La entrada de Marilén Barceló, la regidora que ha abandonado el grupo municipal de Ciutadans, en el partido de Manuel Valls depende de un informe que debe emitir la Secretaría General del Ayuntamiento de Barcelona que encabeza Jordi Cases. Así lo confirman fuentes del consistorio, que no concretan ningún plazo de tiempo para la emisión del citado documento.
Como explicó Metrópoli este lunes, Barceló se ha ido del partido naranja por "discrepancias con el liderazgo y la coordinación del grupo municipal", o lo que es lo mismo por malas relaciones con la presidenta de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona Mariluz Guilarte, que acusa a Barceló de "tránsfuga" y le pide que devuelva el acta de regidora.
REGIDORA NO ADSCRITA
Tras dejar Ciutadans, Barceló se convierte en regidora no adscrita, esto es que no pertenece a ninguna formación municipal. Ella ha pedido entrar en Barcelona pel Canvi, la formación que lideran Valls y Eva Parera, pero la decisión última la tendrá el informe que emitirá la Secretaría General, insisten las fuentes municipales consultadas.
Hasta ahora cuando se ha producido la ruptura de un grupo municipal, el edil saliente ha pasado a ser concejal no adscrito. Así pasó el mandato pasado con Juanjo Puigcorbé o Gerard Ardanuy, por citar dos ejemplos. La diferencia ahora es que Barceló formó parte de una candidatura única, formada por Barcelona pel Canvi-Ciutadans, y desde el partido de Manuel Valls se cree el Ayuntamiento tendría que aceptar que pase a su grupo municipal.
EL REGLAMENTO DE ORGANIZACIÓN MUNICIPAL
No lo ve igual Guilarte, que cree que el Reglamento de Organización Municipal (ROM) es muy claro y dice que "tiene que ser no adscrita". Según el artículo 43 del ROM, "los concejales que, por cualquier causa que no sea la disolución de una coalición electoral, abandonen los partidos o agrupaciones por los que han sido elegidos no pasan al grupo mixto, sino que se organizan a partir de la creación de la figura de los no adscritos y actúan de manera aislada y sin recibir ni beneficiarse de los recursos económicos y materiales que deben tener a su disposición los grupos", subraya el reglamento.
Como dice el ROM, si Barceló pasa a ser regidora no adscrita no podrá contar con los recursos materiales de los que disponen los grupos municipales. También puede ver rebajado su sueldo y perder los cargos que ostenta -es presidenta del distrito de Sant Martí-. Lo que está claro es que, aunque no entre oficialmente en el partido de Valls, los asesores de Barcelona pel Canvi trabajarán para ella y el voto de la formación y de la edil irán en la misma dirección en comisiones o plenos.
HACIA LAS ELECCIONES DE 2023
De cara a las municipales de 2023, muy probablemente los miembros de Barcelona pel Canvi -en un futuro Seny, si Parera no cambia otra vez el nombre- y Barceló concurrirán juntos a las elecciones, posiblemente bajo el paraguas del PP, partido del que Parera es diputada autonómica.