Un baile con grandes dudas. ¿Hay que salir sin complejos a la pista, o con mucha prudencia, ensayando gestos que puedan ser atractivos? Xavier Trias ha decidido tender la mano a Jaume Collboni, pero sin dejar de lado la desconfianza, con la idea de trasladar toda la presión al alcalde socialista. Y ha tomado dos decisiones, mientras se espera qué pasará exactamente con la investidura de Pedro Sánchez, ha acordado con Collboni la ordenanza de terrazas, esencial para el electorado de JxCat, pero, al mismo tiempo, también sitúa una condición para bailar con más intensidad: una bajada del IBI, que marca las prioridades de una formación política liberal, heredera de lo que fue Convergència Democràtica en Barcelona.
Trias, sin ahondar demasiado en esa relación, quiso marcar esas dos posiciones en una comparencia en el Ayuntamiento. Ante la posibilidad de que las medidas del equipo de gobierno de Jaume Collboni no se pudieran aplicar, y los restauradores se encontraran con la ordenanza de 2019, aprobada por la anterior alcaldesa, Ada Colau, Trias ha decidido moverse y pactar la ordenanza de terrazas con una pequeña modificación para que los restauradores paguen un 0,05%, que beneficia, principalmente, a los establecimientos más modestos.
La propuesta ya ha sido aceptada por el PSC y consiste en la modificación del coeficiente corrector en los tres primeros tramos –las terrazas de 5 a 15 mesas-- para que se rebaje un 0,05% el importe a pagar. Se mantendrá igual la zona 0 (la turística), y la cuarta y la quinta (las que tienen más de 15 mesas). De forma casi inmediata el gesto de JxCat fue aplaudido por el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls: “La voluntad de entendimiento ha permitido llegar a un acuerdo sobre la ordenanza fiscal de terrazas", señaló, después de considerar, desde hace semanas, que JxCat no podía hacer otra cosa que acercarse en esa cuestión a los socialistas. "El compromiso del gobierno municipal con las familias y los pequeños empresarios que trabajan en el sector de la restauración ha motivado seguir trabajando hasta lograr este acuerdo que respeta los principios con el Gremi de Restauració", insistió Valls.
Sin embargo, ese mismo esfuerzo que se otorga Valls se califica de “soberbia” por parte de Xavier Trias, al entender que se quiso llegar a un acuerdo con los restauradores sin contar con ningún grupo municipal, y, por tanto, se llegó al pleno del Ayuntamiento sin garantías de que las ordenanzas, y la de terrazas en concreto, prosperaran.
Lo que desea JxCat es que Jaume Collboni se decante, que “decida”, en palabras de Trias, a su socio de gobierno. Y qué mejor que forzar esa decisión que plantear una cuestión con un marcado acento ideológico como es la política impositiva respecto al IBI, el Impuesto de Bienes Inmuebles. Fue Ramon Tremosa, ex consejero de la Generalitat, ex eurodiputado, que se define como liberal, quien marcó el terreno de juego: “Es necesario bajar el IBI y que los ciudadanos puedan tener menor presión fiscal”. Es una jugada clara para que Collboni decida, porque, en el otro lado, los comunes de Ada Colau no quieren saber nada de esa posibilidad. Al revés. Mientras el equipo de Trias plantea una bajada de un 2%, por lo menos, en el IBI, los comunes desean subirlo, en línea con los alcaldes metropolitanos –también del PSC—que han decidido solventar los problemas presupuestarios con una subida de un impuesto que es una de las grandes fuentes de ingresos de los municipios.
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, defendió la congelación del impuesto en la presentación de las cuentas para 2024. Pero esos presupuestos no se han aprobado. Jaume Collboni los podría prorrogar, si, en las próximas semanas llega a la conclusión de que no está todavía en condiciones de elegir una pareja de baile para todo el mandato. Trias espera. Junts aprobaría ya todas las ordenanzas si Collboni se comprometiera a bajar el IBI. Sería el gesto que necesita la formación post-convergente para entender que se ha variado el modelo, que se ha decidido dejar atrás el acuerdo con los comunes.
MODELO DE CIUDAD
La política del conjunto de España, sin embargo, pesa mucho. Y el PSC sigue de cerca las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, que, si sale adelante, gobernará con Sumar, donde están integrados los comunes. Sánchez, que ha llegado ya a un pacto con ERC, marca también el camino para que Collboni intente contar con los republicanos. Y en el otro lado está Trias, con esa envolvente: bajar el IBI, reorientar el modelo de ciudad.
La primera estación ha pasado por la ordenanza de terrazas, que se acordará en la comisión de Economía de la próxima semana y en el pleno ordinario de noviembre. Como ya se llega tarde con las ordenanzas, la idea es que se pueda aplicar con carácter retroactivo a partir del 1 de enero de 2024.