El inmovilismo de Colau torpedea un pacto de izquierdas en Barcelona
La decisión de la exalcaldesa de quedarse en el Ayuntamiento condiciona los posibles pactos de gobierno
15 enero, 2024 23:30Siete meses después de la investidura de Jaume Collboni, el alcalde no ha alcanzado ningún acuerdo de coalición y gobierna en minoría. Un panorama que se podría alargar hasta primavera, cuando confía en logar un pacto con alguno de sus posibles socios: Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y Barcelona en Comú.
Sin embargo, el nuevo año ha arrancado con un anuncio que gusta más bien poco a los rivales políticos del consistorio: Ada Colau se queda en Barcelona. Aunque se daba por hecho que abandonaría el Ayuntamiento después de su fracaso en las elecciones municipales, la exalcaldesa asegura que quiere continuar con su proyecto de ciudad y no se descarta que al final agote el mandato. Sin embargo, el inmovilismo de Colau condiciona las negociaciones y, lo que es más importante, dificulta (todavía más) un pacto de izquierdas en Barcelona.
DISTANCIAMIENTO COLAU-COLLBONI
Para los comunes es una buena noticia que Colau continúe en el Ayuntamiento porque “debería facilitar y agilizar un gobierno de izquierdas”, según la portavoz Janet Sanz. La exalcaldesa es una pieza clave que mantiene fuerte al partido en Barcelona, pero esto no certifica que haya una coalición entre PSC-ERC y comunes. Uno de los factores que dificulta este pacto es el recelo de tener a Colau, un peso pesado, como número dos. El otro factor es el evidente distanciamiento entre Collboni y Colau.
Después ser socios durante ocho años en el gobierno municipal, la relación es tensa. La decisión de Collboni de abandonar el gobierno para marcar distancias con el proyecto de Colau a pocos meses de las elecciones no gustó a los comunes. Pero el punto de inflexión es la falta de acercamiento entre PSC y Barcelona en Comú durante todo este tiempo. De hecho, este jueves, 18 de enero, Colau y Collboni se reunirán después de casi tres meses sin hacerlo. Y lo hacen después de las críticas de la líder de los comunes, que lamenta que, en caso de un pacto PSC-Junts, Collboni estaría "fallando a su electorado al pactar con las derechas".
Con quien sí mantiene más contacto es con Trias per Barcelona, el partido de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento. Tras un parón por las fiestas navideñas, esta semana retomarán las conversaciones. Sobre la decisión de Colau de quedarse en Barcelona, el portavoz del partido, Jordi Martí Galbis, asegura que la incorporación de la exalcaldesa al gobierno “no sería una buena noticia para la ciudad”.
En este escenario de pactos de gobierno, Martí señala que, aunque se han reprendido las conversaciones, “no hay avances”. No obstante, confía en que “en los próximos días habrá alguna una novedad”, aunque en última instancia, “la decisión la tomará Collboni”.
EL PAPEL DE ERC, CLAVE
Los socialistas también tienen la mirada puesta en Esquerra Republicana. Sin embargo, la actual líder del partido, Elisenda Alamany, no se ha reunido con el alcalde y “no hay ningún encuentro previsto”, por lo que es difícil llegar a acuerdos sin una negociación previa. Según el portavoz Jordi Castellana, los republicanos tienen claro su papel: “Somos una fuerza de oposición”. Su posición también es importante. En caso de que no se unan a un posible pacto a tres con Collboni y Colau, no se llegaría a la mayoría.
NI MADRID NI EUROPA
Con todo esto, Colau ha acallado los rumores sobre su posible marcha a Madrid para sumarse a la coalición PSOE-Sumar y hacerse con algún ministerio, además de no presentarse a las elecciones europeas como candidata del partido de Yolanda Díaz.
LOS BARCELONESES, A FAVOR DE UN PACTO CON JUNTS
Collboni no ha tomado una decisión, pero los barceloneses sí. El 39,4% cree que el nuevo alcalde debería gobernar junto a Trias, según una encuesta elaborada por Construïm Barcelona. La segunda opción más votada es que Collboni debería seguir gobernando solo (30%), como hasta ahora. Una opción que el alcalde no contempla, porque gobernar Barcelona con 10 concejales es muy complicado.
Collboni tiene una fecha límite: hasta primavera. Por el momento, todas las líneas están abiertas. La posibilidad de un tripartito se ha enfriado con el paso del tiempo, pero el socialista lo ve como una posibilidad preferente. Mientras, también intensifica las negociaciones con Junts, pero sin vislumbrar todavía un acuerdo.