Dos cuestiones en una, y con una apelación clara, directa, contundente, a favor de la “Barcelona del orden”. El alcaldable del PSC por Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido que la gestión municipal “se puede hacer mejor, mucho mejor”, consciente de que ha gobernado con los comunes de Ada Colau en el Ayuntamiento, pero con la idea de abrir una nueva etapa que se aleje de “una cierta izquierda y del independentismo”, que ha paralizado la ciudad y Catalunya en los últimos diez años.
Jaume Collboni, en un acto en Horta-Guinardó, acompañado de Salvador Illa y de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha apelado al voto útil, de todos aquellos electores que recelan de los socialistas, pero que desean un cambio político en Barcelona. Y la receta, en momentos complicados en muchos barrios, con el fenómeno de la ocupación y con incidentes como el de la Bonanova, debe ser “el orden”. A juicio del alcaldable socialista, “hay una cierta izquierda que no sabe cómo gestionar esa necesidad de orden”, en una alusión directa a los comunes.
El acto ha buscado la recuperación de un espíritu de victoria, el que imperaba en los periodos electorales del PSC y del PSOE de hace unos años. Con Barcelona sin alcalde socialista desde 2011, Collboni ha pedido que no se valoren más factores y que se tenga en cuenta lo que “ya hicieron los alcaldes socialistas en la ciudad”, en referencia a Jordi Hereu, Jordi Clos, Pasqual Maragall y Narcís Serra.
Pero en las elecciones en Barcelona hay más cuestiones en juego. Ese ha sido el papel de Salvador Illa, que ha planteado los comicios como un paso adelante para conseguir, también, una victoria en la Generalitat, que de por finalizado, de forma definitiva, todo un periodo de incertidumbre marcado por el proceso independentista que arrancó con la Diada del 11 de septiembre de 2012. “Pido el apoyo de todos aquellos que reclaman ese cambio, de muchos que nunca nos han votado”, señaló Illa.
COMBATIR A LA DERECHA Y A 'CIERTA IZQUIERDA'
Collboni, como sucede en todos los actos del PSC, recordó la reconstrucción de los barrios por parte de los alcaldes socialistas. Y buscó la complicidad de los vecinos del barrio del Carmel, de la Teixonera, de Vall d’Hebron, del distrito de Horta-Guinardó, que es el suyo y el de su familia.
Los socialistas, en todo caso, son conscientes de los valores en alza, y uno de ellos, es el orden. Collboni insiste en que Barcelona necesita unas políticas más restrictivas, más pegadas a la realidad, la que se vive en los barrios del centro de la ciudad, con una proliferación de robos y ataques violentos y también en otros barrios periféricos. La percepción de los barceloneses es lo que cuenta, a juicio de los socialistas, aunque los datos delictivos, fríos, puedan indicar que no ha habido un incremento notable respecto a los últimos años.
Con la voluntad de colocarse en el centro, de aspirar a representar una figura ya institucional, Collboni ha insistido en que su partido combatirá a la “derecha, sea independentista o no”, y a la “izquierda que ha causado decepción”, en alusión a JxCat, al PP y a los comunes de Ada Colau.
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