Xavier Trias, el concejal de JxCat, en el Ayuntamiento de Barcelona / EP

Xavier Trias, el concejal de JxCat, en el Ayuntamiento de Barcelona / EP

Información municipal

Trias mueve ficha: Junts votará a favor de la ordenanza de terrazas de Collboni

JxCat se suma a ERC, PP y comunes para votar en contra del resto de ordenanzas fiscales del PSC que se presentan en el pleno de este viernes

26 octubre, 2023 18:52

Una apertura que puede ser algo más. Como en una partida de ajedrez, el partido de Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona, JxCat, quiere dar un paso en el pleno municipal de este viernes. Las negociaciones con el PSC han alcanzado un primer acuerdo: votar por separado las ordenanzas fiscales, ofreciendo el voto favorable a la ordenanza de terrazas del alcalde Jaume Collboniacordada, a su vez, con el gremio de Restauración—y voto en contra del resto de ordenanzas, al lado del resto de grupos de la oposición.

Un sí, y un no. Una aproximación y una advertencia. Es lo que ha querido exhibir JxCat, que tenía claro que tampoco se podía oponer a una medida aplaudida por un sector económico tan importante en la ciudad como la Restauración, avalada por el presidente del gremio, Roger Pallarols. En los últimos días el concejal de JxCat, Jordi Martí, había asegurado que su grupo estaría a favor de todo lo que pudieran aprobar los sectores económicos de Barcelona. Pero existía un problema: el de separar la votación de las ordenanzas fiscales, individualizando la de terrazas.

ELEGIR UN SOCIO DE GOBIERNO

El equipo de Jaume Collboni, con el teniente de alcalde de Economía Jordi Valls al frente, ha acordado esa posibilidad. Y la votación saldrá adelante este viernes si las cosas no se tuercen en las próximas horas. También el PP se sumará al acuerdo. Su líder en el consistorio, Daniel Sirera, ha valorado esa aproximación, consciente de que no podía quedar al margen de una votación que beneficia a la Restauración.

Pero en el resto de ordenanzas las cosas están igual. El PSC perdió la votación la pasada semana en la Comisión de Economía, donde también llevó los presupuestos de 2024. Entonces el equipo de gobierno consideró que no se podía entender como una derrota, sino como una manera de ganar tiempo, con la idea de gobernar en solitario todo el tiempo que sea posible. Ante las exigencias de JxCat y también de los comunes para negociar las cuentas y las ordenanzas siempre que se buscara, en paralelo, un acuerdo de gobierno, el PSC se negó en redondo a elegir ya su socio para el mandato municipal.

Jaume Collboni y Xavier Trias, en Barcelona / TWITTER JAUME COLLBONI

Jaume Collboni y Xavier Trias, en Barcelona / TWITTER JAUME COLLBONI

En el pleno de este viernes, los socialistas llevan, de nuevo, las ordenanzas fiscales a votación, porque se acaba el límite legal para sacarlas adelante y, por tanto, para poder aplicarlas a 1 de enero de 2024. Los presupuestos se podrían prorrogar, pero las ordenanzas se deberían aprobar en las próximas semanas. La negociación para el resto, ya con la de terrazas aprobada, “será costosa, complicada”, según el equipo de gobierno, pero se entiende que es lo que toca, con la premisa de que todos los grupos deberían participar y de que el diálogo debe ser una prioridad "en todas las direcciones".

UN 'NO' A UNA BAJADA DEL IBI

En la ordenanza de terrazas el equipo de Collboni acordó con el Gremio de Restauración la eliminación del 75% de la bonificación que existía hasta ahora con la incorporación de un escalado progresivo en función del número de mesas y sillas de cada establecimiento y de la zona de la ciudad. Es, de hecho, una medida importante, porque había causado un conflicto con todo el sector. Junts per Catalunya ha valorado esa aproximación, aunque insiste en que se pueda aprobar también una reducción del 2% del IBI. En ese capítulo, sin embargo, el PSC no se mueve. Un posible pacto a su izquierda, con los comunes, sería imposible si se decidiera bajar el impuesto. De hecho, el partido de Colau desea subirlo. Los socialistas lo han subido en otras ciudades del área metropolitana, pero en Barcelona quieren mantenerlo congelado.

Quedarán pendientes otras ordenanzas fiscales como la subida al máximo permitido de la tasa turística, hasta cuatro euros por noche. Y también una subida para los cruceros de corta estancia y para los pisos turísticos, que pasarían de los 3,25 euros a cuatro euros a partir del próximo año.