La Copa América de vela encara sus últimas semanas con la celebración de las semifinales y finales. Desde que arrancó en agosto, se ha hablado mucho sobre el impacto de la competición en Barcelona y qué legado dejará en la ciudad. Mientras hay quien critica la regata por su “elitismo” o externalidades negativas, otros miran hacia el futuro con el objetivo de atraer más eventos deportivos internacionales. Tras los Juegos Olímpicos de 1992, la Copa América ha sido el segundo evento deportivo más importante que se ha celebrado en Barcelona y después de una década, la ciudad vuelve a jugar en primera división. Tal es así, que las administraciones estudian la posibilidad de acoger los próximos Juegos 2036.

En un acto celebrado este martes, 8 de octubre, en la sede de Foment del Treball, David Escudé, concejal de Deportes del Ayuntamiento, ha asegurado que uno de los objetivos es que Barcelona acoja eventos “cada año”. Como ya se anunció, la ciudad se prepara para la salida del Tour de Francia en 2026, el Mundial de Fútbol de 2030 o el Mundial de Atletismo. Pero hay otro evento de gran relevancia que podría volver a celebrarse en la capital catalana: los Juegos Olímpicos. Sobre este punto, Escudé ha señalado que “la llama olímpica siempre debe estar encendida”.

Tras unos años en que el sentimiento de orgullo de ciudad “se ha perdido”, la Copa América ha “recuperado” este orgullo y ahora la ciudad está “abierta” para acoger unos nuevos Juegos. Aunque no se ha presentado ninguna candidatura todavía, el concejal de Deportes no ha cerrado la puerta a acoger unos JJOO cuarenta años después. “El objetivo es que Barcelona tenga las puertas abiertas para los proyectos interesantes”.

Más colaboración público-privada

El acto también ha contado con la presencia de Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya. Por su parte, ha considerado que es necesario que las administraciones tengan en cuenta los eventos, con una “implicación real”. Una implicación que también se ha pedido al sector privado, con una colaboración público-privada. “El modelo barcelonés adolece de ayudas a diferencia de otras comunidades autónomas como Valencia, donde también apuestan por la inversión privada. Nos hemos acostumbrado a que sea la parte pública quien impulse nuevos equipamientos y eventos”, ha lamentado Escudé.

En este sentido, Escudé y Esteva han dialogado sobre la falta de equipamientos deportivos en Barcelona. Según el presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya, la ciudad “ha hecho muy buen trabajo desde 1992”. Sin embargo, también ha recordado que la capital catalana, por su “limitación física” no puede crecer más y es muy “densa”. “Esto provoca que estemos en la cola en proporción entre población y equipamientos deportivos”, ha asegurado.

Para Esteva, debe haber una programación y desarrollar las instalaciones para poner más espacios. “Hay deportes que no se pueden llevar a cabo porque no hay espacio para practicarlos”, ha criticado. Una solución que, según Escudé, pasa por “abrir la lupaal área metropolitana, mientras que Esteva ha propuesto el cubrimiento de las rondas, que dotaría a la ciudad de muchos metros cuadrados.