Ser la oposición, la única, se considera, con capacidad para incidir. Es la posición del PP en el Ayuntamiento de Barcelona. Las últimas elecciones municipales reforzaron la posición de los populares en la ciudad. Los comicios, celebrados en mayo del año pasado, otorgaron cuatro ediles a los populares, su mayor representación municipal desde la cita electoral de 2011, cuando obtuvieron nueve regidores con Alberto Fernández Díaz al frente. Ahora ha llegado el momento de que incidan en el consistorio, a juicio del PP.
Con Daniel Sirera como líder del grupo municipal, el partido no quiere desaprovechar el refuerzo de su posición, al entender que ERC entrará en algún momento en el gobierno municipal, mientras que JxCat está sumida en su congreso para redefinir su futuro. Y los comunes deben afrontar un cambio de liderazgo, en el instante en que Ada Colau deje el Ayuntamiento. El PP de Barcelona tiene identificadas las principales preocupaciones de los barceloneses, y su estrategia pasa por centrarse en ellas para liderar la oposición en Barcelona. Seguridad y vivienda serán materias que ocuparán especialmente a los populares, sin olvidar la economía de la ciudad y la necesidad de poner fin a la “red clientelar” tejida por Ada Colau.
Combatir la inseguridad
El combate contra la inseguridad en Barcelona focalizará gran parte de los esfuerzos del grupo. La Encuesta de Servicios Municipales desveló, a finales de septiembre, que ésta es la mayor inquietud para los vecinos de la capital catalana. Hasta un 27,7% de los encuestados identificaron la inseguridad como el problema más grave de la ciudad, una cifra casi idéntica al 27,2% resultante del Barómetro presentado el pasado mes de julio.
“Estamos sufriendo la crisis de las navajas. Hace falta más liderazgo del alcalde, más policía en la calle y más recursos en los juzgados”, afirman fuentes populares a Metrópoli. El incremento de la presencia policial, detallan, debe ir acompañado de más recursos para los agentes, como “palas detectoras de armas blancas”.
El propio Sirera trasladó a Jaume Collboni, el pasado lunes, la necesidad de plasmar en los presupuestos del próximo año un refuerzo de los recursos en esta materia. Entre las múltiples propuestas lideradas por el PP para combatir la inseguridad, destaca el despliegue de un plan de choque en el Raval dotado con 50 millones de euros, que comprende una decena de medidas para atajar la situación que vive el barrio. La propuesta, aprobada en la Comisión de Seguridad de junio, no se ha materializado.
Oferta de vivienda
La citada Encuesta Municipal situó la vivienda como segunda preocupación de los barceloneses. Con una tendencia al alza respecto a años anteriores, un 12,3% de los encuestados consideraron que es la principal problemática que sufre la capital catalana. Los populares harán hincapié en esta cuestión durante el presente curso político, con la finalidad de que se incremente la oferta para que ésta sea más asequible.
“Hay que facilitar la construcción de vivienda, impulsando la colaboración público-privada”, apuntan desde el partido. A inicios de la temporada estival, el PP ya instó al gobierno municipal a ceder suelo al sector privado para facilitar la construcción de viviendas de alquiler asequible, a lo que añadió la posibilidad de reconvertir oficinas vacías en nuevos domicilios.
Para incentivar la edificación en la capital catalana, los populares insisten en la necesidad de suprimir la reserva del 30% para vivienda protegida, una medida que se ha convertido en un escollo para muchos promotores.
Rebaja fiscal y "red clientelar" de Colau
En materia económica, la aplicación de una rebaja fiscal será un aspecto clave para la formación. La bajada de tasas e impuestos, especialmente el IBI, marcarán las exigencias del PP, que incide en que “el aumento de precios y la caída de la capacidad adquisitiva han convertido en un lujo vivir en Barcelona”.
A estos requerimientos se añadirá la insistencia para “desmantelar la red clientelar” de Colau. La exalcaldesa se despedirá del Ayuntamiento en el pleno municipal de octubre, tras sus intentos estériles de entrar en el gobierno de Collboni. Sin la edil en el consistorio, los populares entienden que el mantenimiento de subvenciones a afines carece, aún más, de sentido, y que esta praxis debe erradicarse por completo.
Inmigración
Los populares también abordarán el reparto de migrantes llegados a las costas canarias. El grupo municipal exigirá “información” al gobierno municipal sobre la cifra que acogerá la capital catalana, y consultará “qué recursos tiene el Ayuntamiento” para esta recepción, así como si el Gobierno está ofreciendo su colaboración en esta cuestión.