La confección de las listas para el Parlament de los comunes no ha supuesto muchos problemas. Pese al extraordinario peso copado por los herederos de ICV en la estructura del partido, la mano de Ada Colau se ha dejado notar a la hora de confeccionar las listas. El principal detalle del peso de Colau en la confección de las listas es la inclusión del exconcejal barcelonés Eloi Badia como cabeza de lista de Girona. ¿Tiene algo que ver Badia con la demarcación de Girona? No. Pero sí tiene la confianza absoluta de Ada Colau. De hecho, Badia era vecino de la Verneda, barrio del distrito de Sant Martí, pero fuentes de los comunes aseguran que ahora “tiene su domicilio fijado en Girona”.
Los mismos medios aseguran que no hubo tensiones a la hora de preparar las listas electorales. A ello ayudó el hecho de que la rama catalana de Podemos no compitió por colocar a sus candidatos y, de ese modo, la cuestión fue mucho más fácil de dirimir y las tensiones se minimizaron. Colau, así, tuvo las manos libres para el reparto de poder dentro de la coalición.
Hombre de confianza de Colau
La inclusión de Badia en las listas no deja de sorprender, ya que fue uno de los concejales colauistas que integraron la candidatura de los comunes en las pasadas elecciones generales del 23 de julio. Badia iba de número cinco y la candidatura obtuvo, precisamente, cinco representantes. En esa lista, la exalcaldesa logró meter tres de sus principales apoyos en los cinco primeros puestos: Gerardo Pisarello, Gala Pin y Eloi Badia, de números dos, tres y cinco. Ahora, ha puesto a su protegido como cabeza de lista de Girona, donde los comunes no tienen representantes desde 2017.
“Badia es un activista conocido en la izquierda catalana y despierta simpatía en sectores no sólo de los comunes, sino en toda la izquierda ecologista e incluso independentista. Es una apuesta fuerte de Colau porque se trata de recuperar un bastión perdido hace siete años, pero si consigue arrastrar los votos que se fueron con la crisis de hace unos años se puede considerar un éxito total”, dicen las fuentes. Además, en caso de no salir elegido, Badia no se queda en la calle, sino que puede seguir manteniendo el escaño en el Congreso de los Diputados.
Peso exiguo de ICV
Pero la lista más importante es la de Barcelona, donde los comunes sacan mejores resultados y donde necesitan forzar la máquina para no quedarse descolgados en el hemiciclo. De ahí la importancia de la provincia barcelonesa y de que sea en esta lista, precisamente, donde más se deja notar la larga mano de la exalcaldesa.
Así pues, Colau no puso objeción a Jessica Albiach en esta demarcación. El sector de ICV logró situar a Lluís Mijoler, alcalde de El Prat de Llobregat en el segundo puesto. Esta localidad del Baix Llobregat siempre ha estado gobernada por la izquierda: primero fue el PSUC, luego ICV y ahora, los comunes. Y en tercer lugar, un abogado vinculado a las luchas vecinales y de inmigración, Andrés García Berrio, miembro del colectivo Iridia, es decir, de la completa confianza del círculo de Colau, puesto que es el gabinete donde había trabajado Jaume Asens y al que Colau y los suyos apelaban para resolver asuntos de hondo calado ideológico y social.
Asegurarse los puestos
La lista hace que repitan en Barcelona Susanna Segovia como número cuatro, David Cid, Núria Lozano y Enric Bárcena. Segovia es una persona de la total confianza de Colau, que la ha mantenido tras Berrio. Y Enric Bárcena se considera, asimismo, otro peón de la confianza de la exalcaldesa. Núria Lozano también es de la escudería Colau: su trayectoria la avala: abogada de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la organización fundada por Colau y su expareja, Adrià Alemany, siempre ha sido uno de los puntales de la lideresa de los comunes. David Cid, por su parte, proviene del sector de ICV.
Con esa composición, el peso de Colau en el grupo parlamentario será elevado. ICV, por su parte, complementa el peso de Mijoler con la presencia de Laura Campos, alcaldesa de Montcada i Reixac (va de número ocho, en el linde de la elección, ya que por esta demarcación los comunes sólo obtuvieron siete escaños en las elecciones de 2021), o con la concejala de Badalona Aïda Llauradó, pero ésta va en el puesto 14, que difícilmente puede resultar electa. Ramon Arnabat, concejal en Vilafranca del Penedès, ocupa el número 10 de la lista barcelonesa.
Los comunistas, no obstante, tienen más peso en otras demarcaciones. De lo que no hay duda es de que los comunes optan por candidatos muy curtidos en el municipalismo. No sólo porque muchos de los candidatos han pasado antes por la política local, sino por su propio perfil: por Tarragona, el número dos, Mario Téllez, es un viejo activista de movimientos alternativos, además de haber tenido coqueteos con los movimientos estudiantiles y libertarios o de haber trabajado en la Fundació Jaume Bofill, vinculada a ICV, sin olvidar que es concejal de Vilaseca. La número tres tarraconense, Antonia García Bascuñana, es una veterana concejala de ICV en Constantí. La cabeza de lista de Lleida, Elena Ferré, fue concejala de los comunes en Lleida, diputada en la Diputación y hoy funcionaria de la Generalitat. El número dos, Mario Mata Madrid, es concejal en Tuixent; y el número tres es la concejala de Almacelles Montse Cortasa. Lo dicho: municipalismo a tope.