La Masia de Can Rosés ha dejado de ser la biblioteca de referencia del distrito de Les Corts. El emblemático edificio albergaba un fondo documental desde 1998, año en el que se convirtió en un espacio para la lectura, pero el pasado 29 de abril se cerraron sus puertas por obras. El motivo es que en septiembre de 2017, el Ayuntamiento prevé reconvertir el inmueble en una escuela provisional hasta que se construya el CEIP Anglesola. Pero, mientras se cambian las estanterías por los pupitres, los libros, revistas y demás archivos audiovisuales de Can Rosés esperan en un almacén a ser recolocados en unas estanterías todavía por montar.

El futuro emplazamiento será la nueva biblioteca de referencia de Les Corts, la Montserrat Abelló i Soler. Un espacio ubicado en la calle Comtes de Bell-lloc, donde todavía se trabaja sobre un plano. Tal y como explica la directora de planificación de bibliotecas de Barcelona, Judit Terma, las obras se demorarán hasta principios de julio aunque no será hasta finales de año cuando las estanterías de la nueva biblioteca acogen un material ahora custodiado por las paredes de un depósito.

Durante los meses que tarde la construcción del nuevo archivo municipal, los vecinos podrán hacer las devoluciones o los préstamos en el resto de bibliotecas públicas de Barcelona. De entre las 40 que forma parte de la red bibliotecaria municipal, las del Vapor Vell, Agustí Centelles, Clarà y Les Corts-Miquel Llongueres son las más cercanas para los asiduos de Can Rosés.

Una vez se inaugure la Montserrat Abelló i Soler, los vecinos de Les Corts contarán con una biblioteca de referencia más grande ya que se pasará de 770 metros cuadrados de Can Rosés a los 3.400 metros cuadrados ocupados por libros, revistas y material audiovisual. Además, “se habilitará un espacio multimedia, una sala de actos como un espacio de apoyo para los vecinos y una zona infantil más grande”, explica Terma.

Además, la directora de planificación de bibliotecas de Barcelona avanza la contratación de más personal en la Montserrat Abelló i Soler, pasando de los seis empleados que trabajaban en Can Rosés hasta los 14 o 15 empleados.

PASADO Y FUTURO DE LAS BIBLIOTECAS

Can Rosés es un edificio emblemático de Les Corts que ha tenido muchas vidas. En 1716 se construyó como una masia que fue reformada en 1900. En la misma finca también se había levantado el hospital de Sant Joan de Déu que posteriormente fue trasladado a Esplugues de Llobregat. Asimismo, había acogido un convento de carmelitas descalzas que con los años se convirtió en la escuela Santa Teresa de Lisieux. Años después pasó a ser una casa de letras que en los próximos meses se reconvertirá en escuela por tiempo limitado.

En cuanto a la Monserrat Abelló i Soler sus muros aun por construir no pueden relatar historias, pero el nombre que se ha escogido para la biblioteca sí que tiene una anécdota tras de sí. El 29 de marzo de 2016, la Taula de Dones de Les Corts decidió abrir un proceso participativo online para bautizar a la futura biblioteca.  En total, se presentaron 16 propuestas, resultando ganadora la de Montserrat Abelló en honor a la poeta y traductora comprometida con los movimientos feministas de la década de 1970.

 

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