El presidente del Grupo Municipal Popular (PP) en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha pedido a la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú) que condene el último ataque que Arran, el brazo juvenil y más radical de la CUP, ha perpetrado contra el propio Fernández y con la líder de Ciutadans (Cs) en Catalunya, Inés Arrimadas en el distrito de Les Corts, la zona de la ciudad donde residen ambos políticos. Fernández ha exigido a Colau que “tome medidas legales” para frenar las continuas campañas de “intimidación, con insultos y amenazas” que se vierten desde el independentismo y que quedan completamente impunes.
El último ataque de Arran se ha ejecutado de forma coordinada en twitter y en la calle, con la colocación de pancartas y carteles en el distrito. El mensaje ofensivo ha sido el mismo en ambos casos: un fotomontaje con los bustos de Fernández, Arrimadas y Franco con la frase: “El Estado apunta, el fascismo apuñala. Iluminemos la oscuridad, ahoguemos el fascismo”.
El presidente de los conservadores barceloneses ha asegurado que pese a las amenazas no va a cambiar ni su agenda ni sus actividades cotidianas ni profesionales porque “no hay que dejarse amedrentar por los únicos fascistas que hay, que son los que cuelgan estas pancartas y carteles intimidatorios”. El sector de jóvenes de la CUP ha incrementado en las últimas semanas sus acciones amenazadoras contra el PP y Cs, focalizadas en sus líderes y en sus sedes -que han sido objeto de pegadas masivas de carteles y de pintadas ofensivas- y también contra medios de comunicación que no le son afines, como le ocurrió a la redacción de Crónica Global, en el paseo de Sant Joan, que fue atacada a martillazos.
LLAMAMIENTO CONTRA LA IMPUNIDAD
Fernández ha hecho un llamamiento general para que se ponga freno a esta nueva tendencia de la guerrilla política de los radicales basada en la violencia de baja intensidad, los insultos y las amenazas: “Tenemos que acabar con la impunidad de amenazas y ataques de Arran y de la CUP". El concejal del PP ha recordado que en el pleno municipal del pasado mes de enero se leyó una declaración institucional “para condenar los ataques de Arran a los medios de comunicación”.