El 85% de los edificios de Barcelona pueden optar a fondos europeos Next Generation para llevar a cabo rehabilitaciones. A través de estrategias pasivas para mejorar la eficiencia energética y reducir las demandas de consumo de energía entre un 13 y un 55%, Así lo afirma un estudio del Observatori Metropolità de l'Habitatge de Barcelona (OHB).
Encargado por el Ayuntamiento de Barcelona antes de presentar estas líneas de subvención de los Next Generation, lo han presentado en una sesión de trabajo este martes la concejal de Vivienda de Barcelona, Lucía Martín; la presidenta del OHB, Carme Trilla, y los responsables del estudio, Alex Arcarons y Alba Alsina.
VIVIENDA DE BARCELONA "ENERGÉTICAMENTE INEFICIENTE"
Martín ha explicado que el parque de vivienda de la ciudad es "energéticamente muy ineficiente". Según ella, las políticas constructivas que se han hecho en Barcelona, como en el resto del Estado, han apostado claramente por la obra nueva, pero ha abogado por la rehabilitación, ya que la capital catalana está muy construida y cuenta con poco espacio para crecer.
Este estudio recoge tres menús de intervención con medidas pasivas –las que afectan al desarrollo del edificio– de más sencilla a más compleja: sustituir las ventanas, actuar en las fachadas, y la intervención envolviente, que supone el aislamiento de cubiertas, medianeros y patios interiores.
INVERSIÓN MEDIA POR VIVIENDA
Con unos criterios de mínimos, en que cada edificio llevara a cabo la intervención necesaria para poder optar a los fondos europeos que establecen una reducción mínima del consumo del 30%, el 66% de los edificios de la capital catalana conseguirían un nivel D o superior de eficiencia energética –ahora el 80% de las parcelas tienen una calificación E o inferior–.
Los costes aproximados a raíz de la simulación, que ha estudiado más de 53.000 parcelas, indican una inversión media por vivienda de entre 6.200 y los 13.100 euros, y los Next Generation podrían subvencionar de media el 46% de los costes de intervención.