Dos mundos distintos, en estos momentos, y en el útimo tramo del mandato. Ada Colau, fiel a su anterior activismo en el ámbito de la vivienda, mantiene el discurso de que el problema fundamental en la ciudad es “el acceso” a los hogares, con muchas personas vulnerables. Para su socio de gobierno, en cambio, el socialista Jaume Collboni, el consistorio debería forzar un cambio legal que penalizara las ‘okupaciones’, y así lo ha señalado en una entrevista en Metrópoli.

Colau entiende que el consistorio ha realizado un cambio “enorme” y que se “construye más vivienda pública que nunca”, pero que en estos momentos se debe hacer un esfuerzo con el aumento de la inflación y "congelar los alquileres". La alcaldesa, en un acto organizado por RTVE, en Fora de Plató, conducido por su director en Cataluña, Oriol Nolis, ha insistido en que no ve como algo prioritario la lucha contra la ‘okupación’. Lo que defiende es una ley de vivienda “efectiva”, que trata de impulsar el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque con diferencias con Unidas Podemos.

El ayuntamiento de Barcelona, según Colau, ha contribuido a luchar “contra la especulación y el dinero negro”, al utilizar su derecho para adquirir pisos y locales, antes que otros actores privados. “El problema es que, en algunos casos, no quieren vender y prefieren tener derradas viviendas y locales, como ha sucedido en Ciutat Vella”, ha asegurado.

ALABANZAS A ERC

“Lo justo y democrático es ayudar a los vulnerables que están en la calle, y diferenciar entre pequeños propietarios, a los que se les preta ayudas y protección y los grandes propietarios”, ha remachado.

Esas diferencias con el PSC de Jaume Collboni, sin embargo, no deberían ser determinantes para poder repetir el gobierno de coalición tras las póximas elecciones. Esa es la posición de Colau, que ha defendido “un gobierno de izquierdas” y ha valorado “la fidelidad” de su socio socialista. Pero la dirigente de los comunes ha alabado con claridad a ERC, “porque ha apoyado muchas iniciativas, entre ellas los presupuestos”, mostrando una clara sintonía que se podría traducir en un gobierno con los republicanos que dejara fuera al PSC.

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