El desconcierto es enorme y el rostro del secretario general de JxCat, Jordi Turull, denota temor y tristeza. Pero la formación que es heredera de Convergència, --aunque ya no mantiene aquella esencia—quiere recuperarse rápido de la salida del Govern de Pere Aragonès. Y ahora todas las esperanzas se han depositado en Xavier Trias y en su candidatura a la alcaldía de Barcelona, que se da por segura, y que el mismo Trias, ha alimentado en los últimos días, aunque todavía no lo ha hecho oficial. Turull ‘empuja’ ya a Trias, con claridad, para que ayude a levantar el proyecto y con la posibilidad, “real” de obtener, de nuevo, la alcaldía de Barcelona.
La única exigencia de Trias a Turull y también a Carles Puigdemont, cuando contactó con él en Bruselas, es que Junts no se fragmente y surjan nuevas fuerzas políticas que le resten posibilidades de cara a la carrera por la alcaldía. Esa posibilidad se ha desdibujado de forma clara, porque los que perdieron la consulta “son dirigentes de partido, de organización”, según las fuentes de JxCat consultados por Metrópoli. Es decir, el peligro que intuía Trias se hubiera visto reforzado en el caso de que hubieran ganado los que quería quedarse en el Govern. Los partidarios de Laura Borràs y Carles Puigdemont podrían haber forzado una salida de JxCat, como el abogado Jaime Cuevillas dejó caer un día antes de conocer los resultados, el pasado viernes.
LEVANTAR AL PARTIDO DE LA LONA
Solventada esa petición –por lo menos a corto plazo, hasta las elecciones municipales de mayo—Trias ha aceptado el reto. Tiene encuestas internas que le otorgan a JxCat un buen resultado, entre tres y cuatro concejales más que los actuales cinco regidores. Y pesa mucho en su decisión el hecho de intentar una especie de partido de vuelta, de segunda parte, tras las elecciones de 2015, en las que la difusión de informaciones que lo relacionaban con una cuenta bancaria en Suiza –que se demostraron falsas—pudieron ser decisivas para no ganar los comicios con comodidad.
Pero lo que pretende también Turull es que la candidatura de Trias sirva de acicate para reorganizar el partido, y levantarlo de la lona, con un proyecto también ideológico, de centro-derecha, con el que diferenciarse claramente de Esquerra Republicana. Además, está el hecho de que los republicanos, precisamente, albergaban con la salida del Govern de JxCat la posibilidad de que Trias renunciara de forma automática a la candidatura municipal por Barcelona. “Hemos salido del Govern, sí, pero Trias ha ofrecido toda la colaboración”, como señaló el propio Turull, horas después de conocer los resultados de la consulta de la militancia del partido.
Turull, en una entrevista en La 2, conducida por la periodista Gemma Nierga, no tuvo reparos en ‘empujar’ a Trias. “El prestigio y la estima de Xavier Trias va mucho más allá de unas siglas del partido y para mi, sin duda, es el mejor candidato”, aseguró.
COLABORAR CON EL PSC
El secretario general de JxCat no ha descartado, más bien a dado a entender que apoyaría esa decisión, que el ya ex consejero de Salut, Josep Maria Argimon, acompañe a Trias en la lista electoral. Aunque como número dos se situaría a Neus Munté, una de las dirigentes más valoradas por Trias y que él mismo veía de candidata hace unos meses.
Lo que busca Junts per Catalunya es reorientar la política catalana, al predecir un nuevo tripartido en el Parlament. Lo señala para desgastar a Esquerra Republicana, mientras alienta, sin reparo, una posible colaboración con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. Buena parte del actual grupo municipal, y el propio Trias albergan esa idea, para facilitar un cambio en el gobierno de la ciudad, con los comunes en la oposición, pero también con Esquerra fuera del consistorio.
Trias se ha convertido ahora, por tanto, en el banderín de enganche de JxCat para, desde la capital catalana, mantener la batalla electoral con Esquerra. También para disponer de plataformas de poder, y teniendo en cuenta que mantiene –y no tiene previsiones de cambiar nada—el acuerdo con el PSC en la Diputación de Barcelona, cuya presidenta es Núria Marín, la alcaldesa de L’Hospitalet.