Ganas de agradar, de ser empática y de conectar con la audiencia. Pero, ¿cuál es el límite? Una entrevista de la escritora Maria de la Pau Janer en 8tv a Elsa Artadi ha causado estupor en las redes sociales, con comentarios de algunos exdirigentes que fueron pesos pesados en la exCiU. Artadi responde a Janer en el programa Amazones, sobre las mujeres más influyentes de Cataluña. Repasa su trayectoria académica y política, con referentes como Andreu Mas-Colell y Artur Mas y dibuja un mundo de “cuento”.
Ha sido Ignasi Guardans, abogado, que vive en Bruselas, quien desde su cuenta de Twitter se ha referido con dureza a los comentarios de Artadi. Lo hace como si la entrevista se hubiera producido cuando la alcaldable de JxCat por Barcelona era una niña:
“Es enternecedor ver este vídeo de Elsa Artadi, filmada cuando era una niña pequeña, viendo y contando cómo es su país, con ese candor, esa simpleza de cuento, tan propios de esa corta edad”, sentencia Guardans, que fue eurodiputado de CiU, entre otros cargos.
Artadi, a preguntas de Maria de la Pau Janer, que, en ningún momento pretende cambiar el registro de conversación sencilla y amable, ni le afea ninguno de los comentarios, asegura que “los catalanes no son de peleas”, y que solo “algunos políticos lo hacen”. Asegura, y ese es el interés de Guardans para formular su comentario, que Cataluña se parece “más a Muriel Casals”, que la gente “desconecta” cuando se encuentra con peleas políticas y que se vio “más reflejada en 2017”, con el referéndum de independencia. O cuando ve que la clase política afronta con “entereza” todo lo que ha pasado: “prisión, exilio, represión, persecución y espionaje”. En ese caso, “hay un vínculo”, pero no cuando hay peleas, “porque la gente no es así”.
Siempre con una enorme sonrisa, con un tono amable, edulcorado, Artadi responde a las mismas preguntas edulcoradas de Janer. Y Guardans explota:
“Cuando crezca, la pobre, y vea el país real, ¡uy, qué disgusto!
Artadi mantiene ese tono durante toda la entrevista, aunque ha endurecido su política de oposición en el Ayuntamiento de Barcelona. Pese a que Junts per Catalunya la ha encumbrado como candidata a la alcaldía, su propio partido vive tiempos convulsos con un congreso en junio que puede ser decisivo para conocer qué línea seguirá en los próximos años.