Un resultado en el barómetro municipal que sea efectivo. Y sí, finalmente, lo es. Los comunes de Ada Colau aparecen en cabeza en intención directa de voto, con un 11,9%, por delante de Esquerra Republicana, que obtiene un 10,9%, y bastante por encima del PSC, que logra un 7,5%. ¿Es ese el resultado electoral? No, “no hay proyección electoral, es una fotografía de la intención directa de voto, ya está”, señalan los expertos demoscópicos consultados por Metrópoli.
Es lo que puede hacer un barómetro municipal, dibujar esa fotografía. Pero, ¿cómo se obtiene? La respuesta sobre la intención directa de voto es crucial, es lo que un encuestado señala de forma espontánea, clara, directa. Pero hay otros factores que se ponderan para conocer la proyección final del voto, como la valoración de los candidatos, el recuerdo de voto y el voto que se produjo en las últimas elecciones. Todo eso junto a las valoraciones sobre la gestión del gobierno municipal, y también en función del total de electores que dicen que votarán, una cifra que no aparece en el barómetro municipal. Lo que sí se señala es que un 11,9% se abstendría y que un 35,8% no sabe a quién votar. Además, un 9,7% no contesta a las preguntas sobre el voto.
Entonces, ¿ganaría Ada Colau las elecciones de mayo de 2023 con todo ese material del barómetro municipal? No se puede decir, señalan los expertos consultados. Al revés. Colau estaría más cerca de perderlas, porque su nota personal es del 4,1, la peor nota de la serie histórica, en 1990, empatada con la que obtuvo Jordi Hereu tras la consulta de la Diagonal –que anunció su fin como alcalde– en junio de 2010.
EL RECUERDO DE VOTO
Lo que ocurre es que los comunes se han visto sobrerrepresentados en la encuesta, algo que ya sucedió en el sondeo de diciembre de 2021. En el caso de ERC y del PSC las diferencias entre el recuerdo de voto y lo que realmente sucedió en 2019 son mínimas. Pero no es el caso de los comunes de Ada Colau.
Los que señalan que votarán a Esquerra Republicana, que estarán liderados, por ahora, por Ernest Maragall, alcanzan el 10,9% en intención directa de voto. Votaron a Maragall en 2019 el 14,1%, y ahora recuerdan haberlo votado el 16,1%, un poco más de lo que ocurrió. En el caso del socialista Jaume Collboni, el 12,1% le votó en 2019. Ahora recuerda haberlo votado el 12,3%, casi el mismo porcentaje.
Pero los comunes presentan una gran distancia entre esas dos magnitudes. Votó a Colau en 2019 el 13,7%, pero hay un recuerdo de voto del 18,1%. Y eso consigue que la intención directa sea del 11,9%, que es casi tres puntos menos que lo que apuntó el sondeo de diciembre, donde se había sobrerrepresentado todavía más a los comunes en el epígrafe del recuerdo de voto.
GESTIÓN MUNICIPAL
Esos son los datos que se deben tener en cuenta para vislumbrar si Colau está hoy en disposición de repetir el cargo, o, en realidad, si lo tiene cada vez más difícil, según la demoscopia. Lo preocupante, según un veterano experto, es que “en función de quién encargue las encuestas, los resultados que aparecen son muy distantes”. Pero hay datos que se deben interpretar, tendencias que existen en la ciudad. Y una de ellas es el castigo a la gestión de equipo municipal, formado por los comunes y el PSC, pero que se centraliza en Ada Colau. El 47% valora de forma “muy mala o mala” la gestión de Colau.
Otra de las cuestiones importantes es que la realización de la encuesta se produjo entre el 24 y el 31 de mayo de 2022, justo pocos días después de que Colau anunciara que iba a ser, de nuevo, la candidata de los comunes a la alcaldía de Barcelona. Su presencia masiva en los medios de comunicación para explicar su decisión “puede condicionar” las respuestas en una encuesta en esas mismas fechas, sostienen los expertos demoscópicos, que insisten en que las elecciones municipales todavía se ven lejos, y que ahora prima la preocupación por la situación general, por unas posibles elecciones generales.
El otro factor determinante es la metodología. Fueron entrevistas telefónicas realizadas con apoyo informático (CATI). Eso supone que se quedan fuera los móviles. ¿Es, por tanto, la foto de lo que realmente pasará dentro de un año?
¿Y EL FACTOR TRIAS?
Lo más importante, el cálculo de la participación, no se realiza. Y eso es lo que trae de cabeza ahora a los expertos, porque todo puede variar en función de los que acuden a votar. La frontera del 5% para tener representación puede suponer un voto caro o barato en función de esa participación final. Y si es barato, podrían entrar en liza en el consistorio fuerzas como Vox, Valents, la CUP, Centrem o la formación que está improvisando Sandro Rosell.
Otra cuestión básica es conocer al candidato de Junts per Catalunya. En el barómetro aparece la concejal Neus Munté, que obtiene un 5 en la valoración como líder. Pero JxCat, que obtendría solo un 3,4% en intención de voto, podría ser otra cosa con Xavier Trias como cabeza de lista, algo en lo que trabaja la formación independentista.
Fuentes socialistas señalan que el barómetro, en realidad, ha dejado perplejos a buena parte del consistorio. “El barómetro municipal dista mucho de la tendencia observada en las últimas encuestas publicadas, un hecho que se repite barómetro tras barómetro”. Y se incide en que “es sorprendente que la intención de voto a Colau sea alta cuando su valoración personal no deja de caer”.