Colau ya tiene trabajo: rehacer la hoja de ruta de Barcelona en Comú
Los comunes abren un periodo de reflexión de seis meses antes de su primer congreso: actualizarán su proyecto para reconquistar la alcaldía
Barcelona en Comú (BeC) tendrá su primer congreso los días 5 y 6 del próximo mes de julio. Para darle contenido, dispondrá de seis meses en los que pondrá en marcha un proceso conocido como ‘Repensem Barcelona’, con el que quiere “actualizar nuestra hoja de ruta y afrontar los retos de futuro con una mirada renovada”.
El objetivo es poner en forma al partido para dar el 100% en la próxima campaña de las municipales de 2027. La vista está puesta en Barcelona, la principal plaza que quieren reconquistar, después de perder la alcaldía el año pasado.
La formación envió un aviso a sus afiliados con el mensaje de que “es preciso repensar Barcelona. Los próximos meses serán un tiempo de reflexión. Un momento de pausa, de pararnos y debatir sobre cómo queremos que sea la Barcelona del futuro. Desde la diversidad de las personas que quieren la ciudad”.
Colau arrima el hombro
En la locomotora de este proceso se encuentra el auténtico think tank de los comunes, la Fundación Sentit Comú, desde donde se organizan la mayoría de actos de gran calado y de debates públicos. Esta entidad controla también los canales de comunicación, como La Futura Channel a través de los que se difunden las consignas y la ideología de los comunes.
La Futura Channel dispone de un sistema de relación con sus suscriptores que le permite enviar notificaciones personalizadas en el momento en que sus canales emiten en directo.
Pero el alma de la regeneración, no obstante, es la exalcaldesa Ada Colau. Según admiten fuentes de los comunes a Metrópoli, la lideresa participará en la tarea de perfilar la nueva hoja de ruta. “Tiene la ciudad en la cabeza y muchos proyectos. Se trata de ir dándoles forma y estudiar su aplicación práctica. Colau tiene aún mucho que aportar a la ciudad. Es nuestra mejor baza y no podemos dejarla al margen. Confiamos en que recupere la alcaldía para seguir transformando la ciudad y preparándola para los retos del futuro, tanto sociales como políticos, económicos o medioambientales”, dice un exmiembro de los comunes.
“Actualizar el proyecto político"
El proceso, pues, se pone al servicio de la lideresa, para que pueda alcanzar su meta de lograr reconquistar la alcaldía en 2027. La pérdida del sillón municipal en las elecciones de 2023 fue el principio del fin de los comunes y supuso un duro golpe para la formación, aunque afirman los activistas de BeC que la crisis, agravada por el desencuentro con Podemos, está ya casi superada.
“En 2023 perdimos la alcaldía por 141 votos, que son los que sacó de más Collboni. En las próximas elecciones, esperamos darla la vuelta al marcador y desbancar a los socialistas. Tenemos muchos puntos para que así sea”, dice la fuente citada.
Con Ada Colau en la cocina del periodo de reflexión, los comunes prepararán una batería de proyectos y de actuaciones con las que esperan poder volver a contar con el apoyo de la ciudanía. Alegan que ella dispone de la experiencia suficiente como para saber por dónde ir encajando los proyectos.
“Desde Barcelona en Comú hemos organizado ‘Repensem Barcelona, un proceso de reflexión para actualizar nuestra hoja de ruta y afrontar los retos de futuro con una mirada renovada”, dice una comunicación que envió a sus activistas.
En ella, habla de “actualizar el proyecto político para continuar marcando el ritmo de la ciudad”. Los esfuerzos de BeC se dirigen a presionar al alcalde, el socialista Jaume Collboni, para que aplique las políticas que interesan a los comunes.
Presión sobre Collboni
De hecho, hay varios temas de los que Barcelona en Comú ha hecho caballo de batalla para marcar perfil municipal propio y asediar a Collboni. La vivienda y el control de alquileres de temporada es el más importante. Desde hace año y medio, el partido de la izquierda radical lleva convocando manifestaciones, concentraciones y actos por toda Barcelona para desacreditar las políticas del equipo municipal socialista en este terreno.
“Gracias a la presión de los movimientos sociales, Barcelona en Comú ha llegado a un acuerdo con el gobierno del PSC para regular los alquileres de temporada, una práctica que permitía esquivar la limitación de precios y disparar el coste de la vivienda. Con esta medida, tota la vivienda residencial queda declarada como permanente, poniendo fin a la brecha que perjudicaba a miles de familias”, comunicó hace unos días a su militancia.
La propia Janet Sanz, líder del grupo de los comunes en el Ayuntamiento, fue mucho más visceral en su expresión de júbilo y lanzó un mensaje en sus perfiles sociales en el que aseguraba que “hemos forzado al PSC a limitar los alquileres de temporada”.
En su campaña para reclamar méritos, el partido destacaba que Barcelona es la primera ciudad que limita los alquileres de temporada y que ganó el pulso al “gobierno de Collboni”.
"Barcelona no es la misma"
En la última semana, el foco fue puesto en el turismo y la supuesta intención de abrir una nueva terminal de cruceros en Barcelona, pese a que el PSC salió al paso negando esa intención y manteniendo que el único pacto con BeC es reducir de 7 a 5 las terminales que hay. Ni el Puerto ni la ciudad han solicitado ninguna nueva terminal de cruceros de lujo.
A Pesar de todo, los comunes pusieron encima de la mesa su apoyo a las ordenanzas fiscales a cambio de que se transija en sus demandas. En el plano de barrios, a Collboni le presionan por la intención de restablecer la normalidad en la ronda Sant Antoni “y lo ha hecho por la puerta de atrás, sin reunirse con las entidades y las vecinas con las que consensuamos el proyecto, los barrios del Raval y de Sant Antoni se merecen un proyecto del siglo XXI como el de Consell de Cent y no la chapuza del siglo XX que nos ha dejado Collboni”.
Con estos planteamientos, el congreso de los comunes encara estos meses como un paréntesis en el que recoger propuestas de futuro. “Barcelona no es la misma que hace una década. Se ha transformado desde una triple vertiente: socioeconómica, demográfica y política. Además, vivimos en un mundo en transición; una etapa de inestabilidad y crisis continuadas y superpuestas que también tienen impacto en la ciudad”, arenga el partido a sus militantes.
Pero habrá que ver si las propuestas que salen de la fermentación de los temas en estos seis meses pueden encandilar de nuevo a los barceloneses.