En época de guerra, toda arma es poca. Y en la casa de Barcelona en Comú (BeC) se está en esa época: las elecciones municipales de 2023 están a la vuelta de la esquina, las encuestas no son muy favorables y la alcaldesa, Ada Colau, está siendo criticada en todos los frentes. Desde la vivienda hasta la suciedad pasando por la seguridad de Barcelona son los puntos más débiles de un gobierno que funciona de espaldas a la realidad.

Así pues, la formidable maquinaria de los comunes se ha puesto en marcha para revertir la situación, colocar a Colau en la parrilla de salida y limpiar la imagen de la alcaldesa de cualquier acusación sobre la mala gestión que hubiera podido realizar. Una de sus principales herramientas, el think tank que han preparado los últimos años, ya se ha puesto en marcha: la Fundación Sentit Comú ha programado ya para la primera semana de octubre un debate público sobre la valentía de gobernar ciudades. La valentía de los comunes, es evidente.

UN MINISTRO DETRÁS

El libro se titula “Ciudades sin Miedo, políticas municipalistas en acción”. La mayúscula del miedo es original en el título, recalcando así la osadía de las políticas de la nueva izquierda que reclama su parcela de poder en la sociedad y expulsa de nichos de influencia a monopolios u oligopolios que hasta ahora habían venido funcionando con mayor o menor acierto.

La irrupción de la Fundación no es un tema menor: está presidida (honoríficamente) por el ministro de Universidades, Joan Subirats, como no podía ser de otro modo. En realidad, un ministro no puede tener ningún cargo en ninguna entidad privada y de ahí que se le haya colocado, de tapadillo con el título de honorífico, aunque asistió a la puesta de largo de la Fundación el pasado mes de mayo, en Barcelona. Es una triquiñuela más para burlar la normativa vigente: si Subirats es colado como honorífico, le da relumbrón a la escena.

UN INSTRUMENTO AD HOC

De todos es sabido que Subirats fue el mentor de Ada Colau en su ideario político. Luego, Colau sería su mentora ministerial: el catalán es conocido en Madrid como “la cuota Colau en el Gobierno”, para remarcar el reparto de cargos que Podemos, los comunes, las mareas y otras ramas de la nueva izquierda realizaron a la hora de repartirse el pastel gubernamental. En realidad, eran tantos los compromisos y tan pocos los cargos que hubo que inventar nuevos ministerios, como el de Universidades, sin contenido real porque las competencias están transferidas a las comunidades.

Joan Subirats y Ada Colau, en el Ayuntamiento de Barcelona / EFE - QUIQUE GARCÍA

Una vez en el Gobierno de España, pues, Subirats fue entronizado como el cabeza visible (honorífico) de la nueva arma de destrucción masiva de Ada Colau, la fundación encargada de dotar de contenido el ideario del partido y de dinamizar los mensajes entre un público predeterminado. Por ello sus proyectos son controlar La Futura Chanel, un canal de comunicación transmedia destinado a favorecer la guerra sucia contra los enemigos de Colau y de Podemos; controlar La Pública, una revista “para generar un espacio desde donde pensar la innovación en las prácticas políticas y el desarrollo de políticas públicas, especialmente lo que tiene relación con el feminismo, el ecologismo, la radicalidad democrática y el avance social”; el control de Fearless Cities, una red de personas y organizaciones para “radicalizar la democracia, feminizar la política e impulsar la transición hacia una economía preocupada por el trabajo de cuidado y del medio ambiente”; e impulsar la formación y generación del conocimiento. De los comunes, obviamente.

UNA COLLA DE AMIGOS

Precisamente a través de Fearless Cities ha convocado el primer acto preelectoral de Colau: la presentación del citado libro el próximo 7 de octubre, con un elenco de categoría, formado por personas próximas a los comunes y con los que la cúpula de BeC tiene una intensa relación. En otras palabras: se darán cita en Barcelona el círculo de amigos internacionales de Colau a mayor gloria de la alcaldesa.

Entre esas personalidades se encuentran el exteniente de alcalde y actual miembro de la Mesa del Congreso Gerardo Pisarello, la concejala de Ciudad Futura, de la localidad argentina de Rosario, Caren Tepp; la teniente de alcalde de Coalizione Civica en Bolonia [donde Colau realizó un stage], Emily Clancy; la concejala demócrata de Nueva York Tiffany Cabán; y el estratega político neoyorquino y cofundador de Movement School Gabe Tobias.

UNA CARTA ALUCINANTE

Colau había viajado a Bolonia para participar en acciones privadas de Innovazione Urbana. En septiembre de 2021, Colau viajó a Italia para apoyar la candidatura del alcalde de Bolonia, Matteo Lepore, que según una nota de BeC tiene como referente “las políticas impulsadas por los comunes en Barcelona”. Además, Clancy fue una de las personalidades internacionales que en 2019 firmaron una “carta de apoyo internacional” para que los barceloneses votasen a Ada Colau como alcaldesa.

El documento, confeccionado desde Barcelona en catalán, francés, portugués, inglés e italiano, no escatimaba loanzas a la líder de BeC: “Podéis estar orgullosos de una Barcelona que se ha convertido en un faro de esperanza. Barcelona está demostrando que no es preciso tener miedo a plantar cara a los poderes económicos”, decía. Y más adelante apuntaba: “Ante la especulación que expulsa a los vecinos, Barcelona ha parado miles de desahucios”. Y sacaba a la palestra los demonios comuneros de porqué es necesaria Colau: “Por el derecho a la vivienda o por la expulsión de los vecinos. A favor de una gestión pública del agua o de unos beneficios privados. Hacer las ciudades habitables para nuestros niños o vivir en ciudades llenas de humo”. En aquel momento, las estadísticas sobre desahucios y política de vivienda en Barcelona estaban bajo mínimas y la alcaldesa no había cumplido nada de lo que había prometido.

Ada Colau, entre Jaume Asens y Gerardo Pisarello / EFE

UN LIBRO ‘REMAKE’

Lo curioso es que la presentación del libro no deja de ser un remake. De hecho, Gerardo Pisarello, el maestro de ceremonias de este nuevo evento, viajó a Argentina el 21 de agosto de 2018 (el viaje provocó una agria polémica, porque fue sufragado con fondos públicos) y presentó un libro titulado “Ciudades sin Miedo” junto a… Caren Tepp, concejala de Rosario. Así lo publicitó ésta en su página de Facebook, presentando a Pisarello como “vicealcalde de Barcelona”. Lo del Miedo (con mayúscula), pues, es una de las constantes de los comunes, un fetiche ideológico que agita la nueva izquierda cuando quiere asustar a la ciudadanía. En junio de 2017, el entonces teniente de alcalde, se había reunido con el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, y con las concejalas Caren Tepp y Pitu Salinas para “reforzar las alianzas de Barcelona”. En esa ocasión, Pisarello fue presentado en Argentina como “alcalde accidental de Barcelona”.

Colau y Pisarello se volvieron a reunir el pasado 11 de marzo con Tepp en Maipú (Chile), en donde visitaron una comuna. Les acompañaba la dirigente de BeC Candela López, que fue presentada como concejala de Barcelona, aunque en realidad es concejala de Terrassa. Todos visitaron Chile para participar en la toma de posesión de Gabriel Boric. La relación, pues, es intensa y cercana.

Ahora, las patums que han apoyado tradicionalmente a Colau se vuelcan de nuevo en su candidatura. La historia, pues, se convierte en un déjà vû. Las ciudades que no aprenden de su historia están condenadas a repetirla.

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