Ha avanzado mucho, obtuvo el compromiso en Bruselas de Carles Puigdemont de que podría tener las manos libres en Barcelona, y la ilusión generada no se truncará ahora. Es lo que espera el grupo municipal de JxCat en Barcelona y lo que el propio entorno de Xavier Trias señala a los interlocutores interesados. Trias, en todo caso, se ha dado una semana para tomar la decisión final, y mantiene la condición que es la que más ha pesado y pesa en su organigrama interno: la unidad del partido, una cierta organización que le garantice una buena campaña electoral para la alcaldía de Barcelona.

No queda otra ni hay más candidatos a la vista. Junts per Catalunya, que vive ahora una auténtica catarsis, tras la votación de la militancia a favor de salir del Govern del republicano Pere Aragonès, quiere cerrar filas, por lo menos, a partir de la figura de Trias en Barcelona. Puigdemont ha dado el visto bueno, también Laura Borràs, los grandes vencedores de esa votación interna. Y la federación de Barcelona de JxCat ya estaba con Trias, tras la elección de Joan Rodríguez, que ha ganado hace unas semanas al candidato de Borràs, Ivan Condés.

El problema que sigue valorando Trias es que todos sus defensores, todos los que han mantenido su discurso, que se basa en “hacer política, negociar y pactar” desde las instituciones, han perdido en la votación de los militantes. Desde Neus Munté hasta Jordi Martí, los concejales con los que quiere contar Trias en su lista electoral, hasta Artur Mas, o el hasta ahora consejero de Economía Jaume Giró.

Xavier Trias, junto a Jaume Giró y Jordi Turull, en un acto reciente / EP

GRAN CRECIMIENTO CON TRIAS

¿Puede la formación mantener los planes previstos, en el caso de Barcelona? La figura de Trias se ha convertido ahora en una piedra angular para comenzar de nuevo, para intentar un nuevo ciclo en el que el partido estará en la oposición en el Parlament de Catalunya. Y es que Trias tendría serias opciones de gobernar en Barcelona, o como alcalde o con un pacto con el PSC de Jaume Collboni. Las encuestas internas de JxCat acercan a Trias a los diez concejales, por los cinco que logró en las elecciones de 2019. Y la encuesta del Institut Opinòmetre, encargada por Foment, también le da un gran crecimiento.

Jaume Collboni y Xavier Trias, en Barcelona / TWITTER JAUME COLLBONI

La presión sobre Trias se incrementará en los próximos días. Y Trias quiere responder frente a esa llamada del partido, como ha valorado el secretario general, Jordi Turull, tal vez el dirigente que sale más tocado de todo el infierno interno que ha vidido Junts per Catalunya en las últimas semanas.

Por ahora, los planes de Trias no se han visto excesivamente condicionados, porque ya trasladó a la dirección de JxCat que anunciaría su candidatura no antes de octubre, y que le interesa, en realidad, una campaña corta, porque el mensaje del partido para Barcelona es su propia figura y su experiencia como exalcalde de la ciudad.

PARTIDO DE VUELTA PARA TRIAS

Una semana que será decisiva, porque la capacidad de reacción de JxCat puede ser mínima. El partido tiene previsto un proceso de primarias, como marcan los estatutos, que se oficializará con celeridad si Trias decide concurrir a las elecciones. Pero, en caso contrario, la labor sería colosal, con varias almas internas, y sin figuras claras que puedan asumir esa candidatura, aunque se había ofrecido, hace unos meses, el abogado Jaime Cuevillas, uno de los que más se ha movilizado en contra de seguir en el Govern de Pere Aragonès.

El entorno de Trias asume las dificultades, pero entienden que ahora hay que asumir una mayor responsabilidad. El veterano político ha ido tomando fuezas en los últimos meses, con una reflexión profunda este verano en Menorca, con amigos y familiares. Y está dispuesto, aseguran las fuentes consultadas, a dar ese sí, que supondría algunas cosas importantes para él y para JxCat: una especie de partido de vuelta, tras ser acusado de corrupto en la campaña electoral de 2015, que le dio la alcaldía a Ada Colau, y una batalla frente a ERC, que se ha convertido en el rival político tras la salida del Govern de los consejeros de Junts.

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