Dos de las empresas castigadas por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para construir el túnel de Glòries han recibido ahora sendos contratos multimillonarios para realizar la conexión del tranvía por la Diagonal. Se trata de Copisa y de Comsa. Ambas formaban parte de la unión temporal de empresas que se adjudicó el contrato de construcción del túnel de Glòries en tiempos de Xavier Trias como alcalde. Los planos con errores de bulto que facilitó el Ayuntamiento provocaron que no se pudiesen cumplir los plazos (en ellos no constaban elementos que se interponían en la construcción el túnel e incluso una línea ferroviaria) y se dispararon los costes y los retrasos.

En 2017, Colau decidió rescindir el contrato y convocar un nuevo concurso para terminar la faraónica obra, que salió de nuevo a licitación por casi 100 millones de euros. Las cuatro empresas que formaban la UTE que lo había empezado a construir llevaron al Ayuntamiento a los tribunales y ganaron el pleito: los jueces dictaminaron que el consistorio barcelonés debía pagar unos cuatro millones de euros en indemnizaciones a las empresas.

Ada Colau durante una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Barcelona / EFE

DESISTIERON DE RECLAMAR MÁS DINERO

Las constructoras no recurrieron para obtener mayor indemnización y desistieron de exigir el lucro cesante, que podría haber supuesto una indemnización de más del doble. Fuentes de estas empresas señalaron a Metrópoli que las relaciones con el consistorio quedaron en una especie de limbo pero que habían recibido la confirmación de que se les encargarían más obras públicas municipales en el futuro. En realidad, las cuatro empresas expulsadas (Copisa, Comsa, Rogasa y Benito Arnó) siguieron estos años consiguiendo contratos del Ayuntamiento.

Prueba de ello fue la adjudicación, unos meses más tarde, en abril de 2018, de la construcción de la Biblioteca Gabriel García Márquez, en el distrito de Sant Martí, a Copisa (en alianza con Constructora San José) por más de 6,6 millones de euros. La propia Copisa firmó el pasado 29 de abril de 2021 un suculento contrato con Bimsa de 9,7 millones de euros para realizar la biblioteca y la sede del distrito de Sarrià. La constructora barcelonesa concurría en esa con Solvetia. Hace poco más de una semana, Copisa también se adjudicó, juntamente con Natur System (una de las empresas implicadas en el Caso Palau), y con Solvetia el contrato de construcción de la remodelación del MUHBA por casi 2 millones de euros. Comsa, una empresa muy vinculada a Convergència (sus propietarios, la familia Sumarroca, habían sido cofundadores del partido junto a Jordi Pujol), en cambio, sólo obtuvieron desde entonces contratos de poca monta con el Ayuntamiento de Barcelona (y casi nunca directamente, sino a través de organismos municipales), aunque siguió manteniendo contratos con multitud de consistorios catalanes y, especialmente, con la Generalitat, de la que recibió importantes adjudicaciones desde el 2017.

Ahora, Copisa y Comsa, las dos empresas más potentes que se habían hecho con las obras del túnel de Glories para luego ser expulsadas por Colau, lograron entrar de nuevo en el podio de las grandes obras municipales. Comsa se llevó, junto a FCC Construcción, las obras correspondientes al tramo entre Nàpols y Girona, por un importe total de más de 10,9 millones de euros. Por su parte, Copisa concurrió junto a Ferrovial Construcción y a Construcciones Rubau y se llevó el tramo de la urbanización de la plaza de Glòries por un monto de más de 8,3 millones de euros.

Render del tranvía por la Diagonal, unos de los proyectos de Colau para el 2022 / AYUNTAMIENTO EN BARCELONA

NUEVA ESTRATEGIA MUNICIPAL

Las obras correrán a cargo de la empresa pública Bimsa, responsable de la obra municipal, y las adjudicaciones fueron aprobadas hace unos días por el consejo de Administración de la misma. Aparte de los dos tramos citados, hubo dos adjudicaciones más: una a la UTE formada por Vías y Construcciones y CRC Obras y Servicios por 10,1 millones de euros por el tramo entre Gran Via y Lepant, y otra de 16,6 millones por el tendido entre Lepant y Nàpols que llevará a cabo la UTE Copcisa, Sacyr Construcción y Scrinser (filial de Sacyr). “Después de la adjudicación de estos cuatro lotes de la primera fase de obras, todavía quedarán pendientes cinco más, relacionados con sistemas y vías, que se irán adjudicando progresivamente durante los próximos meses”, dice una nota de Bimsa del 27 de diciembre.

En el 2017, la cúpula municipal abominó de los proyectos adjudicados a una sola UTE y fracturó en cinco lotes diferentes el túnel de menos de un kilómetro. Ahora, para cubrir el trayecto entre Glòries y Girona, se dividió esa distancia (por el subsuelo de la Diagonal) en cuatro tramos. La propia teniente de alcalde, Janet Sanz, había culpado a la UTE de Comsa, Copisa, Rogasa y Benito Arnó del retraso de las obras y de los problemas que hubo en su construcción, omitiendo el informe que la propia Bimsa había encargado al Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITEC), que relataba detalladamente los errores de bulto de los planos facilitados por el Ayuntamiento a las empresas.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

PACTO DE CABALLEROS

Desde el equipo de gobierno municipal siempre se había mirado hacia el anterior equipo de Trias como el responsable político del asunto. Y los dedos señalaban a Antoni Vives, la mano derecha del alcalde, detenido en el marco de la "Operación 3%". Además, durante la construcción de la primera fase, estalló ese escándalo, llamado así por ser el 3% la mordida que supuestamente cobraba Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) por adjudicar obra pública.

La situación llegó a ser muy tirante entre las empresas de la UTE de Glòries y el equipo municipal. Finalmente, tras la sentencia que daba la razón a las compañías, hubo un pacto de caballeros para que las constructoras no llevasen el tema más allá. El silencio de las empresas para no recurrir la sentencia y pedir indemnización por lucro cesante ha sido fundamental para que ahora las dos multinacionales citadas hayan entrado en el reparto de las obras del tranvía, ya que un pleito sostenido en el tiempo hubiese supuesto una situación muy desagradable tanto para ellas como para el consistorio.

Dos tranvías, en una parada en Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

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