Comunes y socialistas evidencian la ruptura en el Ayuntamiento de Barcelona a escasos meses de las elecciones municipales de 2023. El motivo para aumentar la brecha y marcar perfil propio de los socialistas ha sido, en esta ocasión, en plan de usos del Eixample, que regula los horarios de apertura y cierre de locales y comercios.
El céntrico distrito barcelonés ya ha sido en repetidas ocasiones un foco de conflicto político debido a este mismo proyecto encabezado por los de Ada Colau, así como por las obras y el proyecto de 'superilla' que los comunes quieren implementar y que, sin embargo, no ha gustado a determinadas entidades empresariales. El PSC, por su parte, siempre ha mantenido la postura de rebajar las restricciones.
Ahora, el barrio de Sant Antoni se encuentrá en el ojo del huracán político. Y es que los comunes quieren extender las restricciones de apertura de nuevos negocios más estrictas, en principio reservadas solo para las calles peatonalizadas y ejes verdes, a toda la zona. Los socialistas, por su parte, niegan rotundamente formar parte del proyecto y ya han avanzado que votarán en contra en el pleno del próximo viernes, por lo que, sumado a la negativa del resto de partidos de la oposición, elimina las posibilidades de que la medida salga adelante en este estado.
Para la teniente de alcalde Janet Sanz, este plan de usos es "el que piden los vecinos y la que más se acerca al consenso". Para la concejal Laia Bonet, si los comunes aceptaron quitar la restricción horaria al entorno de la calle Girona, no debería haber problema en no extender la norma a todo el barrio de Sant Antoni, dejando esas restricciones solo a algunas zonas puntuales.
Bonet ha instado a los comunes a no llevar la nueva norma a la comisión del viernes en el consistorio y reservarla para febrero, lo que daría margen para que PSC y BComú negociaran para encontrar un punto de consenso.
Lo que sí parece inamovible es que la normativa será especialmente estricta en las calles que formen el nuevo Eje pacificado del Eixample, así como las próximas zonas verdes. en concreto, afectará a las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona, así como también a la avenida de Gaudí y Enric Granados. Se librarán las vías de Roger de Llúria, Bruc y Bailèn