ERC actúa como socio prioritario de Colau por sus perspectivas de futuro en lugar de hacer oposición".

El resultado de las últimas elecciones autonómicas, con un muy probable pacto de gobierno entre Junts per Catalunya y ERC, podría provocar un cierto distanciamiento de los republicanos respecto a Colau. Hasta ahora, Maragall ha sido un buen aliado de la alcaldesa, que a veces tiene mejor sintonía con su gran rival en las urnas que con sus socios socialistas, con quienes discrepa en muchas cuestiones, sobre todo en temas económicos, urbanísticos y de movilidad.

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