La Guardia Urbana dispondrá de 800.000 balas para sus prácticas de tiro

La Guardia Urbana de Barcelona contará con miles de balas nuevas en su arsenal. El Ayuntamiento proveerá al cuerpo policial barcelonés de esta munición, que se dedicará a las prácticas de tiro que deben llevar a cabo los agentes.

La planificación municipal dotará a los efectivos de 790.000 proyectiles, que se repartirán a partes iguales durante el próximo año y 2024. El contrato ha sido adjudicado a la compañía Omena Technologies, que recibirá 267.652 euros por dicho suministro.

MUNICIÓN

La munición adquirida corresponde a cartuchos del calibre de nueve milímetros Parabellum, utilizados por el cuerpo policial barcelonés.

Las balas deberán estar totalmente encamisadas, y el pistón de éstas tendrá que estar libre de metales pesados. En este sentido, se asegurará que después de disparar el cartucho quede libre de una exposición tóxica al bario, al plomo, al mercurio y al antimonio. La vaina de los proyectiles suministrados será de cobre o de zinc.

Pistola Walther P99, utilizada por la Guardia Urbana / WIKI

Los cartuchos deberán estar certificados por un banco de pruebas oficial europeo, y la velocidad inicial de los proyectiles tendrá que superar los 360 metros por segundo.

ENSAYOS

La munición ha tenido que superar varias pruebas antes de su adquisición. El primero de ellos ha sido de velocidad y presión, donde se ha comprobado mediante 10 disparos que la velocidad de la bala en boca sea superior a 330 metros por segundo.

También se ha realizado un análisis químico tras un disparo. La finalidad de este test ha sido garantizar que el residuo restante en los casquillos quede libre de partículas que contengan bario, plomo, mercurio o antimonio.

Finalmente, el Servicio de Armas de la Guardia Urbana ha realizado una prueba basada en la verificación de la velocidad de las balas. Estos controles se repetirán periódicamente mientras dure el contrato para asegurar la calidad de la munición.

Agentes de la Guardia Urbana con pistolas durante el atentado de Barcelona, en agosto de 2017 / AGENCIAS

ADJUDICATARIO

Omena Technologies es una compañía con sede en Sant Andreu de Llavaneres. Creada en diciembre de 2016, es una compañía unipersonal propiedad de Óscar Mena Castella, un empresario que ya había pasado por Proytecsa Security y Sallen Seguridad y que también es administrador solidario de la compañía Syntesi Tech.

En esta última firma, que también esta compañía se dedica a la intermediación, comercialización y distribución de servicios, máquinas y equipos relacionados con la industria armamentística, estuvo vinculado Johnny Rosell, hijo de Juan Rosell, que fue presidente de Foment del Treball y de la CEOE.

Omena ya se ha hecho anteriormente con otros contratos similares del Ayuntamiento, como el relativo a esta misma materia por el que se suministraron 440.000 cartuchos por una cantidad de 114.466 euros.