¿Un pacto de gobernabilidad? Todo sigue abierto, con mucha prudencia. Pero el alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, y Xavier Trias, el jefe de filas de JxCat en el consistorio, se han dado la mano, de nuevo, con un acuerdo que irrita a los comunes, un pacto más que simbólico sobre urbanismo ligado al turismo, la modificación del Plan Urbanístico Especial de Alojamientos Turísticos (Peuat).

Los socialistas habían alimentado un sueño justo después del verano, el de gobernar el máximo de tiempo posible sin un socio de gobierno. Pero la presión de JxCat y de los comunes, que no querían aprobar nada sin que se discutiera también esa posible integración en el gobierno municipal, y uniendo un posible pacto con los presupuestos de 2024, ha llevado a Collboni a la convicción de que debe inclinarse por una determinada fuerza política. Y, en la práctica, ese socio, por ahora, es JxCat.

En la Comisión de Urbanismo, Movilidad y Vivienda, el PSC aprobó este martes una proposición de Junts que se había transaccionado. El objetivo era cambiar el Peuat para modificar los hogares compartidos y dar vía libre a “proyectos singulares de hoteles” en las zonas más turísticas de Barcelona, en distritos como Ciutat Vella. Junts ya sabía que el PSC era receptivo a ello, porque el propio Collboni lo había manifestado en sus primeras intervenciones públicas tras el verano. También con el apoyo y el aliento del Gremio de Hoteles, el alcalde de Barcelona había señalado que se podía tener cintura con el Peuat para aprovechar inmuebles “singulares” en el centro de la ciudad y habilitarlos como hoteles atractivos para atraer un turismo de mayor calidad.

Jordi Martí, Xavier Trias y Ramon Tremosa, en el Ayuntamiento de Barcelona METRÓPOLI

Esa modificación del Peuat supone un alejamiento notable respecto a los comunes, que mantienen como seña de identidad su oposición a la habilitación de más hoteles en los centros turísticos. La aprobación de la propuesta de JxCat fue ilustrativa: a favor los votos del PSC, de Junts, PP y Vox, y en contra los votos de los comunes y de ERC. La transacción con Junts fue concreta: mientras el partido de Trias pedía modificar el Peuat en tres meses, los socialistas han logrado que se elimine ese plazo. Pero el resto de la propuesta se mantuvo en los términos de JxCat.

Se trata de una medida que permitirá, también, los hogares compartidos, según el Decreto-ley 75/2020 de la Generalitat. Se elimina el requerimiento de que se convierta una licencia de vivienda de uso turístico en hogar compartido. Y, respecto a los hoteles, se permite "proyectos singulares que aporten calidad", según lo definió el concejal de Junts, Damià Calvet, en la zona 1 (que incluye Ciutat Vella, el Eixample, Sant Antoni, Poble-Sec, Gràcia, Poblenou, Vila Olímpica y Hostafrancs).

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni EUROPA PRESS

Los comunes reaccionaron con claridad, al entender que se ha impuesto “el modelo Trias”. La concejal del partido de Ada Colau, Lucía Martín, consideró que la proposición aprobada “supone una amenaza gravísima al derecho a la vivienda de las vecinas" y entendió que Jaume Collboni, aunque habla de pacto de “izquierdas”, se está acercando sin titubeos a JxCat.

Lo que pudiera suceder en el Congreso de los Diputados era determinante. La investidura de Pedro Sánchez, a partir de este miércoles, con los votos de JxCat, facilita el acercamiento entre Trias y Collboni, aunque en las negociaciones nunca se puso sobre la mesa la “carpeta” de Barcelona, según el líder del PSC, Salvador Illa. En todo caso, no se ha cerrado nada por ahora.

Ada Colau en el acto de Sumar sobre la amnistía / LUIS MIGUEL AÑÓN

En la Comisión de Urbanismo también se rechazaron medidas muy significativas. Si el PSC apoyaba la propuesta de JxCat, se abstenía con la medida que querían sacar adelante los comunes: cerrar hasta 8.000 pisos turísticos mediante la nueva regulación del Govern de la Generalitat, de Esquerra Republicana. La proposición pedía que el gobierno municipal extinguiera de forma inmediata las licencias de las viviendas turísticas que se ubiquen en edificios compartidos con viviendas con vecinos con residencia permanente y habitual, y que modificara el planeamiento urbanístico para limitar el alquiler de temporada en beneficio del alquiler permanente y habitual para los vecinos.

Lo cierto es que el PSC y JxCat ya llevan pactadas dos importantes medidas: la ordenanza de terrazas y la modificación del Peuat, dos cuestiones vitales para los comunes, que querían tasas más altas para los restauradores que “ocupan el espacio público” y paralizar la construcción de nuevos hoteles en los centros turísticos de la ciudad. Y una tercera, la modificación de la reserva del 30% de vivienda pública en las promociones urbanísticas, que también es uno de los iconos de la política de los comunes.