Barcelona y Tel Aviv son ciudades hermanadas. En 1998, el exalcalde Joan Clos formalizó un acuerdo que recibió el refuerzo de Xavier Trias 15 años después, y que supuso un refuerzo de los lazos entre la capital catalana y la ciudad israelí.
La buena sintonía entre las dos ciudades comenzó a entorpecerse con la llegada de Ada Colau a la alcaldía. Desde el pasado mandato, los comunes han aprovechado cualquier oportunidad para cargar contra Israel, un ejercicio de odio que también ha llegado a la cámara catalana. En uno de los tics antisemitas de la formación, que siempre están jaleados por la CUP y todo tipo de grupos de extrema izquierda, se llegó a reclamar la ruptura de las relaciones entre el Govern y el país de Oriente Medio.
Los comunes quieren alejar ahora a Barcelona de Tel Aviv. Para lograr su objetivo, han impulsado una campaña de recogida de firmas en la que se han apoyado en grupos afines con la finalidad de trasladar esta cuestión al pleno municipal. Con la cifra de rúbricas necesarias conseguida, el Consejo Municipal decidirá próximamente si se rompe esta enriquecedora hermandad entre dos ciudades mediterráneas.
CAMPAÑA
La Coalició Prou Complicitat amb Israel ha impulsado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento suspenda las relaciones institucionales con Israel, lo que incluye el acuerdo de hermandad. La organización está compuesta por Comunitat Palestina de Catalunya, BDS Catalunya, Junts, Associació Catalana de Jueus i Palestins, Rumbo a Gaza, NOVACT, SUDS, Servei Civil Internacional de Catalunya, Centre Euro Àrab de Catalunya, Unadikum, Pallasos en Rebeldía, Consell de la Joventut de Barcelona, Nexes, FundiPau, La Recolectiva, Brigades Hurya, Crida LGTBI, Consell Nacional de la Joventut de Catalunya, Col·lectiu Intifada y Lluita Internacionalista. Los firmantes afirman que se están "violando los derechos humanos de la población palestina", y que existe un "crimen de apartheid contra el pueblo palestino". Por ello, piden la suspensión de las relaciones hasta que "las autoridades israelíes no implementen las recomendaciones dictadas por las organizaciones internacionales para hacer efectivo el cumplimiento del derecho internacional y los derechos humanos" de los palestinos.
Barcelona en Comú no dudó en volcarse con la iniciativa, que compartió en sus círculos y redes sociales. "Se necesitan 3.750 firmas para llevar a debate el fin del hermanamiento con Tel Aviv. Puedes firmar si estás empadronada en BCN y tienes más de 16 años", compartió la formación en su perfil internacional de Twitter. El procedimiento logró, finalmente, 4.135 rúbricas, que fueron validadas el pasado 10 de enero por el Secretario General del Ayuntamiento. En consecuencia, la rotura del hermanamiento entre ambas ciudades llegará al pleno municipal.
La única duda a día de hoy es la fecha en la que se llevará a cabo a votación. Técnicamente, la cuestión podría trasladarse a la sesión del 27 de enero, lo que supondría una toma de decisión en una fecha crítica: el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Para evitar esta coincidencia, el debate se trasladará previsiblemente al pleno de febrero, pero todavía no habrá una confirmación oficial hasta el próximo martes, cuando se celebre la Junta de Portavoces municipal.
PROBLEMA DE ANTISEMITISMO
Martin Gurría, miembro del Equipo Ejecutivo de Israel-Spain Forum Alliance (ISFA), lamenta que esta situación "denota un problema de antisemitismo", y recuerda que la capital catalana mantiene un acuerdo de hermandad con 26 ciudades, de las cuales solo se ha cuestionado a Tel Aviv.
El impulsor de esta iniciativa, que ha ayudado a reforzar las relaciones entre Israel y España con eventos como Israel & España: Construyendo el futuro desde el Mediterráneo, explica que asociaciones antisemitas "están poniendo el foco en Barcelona", lo que está provocando que la ciudad gane mala fama. "Esto afecta a todo el mundo, a cualquier barcelonés, no solo a la comunidad judía", explica.
Gurría asegura que, si se rompe el hermanamiento entre ambas ciudades, ISFA pondrá su "mayor esfuerzo en revertirlo", ya que "el coste a nivel de ciudad será altísimo, la última desgracia para Barcelona".
RECOGIDA DE FIRMAS
ISFA ya lamentó en un comunicado la posible ruptura del pacto entre estas ciudades. "Esta iniciativa es un profundo insulto y no se limita a los ciudadanos de ambas ciudades, cualquier persona de bien ha de sentir la mayor repugnancia a esta injusticia que para más inri podría tener lugar el día de la Memoria del Holocausto. Un acto antisemita que ya cubre en la mayor de las vergüenzas a nuestra castigada ciudad. Internacionalmente, la percepción pública de Barcelona se recubrirá de un barniz antisemita que costará mucho borrar y que traerá desgracia y deshonra a nuestra ciudad", lamentó el colectivo.
En consonancia, ISFA insistió en que "la alcaldesa Ada Colau, con el apoyo de organizaciones subsidiarias del mismo Ayuntamiento, tiene la intención de llevar al pleno del Ayuntamiento la votación con la finalidad de romper esta relación", y se mostró favorable a seguir "creando puentes de amistad y diálogo" entre Barcelona y Tel Aviv "porque es bueno para Barcelona y para el mundo".
Para lograr el mayor apoyo ciudadano posible, desde ISFA se ha impulsado la Plataforma de Apoyo al Hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv, a la que se han adherido la Associació de Relacions Culturals Catalunya Israel (ARCCI), la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra), Bnei Brith Barcelona sección Nahmanides, la Cámara de Comercio Israel España (CCIE) y Stand With Us. La agrupación ha creado una recogida de firmas para evitar que se rompa el acuerdo entre las dos ciudades [ver campaña aquí].
"PUNTOS EN COMÚN"
La mayoría de grupos municipales de la oposición expresan su rechazo al fin al pacto entre Barcelona y Tel Aviv en declaraciones a Metrópoli. Jordi Martí Galbis, edil y portavoz de Junts, se muestra favorable a que se mantenga este "fructífero puente que nació en 1998", asegura que la formación "votará en contra de la rotura del vínculo". "Somos ciudades mediterráneas, multiculturales, progresistas, tenemos unos puntos en común muy evidentes. Hay intercambios en temas culturales, comerciales, tecnológicos y de turismo. Barcelona es el segundo destino turístico para los ciudadanos de Tel Aviv, después de Nueva York", explica el regidor.
Sin dejar de "criticar actuaciones puntuales de una administración", Martí Galbis se pregunta por qué se opta por finalizar la relación con Tel Aviv "y no con otras ciudades de los países que violan los derechos humanos".
Júlia Barea, concejal de Ciutadans, indica que "la intención de romper el hermanamiento de Barcelona con la ciudad de Tel Aviv es un desprecio absoluto hacia sus ciudadanos", y acusa a los impulsores de este movimiento de "fomentar el antisemitismo". "Romper el hermanamiento es una forma más de fomentar el antisemitismo en la sociedad barcelonesa. El antisemitismo es también una forma evidente de racismo, en este caso, contra un país que desde hace años está siendo atacado por determinados partidos de la izquierda de nuestro país", expresa. La formación ha registrado una proposición para el pleno municipal de enero que insta al Gobierno de la ciudad a "promover el buen entendimiento con el pueblo de Israel, mantener el hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv, rechazar el antisemitismo y condenar los movimientos de boicot a ese país".
"LUCHAR CONTRA EL ODIO"
Óscar Ramírez, concejal del PP, apunta que el impulso de esta votación "refleja la falta de respeto hacia la diversidad de Barcelona", y defiende que hay que "establecer puentes de concordia y hermanamiento entre ciudades". El edil explica a modo de ejemplo que "nadie se plantea romper el hermanamiento con San Petersburgo por el hecho de que Rusia haya invadido Ucrania, es absurdo", pide "luchar contra el odio" y asegura que los populares votarán "en contra" para expresar su "rechazo rotundo".
Eva Parera, presidenta de Valents, recuerda que "Israel es el país con más startups per cápita", y señala que "se rompe una relación que podría ser muy beneficiosa con el intercambio de sinergias, proyectos, alianzas con universidades y centros de investigación, potenciación del turismo o intercambio de estudiantes". La edil lamenta que se llegue a esta situación por "cuestiones ideológicas".
ERC, SIN POSICIONAMIENTO OFICIAL
Fuentes republicanas señalan que el grupo municipal aún no tiene un posicionamiento decidido sobre esta cuestión, por lo que no han determinado si votarán a favor o en contra de romper el hermanamiento con Tel Aviv.
Pese a ello, el historial republicano apunta a una postura contraria a Israel. Las juventudes del partido se han manifestado en este sentido en diversas ocasiones, y el último precedente en el Parlament apunta hacia la misma dirección. La Comisión de Acción Exterior, Transparencia y Cooperación de la cámara catalana aprobó el pasado mes de junio una propuesta de resolución que hablaba de "apartheid" contra Palestina, una iniciativa que fue registrada por ERC, CUP y los comunes y que contó con enmiendas del PSC.
EN MANOS DEL PSC
El futuro del hermanamiento entre ambas ciudades está en manos del PSC. En caso de que finalmente los republicanos se aliaran con los comunes para romper el pacto, necesitarían al menos el voto de un concejal adicional para conseguir una mayoría o bien la abstención de un partido.
Con el rechazo del resto de grupos a que esta decisión salga adelante, la formación liderada por Jaume Collboni tiene la última palabra. Fuentes socialistas señalan que aún no han concretado el posicionamiento del partido en esta cuestión. Faltará ver la decisión que tomará un PSC que se ha alineado con Palestina en determinadas ocasiones, como la anteriormente mencionada, pero donde conviven diferentes sensibilidades al respecto.