Siempre debería haber un plan B. Pero en los partidos políticos, que han decidido vivir al día y con tácticas a corto plazo, ese razonamiento no existe. La salida de Elsa Artadi como candidata de JxCat a la alcaldía de Barcelona, y el ‘no’ de Xavier Trias a aparecer como el dirigente veterano ‘salvador’, abre la puerta a otras opciones, que también buscan acomodarse en la nueva relación de fuerzas en el seno del partido. Uno de ellos es el actual consejero de Economía de la Generalitat, Jaume Giró, que ahora, con el ‘no’ definitivo de Trias, se coloca en el mercado en Barcelona.
¿Por qué y con qué opciones? Su nombre no deja de aparecer en todas las conversaciones internas sobre el futuro de Junts per Catalunya. A Giró, que ha buscado abrir el abanico en la política catalana, como consejero de Economía y con la puerta abierta a posibles acuerdos con el PSC, el mayor poder orgánico de Laura Borràs no le beneficia. En los últimos meses su buena relación con Jordi Sànchez había dibujado un escenario más diáfano: trabajo duro en el departamento de Economía y esperar como posible candidato a la Generalitat, siempre que Junts per Catalunya se organizara como un verdadero partido político.
TURULL Y SU EJÉRCITO DE FIELES
Pero la renuncia de Jordi Sànchez al cargo de secretario general, obligó a replantearlo todo. Sànchez se vio incapaz de organizar Junts como un partido, y el congreso que se celebrará el 4 de junio iba a dejar en la figura de Jordi Turull ese encargo de futuro. Giró buscó ese acercamiento con Turull, que significa, en la práctica, volver a las formas convergentes: organización interna, apuesta ideológica clara en el terreno del independentismo liberal, y ser competitivo para derrotar electoralmente tanto a ERC como al PSC.
Sin embargo, Laura Borràs ha buscado su sitio, y el reparto orgánico será del 50% para Borràs y el otro 50% para Turull. Éste, un dirigente químicamente convergente, que trabaja siempre con un ejército de fieles, a los que recompensa con buenos puestos, será el secretario general, pero Borràs, en calidad de presidenta del partido, también tendrá responsabilidades ejecutivas. Y en ese nuevo terreno de juego, Giró podría saltar del tablero.
Las fuentes consultadas, del ámbito de JxCat, no saben discernir con claridad quién podrá ganar esa batalla, con el riesgo de una implosión del partido. Ni Borràs podrá “comerse” a Jordi Turull, como ha señalado el ex secretario de comunicación de la Generalitat con el gobierno de Artur Mas, Josep Martí Blanch, ni Turull podrá prescindir en todas las decisiones de Borràs.
El nombre de Giró, que quería saber, como todos los dirigentes de JxCat de Barcelona qué decisión iba a tomar Xavier Trias, surge ahora como posible candidato en la capital catalana. Sería el estandarte “de todo lo contrario a Ada Colau”, señalan las mismas fuentes.
¿ACERCAMIENTO AL PSC?
Trias, en todo caso, ha ofrecido dos nombres, en función de si JxCat está dispuesto como partido a ser paciente y a aguantar –como hizo CiU con él mismo, como candidato a la alcaldía –y esperar varias legislaturas para ganar–. Se trata de Jordi Martí y de Neus Munté. Las dos figuras representan un mundo que se ha desvanecido, el convergente, pero que aparece de nuevo, tras el fracaso de los prepolíticos que siguieron a Carles Puigdemont, y que tienen como única bandera el independentismo y los deseos de frustrar cualquier gobernabilidad con ERC. Es el caso de Laura Borràs.
En ese escenario de caos, de “implosión” si el resultado del congreso de JxCat no es satisfactorio, los actuales cinco concejales de la formación postconvergente en el Ayuntamiento de Barcelona valoran qué hacer. La pretensión, aunque cueste manifestarla de forma pública, es buscar algún acuerdo tras la noche electoral con el PSC. Sería la garantía de poder gobernar la ciudad, de frustrar las aspiraciones de ERC, y de cambiar el panorama en toda la política catalana. ¿Giró puede ser el hombre para ello? En todo caso, para esa fórmula, JxCat debería reforzar sus resultados, superando esa barrerra de los cinco o seis concejales.
Todas las piezas de JxCat, en todo caso, buscan ahora su acomodo. Y nadie se moverá hasta que se sepa quién puede mandar –de verdad– en el partido, tras el congreso. Giró ha pasado, en todo caso, se ha colocado ahora en el “mercado” del partido “en Barcelona”.
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