Collboni: “La realidad económica de Barcelona se debe al PSC, que defiende el crecimiento"

Las diferencias en el seno del gobierno municipal se han explicitado en los últimos dos meses. El primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, quiere marcar un perfil muy distinto al de Ada Colau. No tanto para constatar tanto esas diferencias, como para “manifestar el programa socialista”. Y en esa tarea quiere volcarse, consciente de que queda un año para las elecciones municipales y que se juega todas sus opciones para ser alcalde de Barcelona. Su posición es clara: “La realidad económica de Barcelona, con datos muy positivos, se debe al PSC, que defiende el crecimiento”. Esa es su estrategia, que se aleja de la idea de buscar una ruptura y salir del gobierno en los últimos meses de mandato.

Esa es la clave, a juicio de Collboni. En una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli, el dirigente socialista asegura que los comunes caen en una contradicción, y, en particular, la alcaldesa Ada Colau. “Los que apuestan por el decrecimiento, después se refieren al hecho de que Barcelona ha logrado concentrar la inversión en toda España en oficinas, y esos datos lo que muestran es que, precisamente, hay crecimiento”.

CANDIDATURA Y PRIMARIAS

Collboni señala que será candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. “Seré candidato a la alcaldía, con la convicción personal de que puedo ser alcalde, con la experiencia acumulada en el Ayuntamiento”. Eso se traduce es que, si el PSC quisiera en los próximos meses un cambio en la candidatura, debería organizar unas primarias en las que Collboni se presentará y buscaría la victoria en esas elecciones internas.

Pero, pese a los cantos de sirena o a las distintas opciones que surgen en conversaciones en determinados círculos económicos y políticos, Collboni quiere concentrarse en su responsabilidad como teniente de alcalde. E incide en esas diferencias en el equipo de gobierno. A su juicio, existe un “discurso, una retórica”, por parte de Colau y de los comunes, y una realidad muy distinta. “Barcelona crece, tiene unos números muy buenos, el 80% de toda la inversión en oficinas en España se concentra en la ciudad, el paro ha descendido hasta el 7,5%, y se han logrado grandes acontecimientos como la Copa América de Vela, el retorno con éxito del Mobile, o salones exitosos como el ISE, sobre el sector audiovisual o el premio de Fórmula 1, con todas las entradas vendidas este año”.

Esos acontecimientos son, según Collboni, el resultado del esfuerzo de la parte socialista de ese gobierno municipal. Los comunes, por su parte, han aceptado a regañadientes esas inversiones, al ver que se quedaban solos.

A LA ESPERA DEL GOBIERNO ARAGONÉS

La lucha de Collboni, por tanto, se centra en esa dualidad, la de un discurso que pone obstáculos, con el argumento de la sostenibilidad, y la de una realidad que pone sobre la mesa lo que se ha conseguido desde el ámbito municipal. Todavía sin resolver está la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque, en este caso, la dificultad se centra en el gobierno aragonés. Ni la Generalitat de Cataluña ni el gobierno municipal de Barcelona, respecto a la parte de los comunes, están en contra de los juegos, aunque la alcaldesa Ada Colau no esté especialmente entusiasmada.

Otra cosa, y esa es el gran reproche de los sectores económicos a Collboni, es la ampliación del aeropuerto de El Prat, que rechazan los comunes. Pero la responsabilidad, a juicio del primer teniente de alcalde, “es de la Generalitat, no del Ayuntamiento”, al entender que el presidente Pere Aragonès, decidió inhibirse, dar largas a la inversión de 1.700 millones de euros de Aena. Lo que se debería abordar es “un debate serio sobre esa ampliación y en ellos estamos, con una comisión que se creará con la iniciativa también del Círculo de Economía”.

Para Collboni la ventana de oportunidad que se abre, si no se precipitan esos cambios en el ámbito político, será en 2027, cuando Aena formalizará un nuevo ciclo de inversiones, con la necesidad de conectar Barcelona con Asia y Estados Unidos, con vuelos directos que deben “asegurar la prosperidad, con nuevas inversiones”. Collboni insiste, en ese sentido, que esas mejores conexiones internacionales no significan más turismo, sino “más negocio internacional”.

La crítica de Collboni ahora se centra en la Generalitat, en ese ámbito, en el aeropuerto, pero también en el de la seguridad. “En Barcelona hemos aumentado la plantilla de la Guardia Urbana, en 1.000 agentes, pero la seguridad es competencia de la policía ordinaria, que no es otra que los Mossos d’Esquadra”, asegura. Y, en el terreno de la movilidad, uno de los grandes problemas de la ciudad, agravada por el urbanismo táctico de los comunes, Collboni señala al Gobierno de España, a la Administración General del Estado, “porque ha habido pocas inversiones en los últimos años en el terreno de Cercanías”.

EL ACUERDO COMERCIAL

Uno de los acuerdos en los que Collboni cree que se plasma su forma de gobernar es el comercial, que permitirá la apertura de comercios todos los domingos, comenzando este mismo domingo, 15 de mayo. “Se ha demostrado la potencia de los pactos y los consensos, con sindicatos, con comerciantes. No se consigue nada boicoteando ni dividiendo a los diferentes sectores sociales”, asevera Collboni.

Tras la salida de Elsa Artadi, la que era la candidata de Junts per Catalunya a la alcaldía de Barcelona, Collboni considera que lo más importante es tener en cuenta que “los políticos son también personas”, en referencia a la imposibilidad, en deerminados momentos, de aguantar la enorme presión que se recibe. Y reclama que Junts sea capaz de consolidar un proyecto político tras su congreso. “Necesitamos partidos organizados y cohesionados”, asegura, con un objetivo tras las elecciones municipales y algunas líneas rojas. “Lo importante es ganar las elecciones, y después ver qué pactos se pueden realizar”. Y en esos futuros pactos, Collboni excluye a dos formaciones: “Ni Vox ni la CUP estarán en esas negociaciones, por mi parte. Tengo claro que no son fuerzas políticas que deban participar, ni Vox, ni la CUP, que para mí ha hecho mucho daño a toda la política catalana”.