Hereu: “Barcelona, después de doce años, debe dejar el independentismo y el populismo dogmático”

Jordi Hereu, presidente de Hispasat, ex alcalde de Barcelona, transmite su entusiasmo por las ciudades, por las dinámicas de crecimiento y de distribución de la riqueza, propias de la socialdemocracia. Se sigue considerando un socialdemócrata clásico y lo que reclama es que se recupere la idea del “consenso”, que no considere al adversario político como un enemigo. Siempre pendiente de la evolución de Barcelona, y como uno de los asesores del candidato del PSC a la alcaldía, Jaume Collboni, que siempre lo tiene en cuenta, Hereu tiene claro que la experiencia de los últimos doce años no ha sido buena: “Barcelona, después de doce años, debe dejar el independentismo y el populismo dogmático”, asegura.

A juicio de Hereu, la ciudad tenía todo el derecho a probar cosas nuevas, a buscar otros horizontes, después de las etapas de alcaldes socialistas. Primero fue con el acalde Trias, con la bandera del nacionalismo y a las puertas del movimiento independentista, entre 2011 y 2015. Y después “experimentó con el populismo de izquierdas, con una izquierda dogmática”, en referencia a los comunes y a su dirigente Ada Colau, alcaldesa entre 2015 y hasta ahora, a pocas semanas de las elecciones municipales.

Hereu, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, considera que “los resultados están a la vista. Barcelona se ha visto sometida, en esos doce años, al independentismo y al dogma populista, algo que ha ido en contra del espíritu de Barcelona”. Para el ex alcalde de la ciudad, algunas de las principales cuestiones se han abordado desde el “dogmatismo, entre buenos y malos”.

Jordi Hereu y Rocío Martínez, en los Encuentros Hotusa / MA

Una de esas cuestiones es la movilidad, una de las banderas de enganche de los comunes, y de Ada Colau. “Barcelona era la ciudad del pacto, con una mesa en la que estaban presentes todos los actores de la movilidad. Ahora es la antítesis de eso. No se puede ir contra el coche, como algo consustancial. Y se debería volver a lo que nosotros decíamos: el uso racional del coche, siempre en consenso con todos. Lo llamábamos el pacto por la movilidad”.

Todo ese ciclo, a juicio de Hereu, que ha servido para que el conjunto de la ciudad perciba sus límites, para “experimentar”, podría acabar ahora si los socialistas recuperan la alcaldía de Barcelona. Porque otro de los problemas que se ha abordado desde el “dogmatismo” es para Hereu la vivienda. “Se ha evidenciado el fracaso de ese dogmatismo, porque no se ha buscado el consenso”, indica. El reto, a partir de ahora, es que Barcelona pueda actuar “como un laboratorio de muchos temas, pensando que en el pasado supo hacerlo, con éxito”.

UNA RED DE CIUDADES

Se trata, a juicio del dirigente socialista, ahora centrado en su labor como presidente de Hispasat, de “demostrar que Barcelona lo puede hacer bien, que puede mantener su personalidad al mismo tiempo que participa en un proceso de globalidad, con una gran presencia del turismo. Que puede conjugar, también, su esencia como ciudad con una fuerte inmigración. Somos un laboratorio que ha demostrado, en el pasado, que lo puede hacer bien”.

Barcelona debe relacionarse con el resto de ciudades españolas, a juicio de Hereu, valorando la potencialidad de cada una. Esa red, a su juicio, es una de las más completas y más ricas de Europa. Con Málaga, Valencia, Bilbao o Madrid, entre muchas otras. Respecto a Madrid, Jordi Hereu insiste en que se deberían crear dinámicas de colaboración, y no de enfrentamiento. “Se ha apoderado del discurso una cierta rivalidad futbolística”, precisa, como lamento, pero también como acicate para revertir la situación.

Como responsable empresarial, al frente de Hispasat, Hereu considera que es “muy positivo” que distintos responsables catalanes –socialistas—estén en puestos de mando en España, porque todos ellos creen en el conjunto y en la potencia de España, pero también aportan un sello personal y una cultura empresarial.