La investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno ya es un hecho. Con los votos de Junts per Catalunya, el partido de Xavier Trias. Ese paso era necesario, pero, ¿es suficiente para que el alcalde de Barcelona Jaume Collboni elija a JxCat como socio de gobierno? No todavía. O tal vez en ningún caso. Collboni necesita más tiempo. Quiere saber qué pasos dará el propio Trias y el resto de dirigentes de los grupos municipales, como Ernest Maragall, y, principalmente, Ada Colau, justo después de conocer que su mano derecha, Jordi Martí, dará el salto a la política española para formar parte del Gobierno de Sánchez.

Los socialistas señalan que “todo está abierto”, que no se ha tomado ninguna decisión pese a las coincidencias con Trias en diversas cuestiones del día a día, pactadas en las últimas semanas como la ordenanza de terrazas, o posibles modificaciones del Plan Urbanístico (Peuat) para permitir más hoteles en edificios singulares del centro de la ciudad. Hay puntos en común y los sectores económicos más activos de la ciudad esperan que todo eso se pueda traducir en un gobierno de coalición. Pero no se prevé que pueda suceder de forma inminente.

La primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni y la segunda teniente de alcalde de Barcelona, Maria Eugènia Gay, en una imagen de archivo. EUROPA PRESS

Collboni, centrado en la gestión municipal y en su presencia en los distintos barrios de la ciudad, se volcará la próxima semana en el distrito de Sant Andreu. Desea ganar más tiempo, asentar la estrategia del PSC en Barcelona, que ahora tendrá su punto culminante en la campaña de Navidad, alejada de los grandes impactos por los que han apostado los alcaldes de Vigo o de Badalona. Y observa con atención el futuro político de Colau y las posibles retiradas de Maragall –con el paso al frente que ha dado la concejal de ERC Elisenda Alamany—y de Trias, quien, sin embargo, aseguró que no se iría a su casa hasta esclarecer la nueva situación del grupo municipal de JxCat.

ÁREAS ECONÓMICAS

Hay, sin embargo, otra circunstancia que valora Collboni, y todo el partido socialista en Barcelona. ¿Puede alcanzar un gobierno municipal de coalición con un grupo político que tiene un concejal más que el PSC? Los socialistas, con diez regidores, se asegurarían la mayoría absoluta con los once de JxCat. Pero eso significaría estar en minoría en las comisiones de gobierno, a menos que se pactara que, en ningún caso, se pudiera llegar a esa situación, con el compromiso del grupo de Trias.

Si esa cuestión se pudiera salvar, ¿qué reparto se podría alcanzar, con la voluntad de JxCat de responsabilizarse, principalmente, de las áreas económicas del Ayuntamiento, las que desea el PSC para marcar un nuevo rumbo en la ciudad, distinto al de la etapa de Ada Colau? Eso se está discutiendo a nivel interno en el Ayuntamiento. Se valora, se analiza con detalle. Y no se ha tomado “ninguna decisión”.

Jordi Martí, Xavier Trias y Ramon Tremosa, en el Ayuntamiento de Barcelona METRÓPOLI

En el caso del pacto del PSC con los comunes, el acuerdo “progresista” que defiende el propio Collboni, esas cuestiones podrían resultar más llevaderas para los socialistas, con una administración local en la que ya hay cargos que proceden del anterior mandato. Pero la suma no es suficiente. Collboni, con los nueve concejales de los comunes, necesitaría dos más que sólo podrían llegar por parte de ERC. Y en ese caso, no habría más alternativas: o tripartito de izquierdas, aunque los republicanos no entraran en el gobierno municipal, o acuerdo con el partido de Trias, ya sin Trias.

Pero, ¿y si Ada Colau se mantiene en el grupo municipal? ¿Una teniente de alcalde de Jaume Collboni, con la proyección mediática de la líder de los comunes? Es lo que no desea para nada Collboni ni todo el PSC de Barcelona, ni el PSC que lidera en el Parlament Salvador Illa.

Ada Colau durante el acto sobre la amnistia de SUMAR Luis Miguel Añón

Se trata de un difícil equilibro que Collboni valora, con la dirección del PSC, porque con el gobierno municipal de Barcelona también se podría abrir un nuevo periodo en la política catalana. “Todo está ahora muy verde”, se insiste. Hay conversaciones, análisis, pero Collboni toma aire y quiere gobernar en solitario un poco más de tiempo.