El último mandato de Ada Colau en Barcelona ha estado marcado por sus políticas urbanísticas y de movilidad, sobre todo en el Eixample, uno de los distritos burgueses de la ciudad. A través de las transformaciones urbanas, subyace una guerra contra el vehículo privado de los comunes, expresada por sus propios dirigentes. Una de las máximas exponentes de esta batalla ha sido Janet Sanz, concejal de Urbanismo durante el primer y segundo gobierno de Colau.
En el terreno profesional, Sanz ha llegado a impulsar una explícita cruzada contra el sector automovilístico. El anuncio de cierre de la planta de Nissan en la Zona Franca fue una oportunidad ideal para la edil, quien se pronunció a favor de vetar la industria en la capital catalana: "Debemos evitar que se reactive el sector automovilístico", afirmó. Además, se ha mostrado partidaria en reiteradas ocasiones en abandonar el uso del vehículo privado, recomendando a la ciudadanía utilizar el transporte público, la bicicleta o caminar.
UN 4X4 PARA LA MONTAÑA
Pese a este tipo de declaraciones, la responsable de Urbanismo contaba entre sus bienes en 2020 con un coche considerado contaminante por parte de la normativa de la Unión Europea. Se trataba de un Volkswagen Golf IV de segunda mano, adquirido por Sanz en 2015 (año en que entraron los comunes en el gobierno barcelonés). Fuentes cercanas a la edil detallan a Metrópoli que se deshizo del vehículo después de que su Golf fuera noticia (y la consiguiente polémica).
No obstante, las mismas fuentes destacan que Sanz no utiliza el transporte público para sus "habituales escapadas a la montaña". Lo hace con un todoterreno ecopijo, propiedad de su pareja sentimental, Daniel Granados, asesor municipal en el Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de un Jeep Cherokee del año 2008 que ha pasado por distintas manos hasta llegar, a principios del año pasado, a las de Granados, según ha podido comprobar Metrópoli a través de la DGT.
Fuentes cercanas a la pareja señalan que ambos comparten el 4x4, ya que Sanz se quedó sin coche tras jubilar el contaminante Golf. Lo utilizan, sobre todo, para sus viajes a la montaña. Los dos comparten la afición por la escalada y el trekking, y siempre que pueden, realizan una escapada a diversos picos catalanes. Las mismas fuentes explican que Sanz opta por desplazarse en bicicleta o taxi por la ciudad en días laborables, mientras que el Jeep queda reservado para los fines de semana.
JEEP 'ECOPIJO'
El Jeep de Sanz cuenta con una particularidad que le ha permitido obtener el distintivo ecológico de la DGT. El vehículo ha sido modificado para que disponga de alimentación bifuel, por lo que a la combustión de serie se ha añadido una alimentación mediante Gas Licuado del Petróleo (GLP). Este cambio, sumado a que su año de primera matriculación le otorga la normativa Euro 4, se traduce en la obtención de la etiqueta ECO, que permite la circulación de este híbrido sin restricciones por la ciudad. En el siguiente vídeo, se puede ver la llegada a un parking del vehículo con la edil de los comunes en su interior.
TITULARIDAD DE GRANADOS
Este todoterreno no aparece en la declaración de bienes realizada por Sanz como concejal del consistorio barcelonés. La razón por la que no se refleja el 4x4 es que el titular del vehículo es su pareja, Daniel Granados, quien a su vez es asesor municipal.
El paso de Granados por el consistorio no está exento de polémica. En 2019, se hizo público que el compañero de la edil se autocontrató para llevar a cabo un programa cultural del Ayuntamiento que, bajo la denominación de Cultura Viva, estaba dirigido por sí mismo.
La pareja de la concejal de Urbanismo también contó con una subida del sueldo en cuestión de año y medio. Su retribución en 2019 como personal eventual fue de 54.246 euros brutos, mientras que a finales de 2020 esta cuantía ascendió hasta los 68.027 euros. Según el portal de transparencia municipal, el salario actual de Granados como asesor de la tenencia de alcaldía encabezada por Jordi Martí Grau es de 73.350 euros brutos.
DEL JEEP A LA MENORQUINA
Si antes se mencionaba la polémica que desató Sanz por tener entre sus bienes un Volkswagen Golf contaminante, también cabe recordar las críticas a la responsable de Urbanismo de Colau por una de sus vacaciones. En 2021, la dirigente de los comunes se fotografió a bordo de una menorquina de la que disfrutó durante el verano de 2021.
La regidora, quien tampoco duda en criticar la llegada de cruceristas a Barcelona cuando tiene una mínima ocasión, optó por zarpar durante unos días de agosto a bordo de un llaut a motor. La edil de los comunes disfrutó de la embarcación acompañada de Adrià Rodríguez, quien ejerció como asesor de la Dirección de Alcaldía en el Ayuntamiento hasta febrero de 2022, cuando dejó el puesto por "motivos personales", según indicaron fuentes municipales a este medio.
Más allá de los vehículos, Sanz es conocida entre políticos y funcionarios del Ayuntamiento por mantener un estilo de vida que definen como "eco-pijo" o "pequeño-burgués sostenible". Algunas de las fuentes consultadas recelan de que modus vivendi no se corresponde con sus posicionamientos políticos. "Claramente, Janet Sanz no es Julio Anguita", afirma un político retirado de la izquierda barcelonesa.