Barcelona compra un edificio del Camp de l’Arpa subastado por el Hospital Clínic
El Ayuntamiento ha cumplido con la promesa de adquirir la finca antes de terminar el año, una operación que ha costado un total de 1,2 millones de euros
El Ayuntamiento de Barcelona ha comprado por tanteo y retracto un edificio de cuatro viviendas en el Camp de l’Arpa, en el distrito de Sant Martí, después de que el Hospital Clínic lo subastara el pasado octubre.
La finca, ubicada en la calle Navas de Tolosa, también dispone de un local y un entresuelo. Solo una vivienda está desocupada y el resto en régimen de alquiler, según ha informado el consistorio en un comunicado.
Propiedad del Clínic
La finca comprada por el Ayuntamiento es una de las cinco propiedades del Hospital Clínic que se subastaron en octubre y la única que recibió la oferta de un comprador, hecho indispensable para poder ejercer el uso del tanteo y retracto por parte del consistorio barcelonés. La parcela tiene una superficie construida de 495 metros cuadrados, 343 de los cuales están destinados a vivienda o espacios comunes, y 152 al local y el altillo.
El gobierno municipal invertirá un total de 1.188.300 euros, que salen de la suma de los 460.000 de la compraventa y de los 728.300 de los trabajos de rehabilitación, lo que supone que el metro cuadrado equivale a 2.644 euros, un 34% por debajo de la media del barrio del Camp de l’Arpa.
La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha puesto en valor que el Ayuntamiento haya cumplido con su compromiso de adquirir la finca antes de terminar el año. “Lo hemos hecho dando seguridad a las familias ya instaladas y permitiendo que estas viviendas sigan perteneciendo al parque público de la ciudad”, ha expresado la misma.
Respeto de los contratos
El pasado verano, el hospital sacó a subasta los cinco edificios de viviendas, por los que pretendía obtener un total de 12,75 millones de euros. Se trata de fincas antiguas, levantadas entre 1889 y 1931. Entre todas suman 55 pisos, 48 de los cuales están actualmente habitados.
Los vecinos de los inmuebles clamaron que no se les había informado y, con el traspaso de propiedad, muchos temían perder su hogar.