Esta semana, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, publicaba una curiosa entrada en su cuenta de Telegram. “Siempre es un placer entrar en una librería. Hoy he visitado La Insòlita, la primera librería feminista de ciencia ficción y terror de Barcelona que abrió ahora hace un año en el Poblenou. Es pequeña pero muy bonita y acogedora. Muchas felicidades”. La insólita, además del nombre de la tienda es la publicidad que la alcaldesa hace de una tienda que ni siquiera celebraba su inauguración, puesto que lleva desde el año pasado en marcha.
¿Porqué, entonces, el interés de Colau por publicar esta entrada en su cuenta, acompañada de tres fotografías? El relato de Colau apela, como en muchas ocasiones, a las cuestiones vitales de la alcaldesa, por lo que echó mano de su memoria histórica particular. “De joven, fui lectora habitual de ciencia ficción feminista y gracias al Manifiesto Cyborg, de Donna Haraway, llegué a la trilogía de Lilith, de la autora Octavia Butler. Hoy, en La Insòlita, he recuperado dos volúmenes y me hizo mucha ilusión porque tienen plena vigencia”.
EL FEMINISMO CIBERNÉTICO
Las teorías de Haraway rozan el realismo mágico. El Manifiesto Cyborg es la búsqueda de una nueva identidad, donde se pierden las referencias de ser mujer, erradicando el género y revisando los enfoques feministas. Esta nueva teoría se sustenta, en buena parte, en el ciberfeminismo. Fue escrito en los años 80, cuando el concepto de la relación entre hombre y de máquina inteligente no estaba aún tan desarrollado como en la actualidad. Lo importante, no obstante, es que rompe con las teorías imperantes hasta el momento al considerar que el concepto de mujer es, simplemente, una “construcción cultural”, por lo que su diferencia con el hombre se difumina. Su teoría es lo que se ha dado en llamar feminismo esencialista.
Al margen de la significación que pueda tener la mención a Haraway como referente, o a la afroamericana Butler, lo más chocante es la publicidad que hace la propia alcaldesa de la visita. ¿Quién está detrás de esta pequeña librería? La red de intereses que se encuentran detrás de esta iniciativa es, como mínimo curiosa: ahí se mezclan empresas energéticas con aventuras culturales, Sicavs en el paraíso fiscal de Andorra o empresas diversas e incluso compra-venta de armas.
EL HILO DE BUTLER
Detrás de la tienda, se encuentra una empresa privada, La Insólita Sempre, creada en abril de 2021, es decir, hace un año y medio. A su vez, esta compañía tiene como administradora única a otra sociedad, Siridion SL. En ambas, el responsable es la misma persona: Joan Francesc Gelonch Viladegut, un economista con un emporio empresarial detrás. En La Insòlita, no obstante, fue nombrada apoderada Carlota Gelonch Nicolau. Curiosamente, el mismo día en que Colau hacía propaganda de la librería, Carlota Gelonch publicaba en Twitter una entrada nombrando a la escritora de referencia de la alcaldesa: “El próximo miércoles 10 de noviembre, tendréis Octavia E. Butler por partida doble (con traducción de Ernest Riera)”. Adjuntaba una foto de los dos libros (que Colau había adquirido) y otra de la escritora estadounidense. En un hilo posterior, de esa misma jornada, Gelonch añadía: “29 meses después, y pese a las zancadillas, cerramos una apasionante aventura que poníamos en marcha con la primera publicación de la editorial”. Se refería a la obra Imago, tercera de la trilogía de Lilith, editada por Mai Més Llibres.
La labor profesional del dueño de la librería bascula entre compañías con intereses muy diversos, que van desde los culturales hasta los financieros. El pasado mes de septiembre, Gelonch fue nombrado miembro del consejo de administración de la compañía Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico (EIDF), una firma gallega dedicada a la producción de energía fotovoltaica. Ese mes, fue invitado personalmente por el presidente de EIDF, Fernando Romero Martínez, a Vigo, para asistir a la reunión del consejo que luego le habría de admitir como miembro (por ese cargo cobrará 6.000 euros anuales). Esta empresa tiene en funcionamiento dos decenas de parques solares en Galicia, Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-León, Castilla-La Mancha y Extremadura. En 2021, facturó 45,6 millones de euros, con un crecimiento del 128% respecto al ejercicio anterior. Cuenta con sólo 83 empleados.
UNA EMPRESA DE ARMAS
En la reunión, Romero puso en antecedentes a los restantes directivos de la eléctrica sobre quién era Gelonch: propietario de Siridion, también es propietario de la firma Alter Software y socio fundador de eCM Corporate Finance SL. Siridion es una compañía constituida en 2004 y dedicada al desarrollo y explotación de aplicaciones y soluciones informáticas. Su sede está en Sant Cugat del Vallès. El pasado verano, esta empresa compró la compañía Ignacio Tres, una sociedad familiar vasca ubicada en Éibar dedicada a la investigación el diseño, la fabricación, almacenamiento, compra, venta y exportación de “todo dipo de armas de fuego, municiones, así como deportivas de todas clases”. Gelonch se convirtió en su administrador mancomunado y Siridion, en el socio único.
Según explicó Romero a su consejo, Siridion está especializada en “asesoramiento de mercados para empresas y presta los servicios de asesor registrado en BME a través de su acuerdo con Singular Bank SAU”. Además, comunicó que Gelonch era miembro del consejo de administración de Globalfinanzas Investment Group AV, partner de E-One Globalinvest Capital LLC. Según el registro de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), E-On Globalinvest, Sicav, tenía como gestora a Andbank y a Andbank Wealth Management SGIIC, mientras que los depositarios eran Banca March y Banco Inversis. Su presidente era Ramón Padró Vers. Su constitución tuvo lugar en 2002 y en octubre del 2020 se consideraron sus acciones por excluidas, dándolas de baja en el registro de sociedades de inversión variable, después de que el propio Gelonch comunicase a la CNMV como hecho relevante la disolución de la Sicav.
LA EXTRAÑA PAREJA
En la actualidad, Gelonch es socio gerente de Globalinvest Capital, con sede en Madrid, que a través de E-One Globalinvest Capital Fund II, LP, “busca crear valor en las empresas que invierte para beneficio de las comunidades que las soportan y de los inversores de E-One”. Según la publicidad de esta compañía, “nuestro trabajo no es sólo identificar oportunidades, sino trabajar con los empresarios para ponerlas en valor a largo plazo. Por nuestra trayectoria, creemos que los mercados financieros, en muchos casos, son la mejor herramienta para aflorar valor, dar transparencia y aportar liquidez a nuestras inversiones”. Indica, además, que “somos un equipo que atesora una gran experiencia en la estructuración y desarrollo de las operaciones en los mercados financieros tanto nacionales como internacionales”. En Globalinvest Capital comparte la gerencia con Rafael Pinedo, también administrador mancomunado de la empresa armamentística Ignacio Tres.
Alter Softwate, otra de las compañías en las que el empresario tiene responsabilidades, es una empresa dedicada a servicios informáticos creada en 2002 en Lleida, pero con sede en Madrid, Gelonch llegó a ella en 2018. Es consejero y secretario del consejo, aunque la compañía tiene como socio único a otra empresa: Vilaltella Group, una gestora familiar madrileña de la familia del mismo nombre. El pasado mes de junio, Gelonch también creó la compañía Institutional Crypto Advisoring, con sede en Barcelona y dedicada a actividades de consultoría informática. También creó otra asesoría empresarial, Abadía St John, ubicada en el mismo domicilio social que Siridion, en Sant Cugat.
La variada trayectoria y la naturaleza de los principales negocios de Gelonch contrastan con la experiencia activista y las ideas radicales de Ada Colau. Son una extraña pareja que el feminismo cibernético ha unido a través de una pequeña librería de Poblenou, donde se realizan actividades de presentación de libros y charlas de literatura con gran carga ideológica. Carga, por supuesto, que no afecta a los negocios típicamente capitalistas del dueño de la librería.