Una excusa perfecta, pese a las diferencias internas que se han expresado en los últimos meses. JxCat y ERC han encontrado en la decisión del COE de renunciar a la candidatura de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030 el mejor argumento para lanzar una ofensiva contra el PSC en Barcelona, con criticas frontales a al gobierno central. Los dos partidos independentistas han responsabilizado al ministro Miquel Iceta. “Es a lo que nos tenen acostumbrados los ministros del PSC, que cuando llegan al ministerio parecen que se olvidan de su origen e intentan disimularlo”, ha señalado el portavoz de JxCat, Josep Rius.
Precisamente es lo que más duele al PSC y al primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, que de forma periódica presentan la gestión del gobierno español, en manos del socialista Pedro Sánchez, como el mejor aval para sacar adelante proyectos e inversiones que pueden beneficiar a Barcelona.
La candidatura de Barcelona-Pirineos se ha frustrado por las diferencias entre el Gobierno de la Generalitat y el de Aragón, y, especialmente, por la posición del presidente aragonés, Javier Lambán, que pedía otro reparto de las disciplinas deportivas en su territorio. Pero en el seno del Govern de la Generalitat también han existido esas diferencias entre JxCat y ERC, sin una clara pasión por la candidatura, que se plasmó en el anuncio de consultas en las comarcas del territorio más implicadas, que todavía no se habían concretado.
Según Rius, “España ha vuelto a fallar”, al responsabilizar al Gobierno español de no haber resuelto esas diferencias con el Gobierno aragonés. Tambiém la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha aprovechado la ocasión, al ver un “chantaje” en la posición de Lambán que el Ejecutivo socialista no ha podido superar. “Si todos han acabado cediendo al chantaje de un personaje tan pintoresco como el presidente de Aragón, lo deberá explicar muy bien”. Como Rius, Vilalta también ha acusado al ministro Iceta y al primer secretario del PSC, Salvador Illa, de no haber defendido mejor la candidatura.
Todo ello repercute directamente en la figura de Jaume Collboni, como alcaldable –todavía no oficial—de Barcelona. El primer teniente de alcalde ha querido defender la decisión del COE, al entender que ha hecho un “excelente trabajo”. Collboni no ha concretado qué puede pasar a partir de ahora. La candidatura para 2030 se paraliza, y es la que se iba a organizar de forma conjunta entre Cataluña y Aragón, y tenía un fuerte componente político, con la idea de que dos comunidades podían colaborar, bajo el mandato del Comité Olímpico Español. Pero se abre la posibilidad de que en 2034 Cataluña pueda presentar, en solitario, su propia candidatura. Collboni cree que eso es ahora prematuro.
El hecho es que la posiblidad de que Barcelona pudiera actuar como motor de esos juegos, junto con las comarcas del Pirineo de Cataluña y de Aragón, quedara ahora descartada. Y quien había apostado por ello es Jaume Collboni, junto con el COE.