El machismo está de moda. O, más bien, la lucha contra el machismo. Si hablamos del Ayuntamiento de Barcelona, el tema ya alcanza dimensiones estratosféricas: la reeducación ciudadana para erradicar las conductas machistas es uno de los proyectos estrella de Barcelona en Comú (BeC) y prueba de ello son los seminarios y los cursillos o talleres que se realizan subvencionados con dinero público.
La última iniciativa municipal en este campo tuvo lugar hace escasos días, cuando el equipo municipal otorgó un contrato a la unión temporal de empresas formada por Better Consultants y Plexus para desarrollar una aplicación de registro y gestión de los casos de violencia machista en la ciudad de Barcelona. La app deberá estar en funcionamiento a finales de año y costará a las arcas públicas 171.820 euros.
UN MAPA DEL MACHISMO
Todas las situaciones que pasen por la Comisión Permanente de Violencia Machista y Seguridad deberán estar gestionados, a partir de la creación de la aplicación, a través de este mecanismo. En él convergerán todas las denuncias que lleguen a los distintos departamentos municipales, unificando por primera vez el mapa de la violencia machista, que permitirá tener un control efectivo de esta lacra completamente actualizado minuto a minuto.
Barcelona dispone de un teléfono gratuito contra la violencia machista con atención las 24 horas, además de recoger denuncias a través del 112. “Las violencias machistas tienen muchas formas -dice el consistorio-. Se pueden dar en la intimidad y en el espacio público: en casa, en el trabajo, en el metro, en la calle. Mujeres de cualquier edad, desde menores hasta personas mayores, con discapacidad o movilidad reducida, de cualquier nivel socioeconómico y cualquier origen pueden vivir una situación de violencia machista. El 78,8% de las mujeres que viven en Cataluña han padecido al menos una situación de violencia machista desde los 15 años”. Además, en el 63,4% de los casos, el agresor es una persona que la víctima conoce.
CENTRO DE MASCULINIDADES
Desde el 2021, funciona en Barcelona el Centro de Masculinidades Plural, un espacio pensado para acompañar a los hombres y resolver dudas. En él, se abordan los “modelos de masculinidades con el objetivo de que los hombres adopten comportamientos y actitudes más abiertas, respetuosas y saludables”.
Con la aplicación que ahora ha encargado el Ayuntamiento, todas las gestiones del Servicio de Atención, Recuperación y Acogida de las Violencias Machistas (SARA), así como las de los Puntos de Información y Asesoramiento a Mujeres (PIAD) se realizarán a través de esta herramienta y las notas que emitan los distintos servicios se acumularán en su base de datos, con lo que se creará un mapa barcelonés de maltratadores machistas.
NO HAY COORDINACIÓN
Desde marzo de 2019, también funciona en Barcelona un grupo de trabajo para hacer el seguimiento de posibles casos de violencia machista. En él, convergían las denuncias llegadas a través del teléfono de emergencias, la Guardia Urbana, la gerencia de Seguridad, la dirección de servicios de Prevención, el área de derechos sociales y los Mossos. Entre esa fecha y julio de 2020, se analizaron más de 100 casos en toda la ciudad.
“Del trabajo, se detectó que había un volumen de casos donde no había un procedimiento de actuación coordinada entre los diferentes servicios de atención. El grupo creó un informe de conclusiones entre las que se encontraba el establecer un espacio de coordinación permanente sin vinculación territorial para el abordaje de posibles casos de violencia machista”, dice un informe interno de la gerencia de Seguridad y Prevención. Ante ese desbarajuste, la principal conclusión era clara: “Para el registro y gestión de los diferentes casos de violencia machista, se requiere disponer de una herramienta informática que permita la entrada, consulta y seguimiento de los casos que son gestionados por la Comisión Permanente de Violencia Machista y Seguridad”.
SIMPLIFICAR LA BUROCRACIA
La puesta en marcha de la aplicación provocará la eliminación del actual sistema de contabilización de casos, que está basado en una hoja del programa Excel y “la carga automática de los casos recibidos en el Mycelium a través del 112”. Con la aplicación, la Comisión Permanente puede ejercer sus funciones de manera más efectiva: “Trabajar en la prevención y detección de situaciones de violencia machistas a partir del análisis de los posibles casos que aporten los servicios; compartir información para mejorar la coordinación de las intervenciones que se están realizando por parte de cada servicio; identificar posibles estrategias de incidencia ante situaciones de violencia; y elaborar estrategias para el trabajo con la implicación de los hombres agresores”.
La app simplificará de manera notable el trabajo burocrático que ahora exige un esfuerzo añadido. Las actas de las reuniones, así como la información que se entrega a los miembros de la Comisión ya no será enviada por correo a los integrantes, sino que estarán accesibles desde la propia app. Tampoco será necesario compartir la información entre las distintas unidades a través de una carta en la Red. Tampoco será preciso enviar ficheros o documentación a Guardia Urbana o Mossos d’Esquadra.
Las denuncias quedarán automáticamente registradas y serán accesibles por todos los cuerpos policiales. Asimismo, será posible dar de alta nuevos casos, consultar, modificar o complementar la información de las denuncias recogidas. El nuevo formato dispondrá además de colores para destacar los casos urgentes a tener en cuenta: con color verde se señalarán los casos de prioridad baja; con naranja, los casos con prioridad mediana; y con rojo los casos urgentes. La herramienta mágica antimachista ha tardado, pero dentro de nueve meses será una realidad.