Más de 350 funcionarios municipales trabajan también en la actividad privada
Desde auxiliares administrativos hasta funcionarios de carrera o cargos de confianza pueden trabajar fuera del consistorio si no registran conflicto de intereses
10 marzo, 2022 00:00Noticias relacionadas
El Ayuntamiento de Barcelona tiene 354 funcionarios o cargos de confianza con permiso para ejercer una doble actividad laboral: además de su labor en la administración local, pueden realizar actividades privadas para las que han sido habilitados después de que sus casos se hubiesen revisado en el consistorio. La mayor parte de este personal está integrado por funcionarios de carrera, aunque también hay otro tipo de personal público. El personal eventual, es decir, el que ha sido contratado para ocupar un cargo de confianza es mínimo: solo disfrutan de permisos para esa segunda actividad media docena de cargos de confianza contratados como asesores.
¿Por qué se concede la compatibilidad? Hay tantas razones como casos. En todo caso, esa compatibilidad no supone interferencia alguna en las labores que el funcionario o trabajador pueda realizar como empleado municipal. En otros casos, puede haber problemas, pero la actividad privada se limita siempre y, en último extremo, tiene preferencia el trabajo público al privado, no pudiendo interferir nunca éste con el desempeño de la labor pública.
EL JEFE DE GABINETE DE COLAU
Ancor Mesa, director del gabinete de alcaldía (es decir, el jefe de la guardia pretoriana de Ada Colau), desde el 20 de febrero de 2020 tiene permiso para ser consejero del distrito de Sants Montjuïc. Es uno de los pocos que pueden disfrutar de ese privilegio, pues sólo seis asesores se encuentran en su misma situación. Mesa tiene un salario oficial de 58.369 euros anuales, pero en aplicación el código ético de Barcelona en Comú (BeC) percibe unos ingresos netos mensuales de 2.188,45 euros en 14 pagas. Ancor es doctor en Psicología Social y su trayectoria ha estado ligada siempre al mundo universitario y a la docencia, aunque desde 2010 a 2018 también compaginó su trabajo docente con el de técnico en sociología para la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB).
Montserrat Mompió, jefa de gabinete de la concejalía de Educación (que depende del exsocialista Jordi Martí), disfruta desde el 13 de enero de 2021 de permiso para realizar “consultoría, talleres y formación en temas de igualdad, liderazgo y orientación profesional”. Mompió se licenció en Ciencias Políticas y de la Administración en 2016 y ha sido técnica de proyectos en Joves d’Esquerra Verda y asesora en el Congreso de los Diputados desde 2016 a 2021. Su salario es de 53.883 euros anuales, pero en virtud del código ético de los comunes, también cobra los 2.188,45 euros mensuales. Su compañera de concejalía Júlia Miralles, asesora, puede publicar colaboraciones y artículos de opinión desde el 19 de marzo de 2020. En el caso de Miralles, sus emolumentos son iguales que los de Mompió.
LARGA TRAYECTORIA
Otro jefe de gabinete, Iván Pera, jefe de gabinete de la quinta tenencia de alcaldía (o sea, de Albert Batlle), puede, desde el 12 de julio de 2018, realizar tareas ajenas a la administración como “coordinador de proyectos de la Fundació Carta de la Pau dirigida a la ONU”. Esta entidad, presidida por Jordi Cussó, está dirigida por Jordi Palou-Loverdos. Su finalidad es “ofrecer propuestas concretas que contribuyan a edificar la paz, dar respuesta a conflictos sociales y desarrollar oportunidades para fortalecer la convivencia pacífica entre personas y comunidades”. En realidad, Pera es asesor a media jornada y tiene una larga trayectoria en gestión. Entre otras cosas, fue actor de doblaje, guionista de radio, concejal en Mataró y presidente del Consell Comarcal del Maresme. Su salario en el consistorio, según consta en el portal de la transparencia es de 70.012 euros.
Por su parte, Rubén Serrano es asesor eventual de la concejalía de Derechos de Ciudadanía y desde el pasado 11 de noviembre disfruta de permiso para trabajar también como periodista especializado en materia LGTBI. Su salario como asesor municipal, sin embargo, está muy por debajo de los anteriores, puesto que solo cobra el erario público 23.250 euros. Por último, Eva Soria, directora de la Carta Municipal adscrita al Institut de Cultura de Barcelona (Icub) como personal eventual, puede, desde el 18 de noviembre de 2021, ejercer también como profesora-colaboradora de la Universitat Oberta de Catalunya (UPC) para el curso 2021-2022.
DE LAS PORRAS AL BUFETE
El resto de personal, en su mayoría, se corresponde con funcionarios de carrera o interinos (aunque también hay algún trabajador laboral fijo, laborable subrogado, estructural temporal o interino acumulado a alguna tarea). El cabo Sergio A., del SPEIS, por ejemplo, lleva desde 2019 como formador del CEF. El agente de la Guardia Urbana Daniel C., miembro de la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad (UREP), puede alternar, desde el pasado 11 de febrero, su trabajo entre escudos y porras (no hay que olvidar que la UREP son los antidisturbios del Ayuntamiento) con el ejercicio de la abogacía en las especialidades de derecho laboral, civil, familia y mercantil, “ajustándose a los límites y condicionantes establecidos en el Acuerdo de la Comisión de Gobierno de 21 de abril de 2016”.
No deja de ser curioso el caso del conductor Juan A., asignado al parque móvil y funcionario de carrera: el 13 de octubre de 2010 recibió permiso para ejercer como arquitecto y el 26 de octubre de 2011 obtuvo un nuevo permiso de compatibilidad para ser monitor de actividades recreativas y de ocio en el Club Lleuresport de Barcelona. Otro conductor, Joan O., también asignado al parque móvil, puede trabajar en un taller de coches desde el 28 de febrero de 2019. Anna A., de la dirección del área de Régimen Jurídico, letrada consistorial, también se dedica al libre ejercicio de la abogacía desde el 16 de noviembre de 2011. Marta P., jefe de departamento en el distrito de Sant Martí, imparte asesoramiento legal en materia urbanística e inmobiliaria como administradora única de Espai JV9 Serveis Urbanístics desde el 15 de octubre de 2020, sociedad de la que también es socia.
ADMINISTRATIVA Y EMPRESARIA
La interina Sara B., en cambio, ejerce desde noviembre de 2019 como asesora inmobiliaria por cuenta propia. La administrativa Isabel B., del distrito de Horta-Guinardó, tuvo su compatibilidad desde el 7 de octubre de 2015 para ser socia y apoderada de la empresa Manetes de la Llar Reformas. El bombero Sergi B. logró permiso el pasado 30 de diciembre para ser formador del Institut Superior de Policia de Catalunya (ISPC) y su compañero Álvaro C. es, desde el 1 de octubre de 2020, arquitecto técnico en la empresa Qualis. Maria C., una auxiliar administrativa de la primera tenencia de alcaldía, compagina su labor en la plaza de Sant Jaume con el oficio de comunity manager desde el 7 de junio de 2018. Y Eva D., perteneciente a la gerencia de recursos, puede ser profesora de yoga en la Fundació Claror-Poliesportiu Marítim desde el 1 de octubre de 2021 hasta el 30 de septiembre de 2022.
Núria A., integrante del departamento de recursos internos, tiene la compatibilidad desde enero de 2018 para realizar investigación científica y técnica de la Fundació Clínic de la Recerca Biomèdica. El proyecto que desarrolla lleva por título Caracterización del miedo a la insuficiencia renal en el donante renal en vida. Beatriz A., una trabajadora temporal del área de vigilancia de la salud, recibió permiso el 21 de enero de 202 para trabajar también como técnica superior en salud pública en la conselleria de Salut como “apoyo de vigilancia epidemiológica por la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19”.
POLÍTICOS ELECTOS
Un caso excepcional es el del bombero Jordi Pas, que resultó elegido alcalde del Ayuntamiento de Callús desde el 26 de noviembre de 2020. A su lado, figuran ocho trabajadores más a los que se ha tenido que aplicar la compatibilidad apara que puedan ejercer su trabajo como cargos electos, puesto que fueron elegidos concejales en diferentes ayuntamientos. En esta situación se encuentran Anna Maria Aroca, técnica superior de gestión en la Hacienda de Barcelona que es también concejala de Molins de Rei desde el 31 de octubre de 2019. Begoña Aventín, administrativa, es concejal de Seira desde el 5 de septiembre de 2019. Los bomberos Marcel·lí Bosch y Eduard Perarnau resultaron elegidos en Matadepera y Espunyola respectivamente. La funcionaria de trabajo social Cecilia Collado es edila de Cerdanyola del Vallès desde el 10 de octubre de 2019. Carlos García, interino estructural en Barcelona, compagina su labor con la de concejal en Premià de Dalt desde el 17 de octubre de 2019. Carme Herrero, coordinadora de servicios a las personas en el Distrito de Sant Martí, es también regidora en Parets del Vallès desde el 11 de marzo de 2021. Y Joan Tomàs, técnico superior de ingeniería, compagina su trabajo en Barcelona con una concejalía en Sant Feliu Sasserra desde el 31 de octubre de 2019.
En resumen: trabajadores municipales trabajan alternativamente en tiendas propias, como asalariados de empresas privadas o como profesionales liberales tras pedir permiso y después de que los técnicos municipales revisen que el trabajo que realizará al margen de la administración local no puede crear conflicto de intereses. Arquitectos, ingenieros, periodistas, asesores, abogados, vendedores, sanitarios, fisioterapeutas, profesores, agentes comerciales son los trabajos más realizados por esa pequeña legión de trabajadores públicos que también se buscan la vida fuera de los despachos de la administración.