El Ayuntamiento de Barcelona es toda una maquinaria de dar contratos a dedo. Las adjudicaciones por concesión directa, es decir, sin la realización de un concurso público, se han convertido en una referencia del gobierno municipal de Ada Colau. Se desprende de las contrataciones que realizó el consistorio entre 2015 y 2018, durante el pasado mandato. Hasta un 94,44% de las mismas siguieron esta fórmula. Este porcentaje se traduce en una cantidad de 261 millones de euros.

Una vez más, el Ayuntamiento ha optado por este método. La beneficiaria es la Associació Cultural i Mediambiental Camí Amic, que comparte posicionamiento ideológico con los comunes.

PROYECTO COMPLETO

El consistorio ha adjudicado un total de 49.230,00 euros a la entidad, que se destinarán a la cobertura íntegra del proyecto Camí Amic 2021 para fomentar la pacificación de calles en la capital catalana con el sistema de superillas.

El colectivo indica que "promueve cambios en la organización del espacio público y en las conductas ciudadanas para hacer posible la creación de espacios de convivencia comunes". Para llegar a este objetivo, defiende la "pacificación del eje Consell de Cent-Comte Borrell", facilitando "la creación de una red de calles pacificadas que llegue a todos los centros educativos" para que las calles sean espacios de "intercambio de ideas y enriquecimiento personal para todos".

La entidad se centra en el trabajo con los niños y las familias, por lo que prepara propuestas en materia de urbanismo fomentando "la incorporación de la perspectiva de derechos de los niños en la toma de decisiones".

Diseño de una plaza de la superilla del Eixample / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



CONTRA EL VEHÍCULO PRIVADO

La asociación se felicita por haber "conseguido" que la calle Comte Borrell se haya convertido en una "vía 30", favoreciendo a los ciclistas y ampliando las aceras para los viandantes.

Además, celebra haber logrado la colocación de "nuevos semáforos, vallas de protección y señalizaciones específicas", así como "aparcamiento de bicicletas".

El colectivo forma parte del grupo impulsor de la superilla del Eixample, mediante el estudio de la futura pacificación de la calle Consell de Cent y "poniendo especial énfasis en el tramo entre las calles Viladomat y Borrell" y en la confluencia de esta última vía con Consell de Cent.

CAMBIO CULTURAL

Como reto de futuro, la asociación quiere conseguir "complicidad ciudadana para protagonizar un cambio cultural", en el que se lleve a cabo un uso diferente del "espacio público" que vaya en la línea de eliminar espacio para el coche y ganarlo en forma de aceras para el viandante barcelonés, especialmente para los niños.

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