El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, junto a los tenientes de alcalde Maria Eugènia Gay y Albert Batlle
El PSC estalla contra las chapuzas de la era Colau y aleja a los comunes del gobierno de Collboni
El Ejecutivo socialista reprocha a BComú los desastres en materia de vivienda que han caracterizado sus mandatos en la ciudad, y marca distancias con la formación de Janet Sanz
Otras informaciones: El PSC señala a los comunes por el desahucio de Casa Orsola: “Es herencia de lo que hicieron el pasado mandato”
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El gobierno de Jaume Collboni ha estallado contra los comunes. Las diferencias entre estos grupos han ido in crescendo en los últimos meses. La formación que aspiraba a formar parte del Ejecutivo local trata de materializar, ahora, una oposición con mucha más pena que gloria.
BComú quedó en evidencia en el pleno municipal del mes de enero. Su líder, Janet Sanz, acusó al gobierno barcelonés de realizar un escaso esfuerzo para evitar el desahucio de Casa Orsola, ante lo que el PSC le recordó que en 2022 la administración de Ada Colau rechazó la compra del edificio.
"Casa Orsola es herencia de lo que ustedes hicieron en el pasado mandato", aseguró la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, tras lo que señaló que el Ejecutivo actual está "todo el día arreglando chapuzas como las de Casa Buenos Aires o Can Raventós".
Concentración frente a la Casa Orsola
Buenos Aires, de fuerte okupa a equipamiento
El caso del antiguo hotel Buenos Aires, en Vallvidrera, marca las diferencias de gestión entre comunes y socialistas. La expropiación del inmueble por parte de Ada Colau recibió un varapalo de la Justicia, que tachó la acción de excesiva, al mismo tiempo que se produjeron varias okupaciones que dañaron el edificio.
El Ejecutivo de Collboni buscó la forma legal de proteger el inmueble y reconvertirlo, a su vez, en un equipamiento municipal. El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento aprobó inicialmente una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) que hizo posible esta finalidad.
En el citado pleno de enero, se confirmó esta modificación mediante la aprobación definitiva de la medida, lo que ha desencallado un conflicto que BComú no supo resolver.
Can Raventós, salvado por la Justicia
El caso de Can Raventós, en Sarrià, fue otra de las chapuzas más significativas de la era Colau en materia de vivienda. En 2020, el Ayuntamiento aprobó un Plan Espacial Integral y de Mejora Urbana (PEIMU) que daba luz verde al derribo de la masía y sus jardines para levantar 59 pisos de lujo.
Fue el año pasado cuando la Justicia tumbó esa posibilidad al superar, el proyecto, los límites edificatorios de la parcela afectada.
Para descartar la posibilidad de contar con una nueva iniciativa de características similares, el gobierno de Collboni estudia la compra de Can Raventós para reconvertirla en un equipamiento municipal rodeado de zona verde.
8.000 pisos que no llegaron
La gran promesa electoral en materia de vivienda realizada por Colau, consistente en la construcción de 8.000 pisos sociales en dos mandatos, quedó en una simple intención que estuvo muy lejos de materializarse.
Por si fuera poco, la exalcaldesa se atribuyó el mérito del anuncio del levantamiento de 4.500 pisos públicos mediante la creación de la empresa público-privada Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB), participada por el AMB (25%), el Ayuntamiento (25%) y las firmas Cevasa-Neinor (50%).
El operador mixto, ideado por Xavier Trias y Antonio Balmón en el ente metropolitano, encontró el rechazo de Colau en 2015, cuando alcanzó la alcaldía de Barcelona y, por ende, la presidencia del AMB.
Urbanismo
El Ejecutivo de Collboni también ha tratado de poner solución a las chapuzas urbanísticas generadas durante los mandatos de Colau, especialmente en los últimos años de su alcaldía.
Operarios borran la pintura correspondiente al urbanismo táctico de la calle de Pelai
El ejemplo más evidente es la reordenación del Eixample, donde los socialistas han frenado la creación de nuevos ejes verdes tras el pinzamiento provocado por los comunes en las arterias del distrito, con la afectación que ha conllevado a la movilidad de la ciudad.
La eliminación del urbanismo táctico en la calle de Pelai y la supresión de proyectos para la creación de ecochaflanes, han sido algunas de las medidas más relevantes adoptadas por Collboni para evitar un mayor desastre en el centro de Barcelona.
