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A las puertas de votar los presupuestos de Barcelona, las líneas rojas están marcadas. BComú y ERC, apoyos que Jaume Collboni necesita para sacar adelante las cuentas, han establecido sus exigencias tras una validación inicial a los tributos. Y pese a las concesiones realizadas, el gobierno municipal no está dispuesto a retroceder posiciones en cuestiones con una alta afectación para la ciudad, como la unión del tranvía por la Diagonal.

El PSC ha expresado la voluntad de realizar estos trabajos, pero sin plazos. La conexión no es una prioridad en este mandato. Y, de ahí, la propuesta socialista para tantear a los comunes: una unión en dos fases y supeditada a la aprobación de las cuentas de la ciudad.

Etapas

El teniente de alcalde de Economía y regidor del Eixample, Jordi Valls, sondeó a BComú en un reciente Consejo de Barrio celebrado en la Dreta de l'Eixample.

Durante la sesión, el edil planteó la posibilidad de dividir los trabajos para conectar el tranvía. “Veo difícil que nos podamos 'comer' todo este proyecto si no lo hacemos por partes”, aseguró el edil.

El concejal socialista defendió su voluntad de focalizarse en una primera fase de obras. Conectar los cruces de la avenida Diagonal que separan la calle de Verdaguer con el paseo de Gràcia.

Esta fórmula busca evitar un doble perjuicio: limitar las afectaciones a la movilidad, que castigarían especialmente a vecinos y comerciantes, y reducir la cuantía que desembolsar en obras tras los 63 millones de euros costeados para unir Glòries y Verdaguer.

Presupuestos

Consciente de la urgencia de BComú para conectar el tranvía, el PSC ha supeditado las obras a la aprobación de los presupuestos para 2025. Dar continuidad a las vías el próximo año está condicionado, para el gobierno municipal, al beneplácito a las cuentas barcelonesas, que necesitan el apoyo de los comunes.

Laia Bonet, teniente de alcalde de Movilidad, ha defendido este posicionamiento en reiteradas ocasiones. En palabras de la edil socialista, sin cuentas para el próximo ejercicio “no será posible la unión”, una postura que ha mantenido hasta el día de hoy.

Desvincular el tranvía

BComú no quiere condicionar su posicionamiento sobre los presupuestos a la unión del tranvía. En la inauguración del tramo entre Glòries y Verdaguer, Janet Sanz, líder del grupo municipal, defendió que la conexión debía ser una realidad en 2027 “haya o no presupuestos en 2025”.

El Trambaix en una imagen de archivo HUGO FERNÁNDEZ

La regidora de los comunes también expresó su rechazo a los planes expuestos por Valls para dividir los trabajos en dos fases. “La unión del tranvía se debe hacer en una sola obra, de Verdaguer a Francesc Macià, tal y como estaba previsto", señaló Sanz.

Las exigencias de BComú contrastan con el beneplácito de la formación a las ordenanzas. El grupo municipal, satisfecho con centrar el incremento de la presión fiscal en la actividad turística, incidió en que su posicionamiento sobre los tributos estaría ligado a las cuentas, lo que facilita al PSC seguir adelante con sus planes respecto al tranvía.

Acuerdo en 2020

Con ERC también a favor de la conexión total del tranvía, y al margen de que su materialización sea por fases o en una sola obra, el posicionamiento de las tres formaciones implicadas en el avance del tranvía por la Diagonal revalida el acuerdo alcanzado en 2020.

El gobierno municipal, entonces de coalición entre BComú y PSC, alcanzó un pacto con los republicanos para la formalización de un convenio con la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) para de financiar la conexión entre Glòries y Verdaguer.

La firma de este acuerdo también conllevó un compromiso entre las partes para ejecutar la segunda parte de las obras materializando, así, el enlace hasta Francesc Macià.