El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat se alían para atajar uno de los mayores elefantes en la habitación que la capital catalana arrastra desde hace años: el acceso a la vivienda. Ambas instituciones han firmado un convenio de colaboración por la que el Ejecutivo local cederá 11 solares de titularidad municipal para que el Govern, a través del Institut Català del Sòl (INCASÒL), edifique vivienda protegida.

Según se desgrana del texto, firmado ya por ambas partes, esta primera cesión de solares servirá para crear 637 inmuebles protegidos. El convenio también aclara que, durante los 15 meses de vigencia, el Ayuntamiento deberá buscar y ceder nuevos solares, en los que el Incasòl levantará nuevos alojamientos hasta llegar a los 1.700.

La cesión de los solares, tanto de los ya planificados como de los que todavía no reúnen las condiciones, será completamente gratuita. El INCASÒL, por su parte, se encargará de la licitación de las obras, así como también de la urbanización del resto de elementos que se circunscriban a los nuevos edificios y se ubiquen dentro de los solares cedidos.

Sant Martí

El grueso de esta primera fase se encuentra en la calle de Binéfar, en el distrito de Sant Martí. Esta vía acogerá hasta 217 nuevos pisos de protección oficial. Este distrito acogerá, de hecho, el mayor número de parcelas cedidas y viviendas edificadas.

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También se levantarán 34 viviendas en una parcela cedida en la calle de Àvila; otras 22 en Sancho de Ávila, ocho más en la calle de Pere VI ; 21 más en una parcela de la calle del Marroc y dos solares en los que se construirá un total de 68 pisos en la calle de Doctor Trueta. En total, el distrito proporcionará siete solares y se construirán 370 pisos.

Sants - Montjuïc

El segundo distrito que acogerá más proyectos será Sants - Montjuïc. En la calle Miquel Porter i Moix, se cederán tres solares, con un total de 179 nuevos pisos y en la calle del plom se levantarán otras 88 viviendas. En total, se construirán 267 habitáculos en cuatro solares de titularidad municipal.

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Este proyecto pasa a ampliar el parque público habitacional de la capital catalana, que cuenta, hoy en día, con unos 12.300 pisos, a los que hay que sumar otros 5.000 que, según el consistorio, se encuentran en alguna fase de ejecución y que dependen del Institut Municipal de l'Habitatge (IMHAB), 600 en colaboración con entidades sin ánimo de lucro y 341 que dependen de la operadora público-privada Metrópolis Barcelona.