Ada Colau y Claudia Sheinbaum en una imagen de archivo

Ada Colau y Claudia Sheinbaum en una imagen de archivo EUROPA PRESS

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Las lecciones de Colau en México: el increíble paralelismo entre la exalcaldesa y su amiga ‘Shein’

La nueva presidenta de México es especialista en meteduras de pata, con gazapos similares a los de la barcelonesa que la dejan públicamente en evidencia

29 septiembre, 2024 23:27

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha marchado a México. Temporalmente, claro. No quiso perderse la coronación de su amiga Claudia Sheinbaum (Shein, la llama ella) como presidenta de México. Entre Ada y Claudia hay un vínculo que viene de hace más de un lustro, cuando la defeña, entonces mandamás de la Ciudad de México, visitó Barcelona. Sus afinidades ideológicas y veleidades supuestamente izquierdistas las acercaron en lo espiritual y trabaron una muy buena relación.

La crisis diplomática de México con España tras haber vetado la asistencia de Felipe VI a la investidura de Sheinbaum como presidenta es la más importante que ha habido en décadas. El Gobierno español no enviará a nadie, pero los comunes y Podemos están más que contentos con el veto: hasta la capital mexicana se han desplazado Ada Colau, Gerardo Pisarello, exteniente de alcalde de Barcelona y actual diputado) y el portavoz podemita Javier Sánchez, además de representantes de Bildu y el BNG.

Colau, asesora en México

Pero la gran corriente de simpatía de Sheinbaum es con la catalana Ada Colau. El pasado abril, la exalcaldesa de Barcelona se desplazó al país norteamericano para participar en la campaña de Morena, el partido de Sheinbaum. Claudia se presentaba para presidenta y Clara Brugada, para jefa de gobierno de Ciudad de México. A Ada Colau le buscaron un hueco en el comité asesor de Brugada dada su vinculación con el municipalismo. De hecho, el interés de Colau por el trabajo internacional (que quiere potenciar una vez deje el acta de concejala en el Ayuntamiento barcelonés este mes de octubre) se debe en gran medida a los vínculos que ha trabado durante los últimos años con dirigentes y partidos de América.

Durante su visita, Colau tuvo tiempo de participar en mítines de Brugada, pero también asistió, al menos, a uno de Sheinbaum, donde derramó algunas lágrimas de emoción cuando la entonces aspirante a presidenta la nombró desde el estrado, a ella y a su acompañante, Gerardo Pisarello, la mano derecha de Colau en el Ayuntamiento de Barcelona. Ambas, además de fotografiarse generosamente juntas, tuvieron guiños de complicidad a lo largo de la visita de Colau. Tras la victoria de Moreno en las elecciones, la munícipe catalana le escribió un mensaje en su Facebook: “La victoria incontestable de las compañeras Claudia Shein para la presidencia y de Clara Brugada como nueva jefa de gobierno de la Ciudad de México, y en general del proyecto de Morena Sí, nos llenan de esperanza a todas las personas progresistas que queremos construir un mundo en paz, más justo y democrático, feminista y orgulloso de su diversidad”. Un mundo, según parece, en el que no entran los que no piensan igual.

Almas gemelas

Colau y Pisarello, pues, se encuentran estos días en México, para asistir a la toma de posesión de su amiga Claudia Shein como presidenta del Gobierno de aquel país. La pareja española protagonizó un episodio de dudosa lealtad institucional al llegar al Ayuntamiento de Barcelona: retirar el busto del Rey de la sala de plenos del consistorio. Curiosamente, lo primero que hizo su amiga mexicana fue vetar la presencia del jefe de Estado español en su toma de posesión. La excusa es que el Rey no contestó a una carta que le había enviado el anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador. La ignorancia institucional de la mandataria mexicana fue la culpable de que no cayese en la cuenta de que el jefe del Estado no puede contestar las misivas: es el Gobierno español el que decide si España se disculpa o no. Y el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, decidió que la petición de López Obrador no tenía sentido. Culpar al Rey es una enorme metedura de pata.

No es la única. Colau y Shein parecen almas gemelas y cometen errores de principiantes. A Ada Colau se le pasó por la cabeza tildar, un día, a un militar español del siglo XIX, de “facha” por el hecho de ser militar. En realidad, se refería a uno de los insignes militares demócratas que defendieron a capa y espada a los progresistas del XIX, el almirante Pascual Cervera, jefe de la escuadra española en la guerra de Cuba que recibió los honores no sólo del Congreso de los Estados Unidos, sino del mismísimo Fidel Castro, uno de los referentes ideológicos de gran parte de los comunes. Pero Colau necesitaba una excusa para quitarle la calle a un ‘facha’ para dársela a su amigo Pepe Rubianes.

Una soberana chapuza

De meteduras de pata también sabe su amiga Shein. Ambas parecen acostumbradas a deformar la realidad para acercarla a su visión de las cosas. La mexicana emitió este miércoles un comunicado en el que dice que el anterior presidente, López Obrador (de su mismo partido) exigió al Rey que pidiese perdón a los pueblos indígenas “con motivo de la celebración de los 200 años de vida independiente y casi dos siglos de la fundación de Tenochtitlán”. El activista hidrólogo Guillermo D’Christy fue a degüello: “Tenochtitlán, la antigua capital del Imperio azteca, fue fundada en el año 1325”. O sea, hace siete siglos. El bochorno fue tan grande que al día siguiente, jueves, la presidenciable tuvo que rectificar su anterior comunicado con la cronología bien dispuesta.

Sheinbaum también tuvo que retractarse porque había acusado a España de no responder a López Obrador. En su rectificación, reconoce que “la respuesta a la misma fue un comunicado de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de España”. En resumidas cuentas, la doctora Sheinbaum ha comenzado su reinado de seis años (el tiempo que dura cada legislatura) con una soberana chapuza.

Polémica en México

El desprecio a España con la actitud sectaria de Shein ha levantado tanta polémica al otro lado del charco como en España. La influencer Melissa Bely, con más de 111.000 seguidores en su canal de X, asegura: “Pudo haber iniciado su gobierno y poner el ejemplo de su valor como la primera mujer presidenta de México. Pudo haber demostrado su nueva forma de gobernar y su independencia. Pudo… pero pudo más dejarse llevar por el rencor y el resentimiento de López Obrador”. Otro activista, bajo el pseudónimo de Vampipe, más de 536.000 seguidores, arremetía contra Shein: “Ni sabes organizar ‘tus’ pensamientos. Empiezas diciendo que la razón de no invitarlo fue por la falta diplomática de no responder la carta y terminas diciendo que fue por no disculparse como solicitaba la carta. Lo primero parecería justificado, lo segundo ya no”.

Varios activistas le recuerdan a los dirigentes de Morena que Tenochtitlán “cayó a manos de un ejército mayoritariamente indígena”. Un hispanista que se hace llamar Capitán General de los Tercios tacha a la dirigente mexicana de “ignorante”. “La conquista de América la hicieron los indígenas en colaboración con los españoles. Hernán Cortés acabó con los aztecas con 600 españoles y decenas de miles de tribus indígenas, hartos de los mexicas. España no tiene que pedir perdón”. Otros le recuerdan que el Reino de España, como dice la carta de Sheinbaum y de López Obrador, no existía como tal durante la conquista. Y Tania Larios, secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se duele de que “el rencor puede durar más de 700 años”. Arturo M. critica que el Gobierno mexicano está lleno “de ocurrentes, acomplejados y resentidos sociales. Se pelean con todos nuestros aliados comerciales, al mismo tiempo que dan su apoyo a dictadores como Maduro y los Castro”.