Plan de choque para terminar con los pisos turísticos. El alcalde Jaume Collboni ha anunciado que convertirá en viviendas residenciales los 10.000 pisos turísticos legales que hay actualmente en Barcelona. El alcalde ha señalado que "desaparecerá la figura del piso turístico tal y como la conocemos". Todas las licencias se revocarán en noviembre de 2028 y, a partir de 2029, los inmuebles pasarán al mercado de venta o alquiler.
Así, el gobierno municipal ha 'comprado' el Decreto Ley aprobado por el Govern de la Generalitat en noviembre de 2023. En este sentido, la concejal de Urbanismo Laia Bonet ha precisado que la prohibición afectará a todos los pisos turísticos, independientemente de si se ubican en una finca con pisos residenciales.
El Ejecutivo local aplicará el Decreto y no impulsará ningún planeamiento urbanístico que declare compatible el uso turístico de vivienda con el domicilio habitual y permanente. Preguntada por una indemnización a los propietarios, Bonet ha señalado que la Generalitat contempla que los cinco años de plazo hasta 2028 sirvan como indemnización. Esta decisión abriría una posible guerra judicial entre la patronal y el Ayuntamiento.
Flexibilizar la reserva del 30%
Otra de las medidas anunciadas es la modificación de la norma de destinar el 30% de los pisos que se construyen a vivienda social. Sobre este punto, el gobierno municipal ha asegurado que la medida aprobada durante el pasado mandato de Ada Colau y que ellos mismos refrendaron "no ha funcionado". Así, el plan que proponen ahora pasa por agrupar las reservas de los pisos sociales en un sólo edificio o parcela y no imponer que en una misma escalera convivan viviendas de precio de mercado asequible.
También se tendrá en cuenta al sector privado y se abre la posibilidad que entre en juego una promotora social, es decir, un tercer operador "sin ánimo de lucro" que sea el encargado de ejecutar las viviendas resultantes de la reserva del 30% de las promociones privadas en otra parcela.
Respecto al calendario, en el caso de los pisos turísticos, la medida entrará en funcionamiento a finales de 2028 cuando se revoquen todas las licencias, mientras que la reserva del 30% pasa por modificar el Plan General Metropolitano (PGM).
Necesidad de consenso
El alcalde socialista ha explicado que estas medidas ya estaban preparadas desde hacía un tiempo, pero que los diferentes ciclos electorales han impedido su implementación. Ahora, ambas requerirán de un debate público y aprobación en pleno.
Collboni ha anunciado las políticas en una sala a rebosar de altos cargos. También contaba con la presencia de la experta en materia de vivienda, Carme Trilla, que ha ayudado a definir la modificación de la reserva del 30%. Según ha asegurado el alcalde, son medidas "necesarias que afrontan la principal problemática que tiene Barcelona, el acceso a la vivienda".
El alcalde ha puesto de manifiesto los "datos preocupantes" sobre el mercado de la vivienda en Barcelona. En 10 años, los precios del alquiler en la capital catalana han subido un 68%, mientras que el precio de venta lo ha hecho un 38%.
ERC aplaude las medidas
Las reacciones de la oposición no se han hecho esperar. La líder de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, aplaude ambas propuestas y recuerda que junto con los republicanos, "se puso en marcha el decreto de pisos turísticos que permite medidas como las anunciadas hoy".